Eduardo González
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebró ayer “el rechazo a la ultraderecha” y la victoria de “la izquierda social” tanto en las elecciones legislativas de este domingo en Francia como en las celebradas el pasado jueves en Reino Unido. Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió la unión del “centro político” para “evitar que los extremistas dirijan su futuro” y el Gobierno le reprochó sus pactos de gobierno con Vox.
“Esta semana, dos de los mayores países de Europa han elegido el mismo camino que eligió España hace un año: rechazo a la ultraderecha y apuesta decidida por una izquierda social que aborde los problemas de la gente con políticas serias y valientes”, declaró Pedro Sánchez a través de la red social X. “Reino Unido y Francia han dicho SÍ al progreso y el avance social y NO al retroceso en derechos y libertades”, prosiguió. “Con la ultraderecha ni se pacta ni se gobierna”, concluyó, en clara alusión al PP.
En la misma línea, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, celebró, en declaraciones a Radio Nacional de España, que se haya frenado a la extrema derecha, que es completamente contraria a los valores europeos y a todo aquello por lo que Europa y por supuesto, el Gobierno de España trabajan cada día”. “En muy pocos días, en dos países fundamentales, como son el Reino Unido y Francia, triunfa el pluralismo, la tolerancia y el Estado de Derecho”, destacó.
Por su parte, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, declaró a TVE que los resultados de las elecciones francesas demuestran que “los cordones sanitarios funcionan”. “Los franceses han hablado alto y claro y han parado y bloqueado a la ultraderecha y creo que también han premiado, la unidad de los partidos progresistas, que ha sido tan importante”, añadió. “Estábamos hablando de una posible mayoría absoluta en Francia de la ultraderecha y hubo un espaldarazo a los valores democráticos y europeos”, concluyó.
Asimismo, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aseguró que su partido, Sumar también ha impedido la llegada de la extrema derecha al Gobierno español. “Bienvenidos los franceses a ser otra excepción como lo es el Gobierno de España. El 23 de julio recuerden que ya dije que los españoles iban a dormir un poquito mejor, lo conseguimos la excepción ibérica el 23J y ahora lo ha conseguido Francia”, agregó.
Feijóo
Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, declaró hoy a través de la misma red social que “Francia es uno de los principales motores democráticos de la Unión”. “Europa siempre se ha construido desde la moderación”, continuó. “El centro político debe unirse para evitar que los extremistas dirijan su futuro”, agregó. Posteriormente, en una rueda de prensa en la sede del Parlamento catalán en Barcelona, Feijóo declaró que “los extremos no resuelven problemas y, por tanto, espero que el señor Macron tenga la posibilidad de conformar un gobierno en el que se excluyan los extremos tanto de un lado como del otro”. “Los extremos de un lado del otro no forman parte de las prioridades que necesita Europa para resolver sus problemas, que son muchos”, insistió.
Al respecto, Pilar Alegría recordó a Feijóo, a través de las redes sociales, que su partido “gobierna con la extrema derecha en Aragón, Castilla y León, Murcia, Extremadura, Comunidad Valenciana y en más de 140 ayuntamientos” y, por ello, le pidió que “sea coherente” con su propio mensaje “y rompa con ellos”. “Señor Feijóo, ¿cómo es capaz de decir una cosa y hacer la contraria? ¿A quién pretende engañar? Usted ha pactado y metido a la ultraderecha en los Gobiernos, y, además, está copiando el discurso y la política de los extremistas”, declaró, por su parte, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
En rueda de prensa, el líder de Vox, Santiago Abascal, declaró que “Le Pen y Reagrupación Nacional han logrado retratar a la ultraizquierda islamista y antisemita, al centro globalista y a la derechita progre que han elegido para Francia el suicidio islamista y comunista”. Por su parte, el coordinador jurídico de Vox, Jorge Buxadé, criticó, en declaraciones a Radio Libertad, que el “liberal” Macron “siempre, a última hora, va a pactar con la extrema izquierda” con tal de evitar “un Gobierno estable y que trabaje por Europa” en manos de la Agrupación Nacional.
Las elecciones francesas, en Francia y en España
La izquierda francesa, agrupada en el Nuevo Frente Popular (NFP) de socialistas, comunistas, ecologistas y La Francia Insumisa (LFI), ha dado un vuelco en la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas, en las que ha quedado en primera posición, con 195 diputados en la Asamblea Nacional.
Con estos resultados, la ultraderecha de Agrupación Nacional, liderada por Marine Le Pen y que partía como favorita tras obtener la victoria en la primera vuelta del pasado 30 de junio, ha quedado en tercera posición, con 143 parlamentarios. El partido centrista Juntos por la República, vinculado al presidente Emmanuel Macron, ha alcanzado los 168 escaños, muy por debajo de los 250 de las anteriores elecciones, aunque bastante por encima de lo que se esperaba. La participación ha sido del 67 por ciento, la mayor en varias décadas, lo que revela una importante movilización electoral para impedir la subida al poder de la ultraderecha.
De acuerdo con los datos oficiales, los votantes franceses de la Quinta Circunscripción electoral -que engloba a los residentes en España, Portugal, Andorra y Mónaco- otorgaron la victoria, en esta segunda vuelta, al actual diputado, el ‘macronista’ Stéphane Vojetta, que obtuvo casi el 61,5 por ciento de los votos (61,6 por ciento en Madrid, casi el 54 por ciento en Barcelona y un poco más del 50 por ciento en Bilbao) frente a Maxime Da Silva, de Francia Insumisa (integrada en la coalición izquierdista Nuevo Frente Popular). La candidata lepenista, Johana Maurel, había quedado en tercera posición en la primera vuelta, lo que le impidió presentarse a la segunda. La participación apenas superó el 39 por ciento.
El pasado jueves, Pedro Sánchez felicitó al nuevo primer ministro del Reino Unido, el laborista Keir Starmer, quien en los comicios legislativos celebrados ese mismo día obtuvo 412 diputados, la mayor victoria del Partido Laborista desde 2001 (y más del doble de los escaños que consiguió en las últimas elecciones, en las que ganó el conservador Boris Johnson). Por su parte, los conservadores, que han pasado de 250 a 121 diputados, han sufrido la peor derrota desde la fundación del partido en 1834 y han puesto fin a catorce años de Gobierno.
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