Eduardo González El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, convocó ayer en Madrid a los embajadores de América Latina y el Caribe acreditados en España y a instituciones del espacio iberoamericano, incluido el Secretario General Iberoamericano (SEGIB), Andrés Allamand, después de que España haya sido elegida para albergar la Cumbre Iberoamericana en 2026. Durante el encuentro, celebrado en la sede ministerial del Palacio de Viana, Albares agradeció el apoyo y la confianza depositada en España para albergar la Cumbre, “que el Gobierno de España asume con ilusión para seguir trabajando y avanzando en este foro de diálogo, concertación política y cooperación, único en el mundo por su naturaleza y alcance”, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores en una nota de prensa. Asimismo, el ministro subrayó que la pasada Presidencia española del Consejo de la Unión Europea situó a la región en el centro de la agenda europea, y una muestra de ello fue “el éxito de la Cumbre UE-CELAC”, celebrada en julio del año pasado en Bruselas y durante la cual se adoptó una Hoja de Ruta, la Alianza Digital y la Agenda de Inversiones Global Gateway. El objetivo fundamental de cara a la Cumbre, según Albares, es iniciar una nueva etapa de reafirmación del sistema, en la que se identifiquen, de manera conjunta, las áreas de actuación prioritarias por parte de los Estados que lo conforman en el contexto de una agenda marcada por temas de interés común. En consonancia con ello, el objetivo de la Cumbre es aprobar el Plan de Acción Cuatrienal de la Cooperación Iberoamericana 2026-2029. “La cooperación iberoamericana es la piedra angular de este sistema, en la que se traducen los mandatos de los Jefes de Estado y de Gobierno en iniciativas concretas, con un impacto directo y positivo sobre la ciudadanía iberoamericana”, añadió Exteriores. El ministro también destacó las intensas relaciones de España con los países de América Latina y del Caribe, que han permitido desarrollar entre ellos unos fuertes vínculos políticos, económicos, sociales, culturales, lingüísticos y humanos. En este sentido, afirmó que el idioma español, compartido por gran parte de los países de Iberoamérica y el Caribe, es “una fortaleza como lengua global”, por lo que invitó a los embajadores asistentes a concertar acciones en diversos campos, como la diplomacia multilateral, la economía, la ciencia y la tecnología o la lucha contra la desinformación en español. El pasado lunes, el Ministerio de Asuntos Exteriores informó de que España había conseguido el apoyo de todos los Estados miembros de la Comunidad Iberoamericana para albergar en 2026 la XXX Cumbre Iberoamericana. Hasta la fecha, España ha albergado tres Cumbres Iberoamericanas: Madrid acogió la segunda, en julio de 1992, en pleno quinto centenario del Descubrimiento de América; Salamanca celebró la decimoquinta en octubre de 2005 y Cádiz albergó la vigésimo segunda en noviembre de 2012, coincidiendo con el bicentenario de la Constitución de 1812, redactada en esta ciudad. Las Cumbres Iberoamericanas son parte de un mecanismo de coordinación política que integra a los 22 países de lengua castellana y portuguesa de América Latina y la península ibérica, incluyendo Portugal, Andorra y España. En ellas, los jefes de Estado y de Gobierno debaten y trabajan sobre una agenda basada en intereses comunes, que se materializan a través de un Programa de Acción y de los Planes de Acción Cuatrienal de la Cooperación Iberoamericana (PACCI). Vinculado a estas Cumbre se desarrolla un calendario de reuniones ministeriales sectoriales, foros y encuentros que conforman la Conferencia Iberoamericana. Durante dos años, el país que ejerce la Secretaría Pro Témpore coordina, junto a la Secretaría General Iberoamericana, dicho calendario de reuniones y encuentros en los que participan representantes de los países de los Estados Miembros y de la sociedad civil. España asumirá la Secretaría Pro Tempore para el bienio 2025-2026 cuando concluya la XXIX Cumbre, prevista para noviembre de este año en Cuenca, Ecuador.