Juan David Latorre
La exposición Una planta de otro mundo. Un viaje a través del cacao ecuatoriano fue presentada por la Embajada de Ecuador ayer en la Sala Invernadero de los Bonsáis del Real Jardín Botánico de Madrid, con el apoyo de INSUD Pharma. La muestra estará presente hasta el próximo 7 de julio.
Tomó la palabra en la presentación la directora del Real Jardín Botánico, M. Paz Martín. “Esta exposición, señaló, supone añadir el arte a las valiosas relaciones científicas e históricas que tradicionalmente han mantenido y mantienen España y Ecuador como naciones, y singularmente el Real Jardín Botánico a través de las expediciones botánicas para descubrir la flora del territorio ecuatoriano en siglos pasados.”
“En 2018, recordó la directora, un estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution revelaba que las evidencias más antiguas del consumo del cacao habían sido localizadas en el sitio arqueológico de Santa Ana-La Florida, ubicada la ladera oriental de los Andes, en la Amazonia de Ecuador. Los restos de cacao en vasijas ceremoniales de la cultura Mayo-Chinchipe (3500-1500 a.C.) permitieron confirmar que este alimento ya era consumido en la zona en forma de bebida hace 5.300 años. En 2011, Ecuador recibió el premio como ‘mejor cacao por su calidad oral’ y ‘mejor grano de cacao por región geográfica’ en el Salón del Chocolat de París.”
Seguidamente se dirigió a los asistentes la embajadora ecuatoriana, Wilma Andrade, que señaló que “el cacao es parte de nuestra cultura y nuestra identidad, una semilla que lleva consigo una historia milenaria de comercio, de rituales ancestrales, de pueblos migrantes y conquistadores, un mundo de intercambio social y cultural, y que son el origen de nuestras raíces y de nuestros valores. Esta semilla gourmet hoy identificada como originaria del Ecuador, tiene una calidad incomparable y también refleja la historia de un pueblo trabajador y resiliente, cuya producción cacaotera de principios del siglo pasado entre 1770 y 1842 cubría el 25% de la demanda internacional de este producto y llegó a representar el 70% de las exportaciones del país”.
“Somos conscientes, prosiguió Wilma Andrade, de que nos enfrentamos a nuevos retos como la sostenibilidad y las amenazas para el cacao y toda la cadena alimentaria corre riesgos por el cambio climático, por lo que presentar una historia sobre esta maravillosa planta en un entorno, como el Real Jardín Botánico, donde se entiende y se pone en valor la relevancia de la naturaleza nos compromete y nos reafirma de que es el lugar indicado para hacerlo.”
Finalizó la embajadora de Ecuador indicando que “el cacao es testigo de los lazos culturales y científicos históricos que unen a Iberoamérica y que representa el sueño cumplido de muchos investigadores y botánicos, que intentaron introducir esta planta en las colecciones de los jardines botánicos europeos siglos atrás y que hoy en el Real Jardín Botánico es una realidad”.
La exposición está comisariada por Sabrina Guerra, historiadora de la Universidad San Francisco de Quito, y Vanessa Quintanar, integrante del Proyecto de Investigación VISUALRACE Ciencia, Racismo y Colonialismo Visual (CSIC/UCM) y especialista en la representación de alimentos americanos en las artes y las ciencias europeas y cuenta con la asesoría científica de Miguel Ángel Puig-Samper, profesor de Investigación del CSIC y especialista, entre otros temas, de las expediciones científicas en América y de la obra científica de Alexander von Humboldt.