Eduardo González
Washington acogerá entre mañana y el jueves la Cumbre de la OTAN 2024, que marca los 75 años de la fundación de la Alianza Atlántica y en la que España participará solo una semana después de asumir el mando del grupo de combate multinacional de la OTAN en Eslovaquia.
Una de las principales novedades de esta Cumbre será el relevo al frente de la OTAN. El pasado 20 de junio, el primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte, se convirtió en el único candidato a suceder a Jens Stoltenberg como secretario general de la Alianza, después de que el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, anunciase la retirada de su candidatura y de que el Gobierno de Hungría decidiera levantar el veto al dirigente neerlandés.
Para ello, Rutte se vio obligado a asegurar al ultranacionalista primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que no implicaría a su país en las futuras actuaciones de la OTAN de apoyo a Ucrania en caso de ser elegido secretario general. De hecho, Orbán se va a plantar en Washington apenas unos días después de asumir la presidencia del Consejo de la UE y de visitar Moscú, por su cuenta y sin encomendarse a nadie, para llevar a cabo “una misión de paz” y reunirse con el presidente Vladimir Putin. Los líderes comunitarios ya han advertido de que Hungría “no tiene mandato para dialogar con Rusia en nombre de la UE”.
Lo cierto es que Rusia y Ucrania van a volver a protagonizar, inevitablemente, la Cumbre de la OTAN, la tercera desde el comienzo de la invasión rusa (la primera tuvo lugar hace dos años en Madrid). Tal como indicó la propia Alianza en su página web, los 32 aliados se reunirán en Washington, D.C. “para tomar decisiones clave sobre cómo seguir protegiendo a sus mil millones de ciudadanos mientras el mundo se enfrenta al entorno de seguridad más peligroso desde la Guerra Fría”.
Según explicó este viernes en rueda de prensa Jan Stoltenberg, el apoyo a Ucrania será la “tarea más urgente” de la OTAN y, por ello, expresó su esperanza de que “los jefes de Estado y de Gobierno acuerden un paquete sustancial para Ucrania”. “La OTAN se hará cargo de la coordinación y la provisión de la mayor parte de la asistencia de seguridad internacional”, con un comando dirigido por un general de tres estrellas y varios cientos de efectivos que operarán desde el cuartel general de la OTAN en Alemania y en los nodos logísticos en la parte oriental de la Alianza, prosiguió.
Precisamente, la Cumbre de Washington llega solo una semana después de que España haya asumido el mando del grupo de combate multinacional de la OTAN en Eslovaquia. España sucede a Chequia, que lideraba la agrupación desde su creación en 2022. Tropas de Chequia, Eslovaquia y Eslovenia se despliegan junto a los 700 soldados españoles como parte del grupo de combate, reforzando la disuasión y la defensa aliadas en el flanco oriental de la OTAN. Recientemente, varios militares españoles participaron en la dirección de otro ejercicio multinacional, el Escudo Eslovaco, que forma parte del mayor ejercicio militar de la OTAN desde la Guerra Fría. España también está contribuyendo al grupo de combate multinacional de la OTAN liderado por Canadá en Letonia.
Por otra parte, Stoltenbeg informó también este viernes de que los aliados acordarán un compromiso financiero para Ucrania y que espera que se apruebe un apoyo militar más inmediato a este país, más acuerdos bilaterales en materia de seguridad (como el firmado recientemente en Madrid por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski) y la profundización de la interoperabilidad militar. “Ucrania se está acercando a la OTAN”, añadió.
Durante la reunión ministerial de Asuntos Exteriores del pasado mes de abril, Jens Stoltenberg propuso la creación de un fondo financiero plurianual de 100.000 millones de euros de apoyo a Ucrania durante cinco años. Ese mismo día, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, defendió en Bruselas una mayor “previsibilidad” en la ayuda militar y financiera a Ucrania pero evitando “duplicidades” entre la Unión Europea y la OTAN.
Por otra parte, el secretario general aseguró también el viernes que “la disuasión y la defensa serán otros temas importantes en la Cumbre”. Según el secretario general, los aliados deberán respaldar un compromiso para fortalecer la cooperación industrial transatlántica en materia de defensa, a fin de impulsar la producción.
Gasto en defensa
Asimismo, Stoltenberg se congratuló de que 23 aliados gasten ahora al menos el 2% de su PIB en defensa. Según un reciente informe de la Alianza sobre previsión de gasto para 2024, hecho público a mediados de junio, España destinará en 2024 un total de 19.723 millones de euros, el 1,28 por ciento de su PIB, para gasto en Defensa, lo que convierte a nuestro país en el que menos fondos destina a este ámbito (en función del PIB) entre los 32 miembros de la Alianza.
En 2014, la Cumbre de la OTAN en Gales fijó el compromiso de todos los aliados de alcanzar el dos por ciento en gasto para Defensa antes de 2024. Esta meta se convirtió en 2023 en el “suelo mínimo de inversión” entre los aliados para afrontar la invasión rusa de Ucrania.
El 30 de junio de 2022, Pedro Sánchez anunció al término de la Cumbre de la OTAN en Madrid su intención de plantear ante las Cortes Generales un “acuerdo de país” para alcanzar el dos por ciento en gasto de Defensa en 2029 (por tanto, cinco años después de la fecha de 2024 establecida en la Cumbre de la OTAN de 2014). Dos semanas más tarde, el Congreso de los Diputados aprobó una propuesta de resolución del PP consensuada con el PSOE para impulsar el incremento del presupuesto de Defensa a fin de situarlo en el dos por ciento del PIB. Este acuerdo contó con el rechazo del entonces socio minoritario en el Gobierno de coalición, Unidas Podemos.
En una entrevista publicada ayer en La Vanguardia, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reiteró el compromiso del presidente del Gobierno para alcanzar el 2% del PIB en gasto de defensa para 2029. Además, Albares señaló que prevé que la OTAN apruebe en Washington un plan de acción de la Alianza para el flanco sur, en referencia a la seguridad en la toda del Sahel y África, después de haber introducido esa cuestión en la cumbre que se hizo en Madrid en 2022.
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