<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>El Consejo de Ministros aprobó ayer el nombramiento de Juan Antonio March Pujol, tal como había adelantado <em><a href="https://thediplomatinspain.com/2024/01/juan-antonio-march-tras-12-anos-fuera-de-la-carrera-diplomatica-sera-embajador-en-la-india/" target="_blank" rel="noopener noreferrer">The Diplomat</a></em>. March llega al cargo después de más de doce años fuera de la Carrera Diplomática.</strong></h4> El Gobierno había pedido el plácet a las autoridades indias para nombrar embajador a Juan Antonio March, después de que el anterior embajador, José María Ridao, solicitara en diciembre de 2023 al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dejar el puesto en Nueva Delhi, para el que había sido nombrado en julio de 2021. Desde entonces, <a href="https://thediplomatinspain.com/2024/05/espana-espera-desde-hace-cinco-meses-el-placet-para-nombrar-nuevo-embajador-en-india/" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong>el Gobierno ha tenido que esperar cinco meses para que las autoridades indias concedieran el plácet, un periodo inusualmente largo</strong></a> entre dos países que no mantienen ningún tipo de discrepancia bilateral. Las fuentes consultadas por <em>The Diplomat</em> han atribuido esta tardanza al deseo del Gobierno de Narendra Modi de expresar, de alguna manera, su desacuerdo con el nombramiento de March o al hecho de que India haya estado inmersa en unas elecciones, que tienen un sistema muy complejo y que concluyeron precisamente ayer, 4 de junio. No obstante, algunos embajadores de otros países europeos cuyo plácet había sido solicitado más tarde, sí lo habían obtenido. Juan Antonio March está considerado <strong>muy próximo al ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y al ex ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos</strong>, quien se habría interesado al parecer ante las autoridades indias por la tardanza en la concesión del plácet. Nacido hace 66 años y licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1981, March ingresó en 1987 en la Carrera Diplomática, <strong>de la que lleva fuera más de doce años.</strong> Su último puesto diplomático fue el de <strong>embajador de España en Rusia</strong>, donde estuvo entre 2007 y finales de 2011, hasta la llegada del PP al Gobierno. Juan Antonio March fue miembro del Gabinete del Comisario Europeo de Relaciones Norte-Sur, Claude Cheysson (1988-1989), desde el que se encargó de la política mediterránea de la UE. Además, fue delegado permanente de la Unión Europea en el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE en París (1989-1993), director general de Cooperación con América Latina y vicepresidente de la Agencia Española de Cooperación Internacional en Madrid (1993-1996). <strong>March también estuvo destinado en Ginebra, donde simultaneó los cargos de representante permanente de España ante las Naciones Unidas y embajador ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), ambos entre 2004 y 2007.</strong> Desde el primero de los dos cargos, March ofreció -con el respaldo del entonces ministro, Miguel Ángel Moratinos- a las autoridades de Naciones Unidas que España se hiciera cargo de la renovación de la Sala XX del Palacio de Naciones de la ONU en esa localidad suiza, posteriormente renombrada como ‘Sala de los Derechos Humanos’. En esta tarea, el embajador fue, por tanto, <strong>el principal artífice de la construcción de la Cúpula del pintor español Miquel Barceló en la citada sala</strong>. De acuerdo con su oferta, el Estado correría con el 30% del coste de la obra y el resto serían contribuciones privadas. Tras la aceptación de la oferta, el Gobierno español presupuestó en 16, 6 millones de euros el coste del encargo al pintor Miquel Barceló, aunque finalmente, ese coste superó los 20 millones. La construcción de la cúpula estuvo rodeada de polémica, entre otras razones porque a la misma fueron destinados 500.000 euros con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), algo que el Gobierno intentó justificar señalando que la obra tenía como objetivo la promoción de los derechos humanos y el multilateralismo. En 2017, el entonces presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda, denunció en el Congreso de los Diputados irregularidades en la contribución del Estado a la cúpula, en los ejercicios de 2007 a 2011, indicando que “la aportación prevista, de cinco millones de euros en 2008, se elevó finalmente a 11,5 millones debido al incremento del coste y al incumplimiento de las previsiones de financiación por parte de las entidades privadas” y que el Estado tuvo que asumir un porcentaje mucho mayor del coste, ante la falta de aportaciones privadas. La Cúpula de Barceló fue inaugurada el 18 de noviembre de 2008, con casi un año de retraso sobre la fecha prevista, y en presencia de los Reyes Juan Carlos y Sofía, de José Luis Rodríguez Zapatero, del entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon; y del entonces primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, con quien el jefe del Ejecutivo español promocionaba la Alianza de Civilizaciones. En el acto estuvo presente Juan Antonio March como vicepresidente de la Fundación ONUART, cargo que compatibilizaba con el de embajador de España en Rusia, un puesto que ejerció desde diciembre de 2007 hasta la llegada del PP al Gobierno, en diciembre de 2011. Desde entonces, se había dedicado a la <strong>Fundación ONUART</strong>, en la que ejerció la Presidencia hasta el pasado mes de febrero, cuando fue sustituido por José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de España.