The Diplomat
El embajador británico en España, Hugh Elliott, celebró el jueves el cumpleaños del Rey Carlos III en su residencia con unos 600 invitados, entre los que se encontraba el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.
Igualmente, asistieron representantes de algunas de las empresas que contribuyen a la estrecha relación comercial entre el Reino Unido y España como Marco Patuano, CEO de Cellnex, o José Manuel Rodríguez, Director Global de Asuntos Gubernamentales e Institucionales en Iberdrola.
Carlos III celebra este sábado, 15 de junio, su segundo cumpleaños oficial como monarca. Lo hará en Londres, encabezando los actos del Trooping the colour, un desfile militar que durante más de 260 años ha marcado el aniversario oficial del soberano británico.
“Ha sido un placer celebrar este cumpleaños oficial de Su Majestad el Rey Carlos III con tantos amigos españoles. Pero es que además también hemos festejado los estrechos lazos personales que unen a nuestras familias reales, así como los vínculos comerciales, culturales e históricos que fomentan una amistad duradera y un continuo espíritu de cooperación entre España y el Reino Unido”, aseguró Elliott.
Las conexiones entre ambos países fueron precisamente el hilo conductor de la celebración, que contó con un menú ‘bilateral’ diseñado en parte por el chef británico Marc Fosh, cuyo restaurante en Palma de Mallorca cuenta con una estrella Michelin. Entre sus creaciones para los invitados a la fiesta destacaron las tartaletas de pollo ‘coronation’ -una receta creada para la coronación de la Reina Isabel II en 1953- con jamón de Jabugo o el tradicional postre inglés Eton mess con gazpacho de fresas y albahaca.
Hugh Elliott, que concluye su etapa como embajador en España en septiembre tras cinco años en el cargo, aporto su toque personal al menú con un cóctel elaborado con la ginebra británica Tanqueray 0.0% y la mermelada que él mismo prepara cada año con las naranjas amargas cultivadas en los jardines del Real Alcázar de Sevilla y que recoge en persona. Se trata de la misma mermelada que el embajador envía anualmente al Palacio de Buckingham y que no falta en la mesa de desayuno de la familia real británica.
Los fuertes lazos culturales también dieron forma a la selección musical, con la actuación conjunta de un gaitero del 152 Regimiento Real Cuerpo de Logística de Irlanda del Norte y otro español de la Brigada «Guadarrama XII». También deleitó a los asistentes la Banda de Nottinghamshire de los Ingenieros Reales. La parte final de la velada musical corrió a cargo de la DJ Cori Matius, participante de la academia musical del British Council We are equals.
Para subrayar el compromiso del rey Carlos III con la lucha contra el cambio climático, la Embajada sustituyó las decoraciones de un solo uso por otras reutilizables o reciclables. Además, algunos de los adornos se hicieron con frutas y verduras de temporada, procedentes de proveedores locales, que fueron donados al Banco de Alimentos de Madrid.
El embajador con el ministro Óscar Puente.