Vesna Andree Zaimovic, embajadora de Bosnia y Herzegovina, presentó el pasado martes en la delegación de ONU Turismo en Madrid la exposición El espíritu olímpico une al mundo, con los premiados carteles dibujados por Ismar Mujezinović.
Dio la bienvenida al acto el secretario general de ONU Turismo, Zurab Pololikashvili, que expresó: «hoy vemos que los deportes turísticos están moviendo el turismo y tienen un gran impacto en ello. Así que el deporte mueve un gran número de turistas en todo el mundo.”
Refiriéndose a las obras mostradas en la exposición, Zurab Pololikashvili comentó que “hoy, tenemos otro tercer componente (junto al deporte y al turismo), que es el arte. Y tenemos hermosas piezas de arte rodeadas de sus nombres. Son tan difíciles como el mío. Estoy muy feliz de tener este tipo de iniciativas”.
El secretario general de ONU Turismo recordó las Olimpiadas de Barcelona, celebras en 1992, “un ejemplo muy, muy claro –señaló- de cómo los Juegos Olímpicos pueden cambiar la ciudad. Barcelona se transformó totalmente y fue un gran y enorme paso. Ahora hay mucho más turismo en Barcelona”.
Seguidamente tomó la palabra la embajadora de Bosnia y Herzegovina, Vesna Andree Zaimovic, que resaltó la importancia que tuvieron para su país y para el espíritu olímpico los Juegos Olímpicos de Invierno que tuvieron lugar en este país de la península balcánica entre 8 y el 19 de febrero de 1984, a los que calificó como “los mejor organizados hasta ese momento”.
“Muchos coinciden, señaló Vesna Andree Zaimovic, en que la razón principal de esto fue el factor humano, a través del entusiasmo, la amistad, apertura, solidaridad compartida por todos: anfitriones e invitados. Fue una prueba de que el espíritu del Olimpismo puede unir al mundo. Se cree que, en la antigua Grecia, durante los Juegos Olímpicos las armas guardaron silencio y hubo tregua. ¿Por qué no podría ser lo mismo en nuestro tiempo? Este año es un Año Olímpico, les invitamos a recuperar ese espíritu y hacer un llamamiento por la paz.”
“El espíritu del Olimpismo aún vive en Sarajevo, la capital de Bosnia y Herzegovina, indicó la embajadora, que fue sede de los XIV Juegos Olímpicos de Invierno. A pesar de muchas pruebas, guerra, asedio y narrativas extremistas que todavía lo amenazan hoy, ese espíritu todavía está presente en mi ciudad y mi país. Este año, al conmemorarse el cuadragésimo aniversario de los Juegos Olímpicos en Sarajevo celebramos su firmeza. Los Juegos Olímpicos aceleraron el desarrollo del turismo y convirtieron a Sarajevo en un destino famoso que, además de su rica historia, también ofrece grandes oportunidades para los deportes de invierno y el turismo de aventura.”
La embajadora Vesna Andree Zaimovic se refirió seguidamente a los carteles dibujados por Ismar Mujezinović, que ganaron premios en Oslo, Viena y Bruselas, donde el cartel con la imagen de un patinador de velocidad fue declarado el mejor en 1984. “Cada uno de ellos, señaló, refleja la especificidad, el atractivo, la dinámica y las exigencias de los deportes olímpicos de invierno, pero mirándolos juntos, como un ciclo, nos encontramos ante una obra de arte única y atemporal.”
Seguidamente, la embajadora bosnia se refirió a la figura de Juan Antonio Samaranch, el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional, “una persona particularmente muy importante y que dio un enorme apoyo” a la realización de esos juegos olímpicos. “Creyó en los habitantes de Sarajevo y fue un fiel amigo hasta el final de su vida. En su honor se renovó el Edificio Olímpico Zetra tras ser bombardeado e incendiado durante el asedio de Sarajevo y pasó a llamarse Juan Antonio Samaranch.”
Pasó la embajadora bosnia a describir los aspectos más concretos de la celebración de aquellos Juegos Olímpicos y los describió de esta manera: “Sarajevo fue elegido como ciudad sede por varios motivos, entre otros que las pistas deportivas eran a tan sólo 30 kilómetros. Sarajevo también fue reconocido como un punto de referencia que representaba a todos los pueblos y ciudadanos del entonces estado: la República Federativa Socialista de Yugoslavia. Sarajevo, con su apertura y tolerancia, tranquilizó la tensión de la Guerra Fría y en Juegos Olímpicos participaron 49 países, 1.272 deportistas, de los cuales 274 eran mujeres. Para las necesidades de los Juegos Olímpicos se construyeron 160 objetos con las mejores prácticas verdes de la época para no dañar el entorno natural. La ciudad acogió a 15.000 invitados oficiales, entre ellos 2.000 periodistas de 769 redacciones de todo el mundo. Al mismo tiempo, la ciudad llegó a tener aproximadamente 50.000 turistas. Se realizaron 39 competiciones en 6 deportes y diez disciplinas. La primera medalla en los Juegos Olímpicos de Invierno para el país anfitrión la ganó Jure Franko”.
“Se estima, continuó la embajadora, que la retransmisión televisiva de la inauguración de los Juegos Olímpicos fue vista por una cifra récord de 2.000 millones de personas. El esloveno Bojan Križaj prestó juramento solemne en nombre de todos los atletas y la croata Sanda Dubravčić encendió la llama olímpica. Y todos se enamoraron de la mascota de los juegos: el pequeño lobo Vučko, que todavía hoy es un recuerdo favorito.”
Señaló la embajadora Vesna Andree Zaimovic que “en la preparación y en la realización del evento participaron todos los grupos sociales de toda la antigua Yugoslavia: atletas, artistas, ejército, jóvenes, niños, jubilados… Todos los trabajadores se ofrecieron voluntariamente a donar el 2% de sus ganancias para contribuir a la construcción acelerada de infraestructuras, entre cuales también estaban mis padres. Para mí personalmente, cuando era adolescente en ese momento, así como para cientos de otros adolescentes de Sarajevo, los Juegos Olímpicos fueron nuestra primera experiencia laboral remunerada. Yo trabajé como azafata y traductora en autobuses con turistas extranjeros desde los hoteles hasta lugares de competición. Este atractivo trabajo me permitió ver los eventos”.
Para finalizar el acto, la embajadora expresó su agradecimiento de manera simbólica al Secretario General de ONU Turismo, Zurab Pololikashvili, por su hospitalidad, y le entregó la insignia conmemorativa original con el emblema de los XIV Juegos Olímpicos, y le agradeció a él y a su equipo “por su ayuda para promover el potencial turístico de mi país, Bosnia y Herzegovina”.
Asistieron al acto los embajadores de Bulgaria, Turquía, Serbia, Hungría, Eslovenia, Uzbequistán, Nueva Zelanda, Jordania y Japón, así como representantes de las delegaciones de Albania, Suiza, Croacia, Bangladesh, Georgia, Sudán y Montenegro, entre otros.