The Diplomat El Ministerio de Comercio de China anunció ayer una investigación 'antidumping' contra ciertas importaciones de carne de cerdo y derivados procedentes de la Unión Europea, lo que puede afectar especialmente a España, principal exportador, entre los 27, de ese producto al país asiático. Pekín adopta la medida en una respuesta anticipada a los aranceles impuestos por Bruselas a los vehículos eléctricos chinos, buscando, según los analistas, que las represalias se centren en los países considerados como impulsores de esos aranceles, entre los que se encuentra España. Según indicó el Ministerio de Comercio en su página web, la petición para investigar las importaciones de cerdo europeo a China fue presentada el pasado día 6 por la Asociación China de Ganadería. Las pesquisas se centrarán en los productos importados en 2023 y en los 'daños' que estas compras provocaron al sector chino entre 2020 y 2023. En el proceso se revisarán productos como carne de cerdo o casquería, tanto refrigerados como congelados, así como grasa de ese animal y derivados de ella o de vísceras, indica el comunicado, que apunta que la investigación comenzada este lunes se prolongará durante un año, con opción a ampliarla otros seis meses adicionales "bajo circunstancias especiales". En otro comunicado aparte, el jefe de la oficina encargada de la investigación aseguró que las pesquisas "se llevarán a cabo con arreglo a la ley y protegerán completamente los derechos de todos los implicados", afirmando asimismo que cualquier decisión que se tome tras conocer sus resultados será "objetiva y justa". A finales de mayo, semanas antes de la fecha en la que se esperaba que Bruselas anunciase los aranceles a los eléctricos, la prensa oficial china avanzó la posibilidad de que algunas empresas solicitasen esta investigación, y el pasado viernes confirmó que se había presentado oficialmente esta petición. Un día antes, el portavoz de Comercio He Yadong se había limitado a asegurar que las industrias chinas "tienen derecho a presentar una solicitud de investigación" sobre las importaciones desde Europa de cerdo y también de lácteos. "Si se cumplen las condiciones para presentar un caso, la autoridad investigadora iniciará el procedimiento de presentación y lo anunciará públicamente", adelantó el portavoz, que aseguró que esta iniciativa se ajustaría a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que entra dentro del derecho de las empresas chinas a "proteger el orden normal de la competencia en el mercado". El pasado miércoles, la Comisión Europea anunció aranceles adicionales del 21 % de media a la importación de vehículos eléctricos desde China como conclusión de una investigación antisubsidios iniciada en octubre del año pasado. En 2023, según datos citados por la patronal porcina Interporc, España exportó a China más de 560.000 toneladas de productos de cerdo por valor de 1.223 millones de euros, lo que convirtió al país asiático en el destino del 20,33 % de las ventas exteriores de porcino, aglutinando el 13,7 % del valor total. Las compras de China a España se sitúan por encima del volumen que compra a Estados Unidos, Brasil, Países Bajos y Canadá. Este sector es clave para las exportaciones agroalimentarias desde España a China: el 61 % de la facturación que obtiene el país ibérico en este sentido procede de la venta de cerdo, seguido de lejos por las bebidas y por el aceite -principalmente, de oliva-, según datos oficiales. "Los aranceles agrícolas, como los dirigidos contra el brandy francés o el cerdo español, podrían ser un castigo para los dos principales impulsores (París y Madrid) de la investigación a los eléctricos", indicó ayer la consultora Trivium China, que anticipó que Pekín daría una respuesta "selectiva" a los aranceles tanto a nivel geográfico como de sectores afectados. "China no quiere una guerra comercial con Europa", asegura esa firma, en referencia a la oposición de países como Alemania a los aranceles a los eléctricos. Entre otras posibles represalias, la prensa oficial china ha avanzado recientemente un plan para elevar a hasta un 25 % las tasas impuestas a la importación de sedanes y todocaminos (SUV) con motores de más de 2,5 litros. Tras conocer el anuncio de Pekín, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, expresó su contrariedad e indicó que “queda margen para el entendimiento”, porque “todavía no son medidas punitivas”.Por su parte, el presidente de la Asociación Agraria de Jovenes Agricultores (ASAJA), Pedro Barato manifestó: Siempre tengo una esperanza, y la esperanza es que China es un país muy grande, China necesita mucha alimentación, y yo espero que las consecuencias las paguen otros, pero no el sector agroalimentario”.