Eduardo González El Ministerio de Asuntos Exteriores ha concedido la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a la hasta ahora embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reynoso, quien recientemente dejó su cargo para incorporarse a la campaña demócrata de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses. El Real Decreto por el que se concede la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a Julissa Reynoso fue aprobado este pasado martes por el Consejo de Ministros a propuesta del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y firmado el mismo día por el Rey Felipe VI, según informó ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE). El pasado 21 de junio, Reynoso anunció su intención de dejar el cargo este verano para colaborar con el presidente norteamericano, Joe Biden, en su candidatura a la reelección para la Casa Blanca. Biden renunció recientemente a su candidatura, que ha sido asumida por la vicepresidenta, Kamala Harris. Reynoso, quien llegó a Madrid hace dos años y medio, ha sido sustituida por la ministra consejera, Rian Harker Harris, quien queda como encargada de Negocios de la Embajada a la espera de que el candidato que gane las elecciones presidenciales nomine a un nuevo embajador. La experiencia suele demostrar que ese proceso, que tiene que pasar por el Congreso de Estados Unidos, no es muy rápido, con lo que, previsiblemente, Harris estará al menos un año como encargada de Negocios. Durante la recepción ofrecida en Madrid con motivo del 248 aniversario de la independencia de Estados Unidos, que se celebra el 4 de julio, Reynoso dijo que haber sido embajadora ende Estados Unidos en Madrid ha sido el honor de su vida y que se iba con una sensación “agridulce”, aunque reconfortada por el trabajo y los logros conseguidos. La embajadora destacó también el alto nivel de contactos y visitas bilaterales, entre ellas la de Biden a Madrid con motivo de la cumbre de la OTAN en junio de 2022, y recordó que el presidente estadounidense calificó a España de “amigo” y “socio indispensable”. Asimismo, destacó el acuerdo que permitirá a Estados Unidos enviar dos destructores más a la Base Naval de Rota, hasta elevar a seis la cifra total. Por otra parte, el Ministerio de Exteriores también ha concedido la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien lleva en el cargo desde 2014 y será sustituido el próximo 1 de octubre por el hasta ahora primer ministro neerlandés Mark Rutte. La Orden de Isabel la Católica es, jerárquicamente, la segunda distinción más importante en España, después de la de Carlos III, pero está apreciada como la primera en el campo de las relaciones exteriores. Instituida por el rey Fernando VII el 14 de marzo de 1815, con el nombre de “Real y Americana Orden de Isabel la Católica”, con el objetivo de “premiar la lealtad acrisolada y los méritos contraídos en favor de la prosperidad de aquellos territorios”, fue reorganizada en 1847, cuando pasó a llamarse únicamente “Real Orden de Isabel la Católica” para distinguir -según indica su Reglamento- aquellos “comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional”. El Rey ejerce el cargo de Gran Maestre de la Orden; el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, como Gran Canciller de la misma, es quien eleva al Consejo de Ministros las propuestas de concesión de los grados superiores de la Orden, que se otorgan por Real Decreto. Más de 70.000 personas en el mundo cuentan con esa distinción en alguno de sus distintos grados.