The Diplomat El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recupera hoy su agenda oficial tras las vacaciones con una gira de tres días por África que le llevará a Mauritania, Gambia y Senegal en plena crisis migratoria en España. Sánchez mantuvo el viernes pasado un encuentro en la isla de la Palma con Fernando Clavijo, el presidente de Canarias, la comunidad autónoma que sufre más directamente las avalanchas de inmigrantes irregulares en los últimos meses, y que considera insuficientes los 50 millones de euros que el Ejecutivo prometió para atender a los menores no acompañados. Según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior, a fecha de 15 de agosto, el archipiélago había recibido la llegada de 22.304 inmigrantes, un 126,1% más que en el mismo periodo del año anterior, a bordo de 340 embarcaciones, un 80,9% más que en 2023, cuando llegaron 188. Mauritania es uno de los países de los que proceden muchas de esas embarcaciones. El presidente del Gobierno vuelve, siete meses después a Nuakchot, donde ya estuvo, junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para abordar con las autoridades mauritanas la forma de reforzar la cooperación con este país africano y rebajar los flujos migratorios en pateras y cayucos. En ese viaje del pasado mes de febrero, Sánchez anunció que movilizaría más de 300 millones de euros para Mauritania en los próximos años. En concreto, detalló que, de la cifra total, 200 millones de euros correspondían a fomentar la inversión de empresas españolas en Mauritania; 60 millones irían para proyectos de desarrollo y otros 50 millones en cooperación financiera para el país africano. “Vamos a fortalecer nuestros proyectos de colaboración ya existentes a través del control fronterizo y vamos a ir ponderando distintas fórmulas para facilitar la migración regular”, señaló Sánchez en una comparecencia conjunta con Von der Leyen y el presidente mauritano, Mohamed Ould Ghazouani. El jefe del Ejecutivo también anunció en el viaje oficial la apertura de una extensión del Instituto Cervantes en la capital, Nuakchot. El país norteafricano vive un periodo de estabilidad política tras una sucesión de golpes de Estado entre 1978 y 2008. Mohamed Uld Ghazuani, con quien Sánchez volverá a verse hoy, fue reelegido para un segundo mandato el pasado mes de junio, y protagonizó en 2019 la primera transferencia pacífica de poder desde la independencia de Mauritania en 1960. Además, el país ha venido experimentando un fuerte crecimiento económico, aunque este se ha ralentizado en el último año. La principal preocupación es que la inestabilidad que viven los países del Sahel pueda terminar extendiéndose a este país en forma de un golpe de Estado militar como los vividos en Malí, Burkina Faso y Níger --además de Guinea y Gabón-- y que los grupos yihadistas que siembran la violencia en el Sahel extiendan sus actividades a territorio mauritano. Durante la visita de Sánchez, Ghazuani aseguró que su país está "totalmente comprometido" en la lucha contra la migración irregular pero también dejó claro que se están viendo superados por las circunstancias, ya que han pasado de ser un país de tránsito a ser también un país de destino para refugiados malienses. Gambia y Senegal Gambia y Senegal, los otros dos destinos de Sánchez fueron visitados en junio por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien señaló allí que España destinaría 180 millones de euros a cooperación al desarrollo durante los próximos cuatro años con la mirada puesta principalmente en la juventud y el empleo. Entre los asuntos que trató su homóloga senegalesa, Yassine Fall, así como con el presidente del país, Bassirou Diomaye Faye (fue el primer contacto del Ejecutivo española con el nuevo Gobierno tras su elección en marzo pasado), el ministro abogó por explorar cómo impulsar la migración circular, es decir, las contrataciones en origen y el posterior retorno a Senegal. En este sentido, hablaron de la posibilidad de incluir el sector de los conductores, ante la demanda de camioneros que existe en España. El jefe de la diplomacia española también se reunió en Banjul con el presidente de Gambia, Adama Barrow, y fijaron como objetivo impulsar la migración circular con la contratación en origen de gambianos, además de seguir trabajando conjuntamente en la lucha contra la inmigración ilegal y las mafias que trafican con personas. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, también viajó a Senegal y firmó un memorando de entendimiento para aumentar la colaboración en materia de la Inspección de Trabajo con su homólogo senegalés Yankoba Diémé. Según informó el Ministerio en un comunicado, el departamento de Díaz ha reforzado el trabajo con otros países de África Occidental como Cabo Verde, Gambia, Guinea-Bissau o Togo y próximamente con Mauritania.