Nuevo Pacto de Migración y Asilo: Un gran logro de la Presidencia española de la UE

 

RESUMEN

El nuevo Pacto de Migración y Asilo de la Unión Europea ha sido uno de los grandes logros de la Presidencia española de la UE, sobre todo porque hasta ahora las normas migratorias europeas se basaban únicamente en el principio de responsabilidad, según el cual el país de primera entrada de los migrantes era el responsable de examinar sus solicitudes de asilo. Con la reforma se añade también el principio de solidaridad, por el que el resto de países miembros estarán en la obligación de ayudar a los países de primera entrada en la gestión de la migración.

 

Begoña Ochoa de Olza

 

La Reina Mab, en su carro de una sola perla, tirado por cuatro coleópteros, caminando sobre un rayo de sol, se coló por la ventana de una buhardilla. Este cuento de Azul, de Rubén Darío empieza con una alegoría que bien podría ser la Unión Europea, que avanza inexorablemente en una dirección desconocida. En este avance inexorable, la cuestión migratoria es uno de los temas candentes, que está condicionando el debate europeo actual.

 

En este marco, la adopción del Nuevo Pacto de Migración y Asilo constituye sin duda uno de los grandes logros de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Así ha sido manifestado por las más altas autoridades a nivel europeo y nacional. Y así se puede constatar si se hace una valoración técnica del mismo. Desgraciadamente, en los últimos meses, este Pacto también ha sido objeto de numerosas críticas, llegándose a calificar como una “oportunidad perdida”. Por ello, a continuación, y dado el carácter técnico de las negociaciones, se tratará de explicar de forma sencilla, en qué ha consistido dicho acuerdo, y se realizará una valoración personal del mismo.

 

Parece que en el siglo XXI vivimos el espejismo de una realidad polarizada y maniquea. Sin embargo, no conviene dejarse llevar por lo que parecerían unas sombras deformadas según el famoso mito de la caverna de Platón. En disciplinas especialmente complejas, como las relaciones internacionales o la geopolítica, es ampliamente sabido que, si se quiere hacer una valoración atinada, es preciso acudir a centros de pensamiento especializados (“think tanks”) capaces de darnos un análisis fundado, más allá de las simplificaciones en las que habitualmente incurren los medios.  Por ello, no quería dejar de subrayar la complejidad del tema migratorio, así como la necesidad de tener en cuenta distintos matices y temas de fondo. Por ello, como punto de partida parece más prudente tratar un tema tan sensible  desde una perspectiva matizada y moderada.

 

Conviene partir de una serie de puntualizaciones:

 

Asimismo, conviene situar el Nuevo Pacto de Migración y Asilo en el marco más amplio de la Presidencia española del Consejo, en la cual ha sido una prioridad absoluta y su conclusión es uno de los grandes logros. Para comprender mejor la escala de dicha negociación, es preciso destacar el gran número de personas que han estado implicadas en el proceso negociador (tanto a nivel nacional desde los diferentes Ministerios como a nivel europeo desde la Reper española y las instituciones europeas). Todo este proceso se entiende mejor si se compara con una cadena en la que cada “unidad de trabajo” es un eslabón pequeño pero necesario; siendo el Nuevo Pacto el resultado de un “trabajo en grupo” a distintos niveles (desde el nivel más bajo – los grupos técnicos- hasta el más alto -el EUCO-). Por ello, se puede considerar que el Nuevo Pacto representa un logro conjunto de la administración española, que muestra como a través de un trabajo coordinado a nivel nacional, se pueden lograr los grandes proyectos nacionales y europeos.

 

Contenido

Hasta ahora las normas migratorias europeas se basaban únicamente en el principio de responsabilidad, contenido en el Reglamento de Dublín III, según el cual el país de primera entrada de los migrantes, es el responsable de examinar sus solicitudes de asilo, recayendo por ello el grueso de la gestión migratoria en los países de primera entrada – es decir los mediterráneos, entre ellos España-. Con la reforma (que se plasma en 10 Reglamentos y Directivas), el gran logro es que el principio de responsabilidad se complementa con el principio de solidaridad. ¿Qué significa esto? Significa que el resto de países miembros (aunque no sean de primera entrada) estarán en la obligación de ayudar a sus socios europeos en la gestión de la migración. De este modo se aspira a evitar que se repita la crisis de 2015 en la que se desbordaron los sistemas de acogida de Italia y Grecia. ¿Cómo se articulará dicha ayuda? Se alude a una “solidaridad obligatoria pero flexible”, dado que los Estados miembros tendrán la obligación de ayudar a sus socios, pero podrán escoger con flexibilidad cómo hacerlo: mediante reubicaciones, asistencia técnica, asistencia financiera o mediante “medidas de solidaridad alternativas”.

 

Balance

En líneas generales cabe extraer un balance positivo por los siguientes motivos: (1) por lograr conciliar las posturas tan diferentes ya mencionadas; (2) por desbloquear un proceso atascado desde 2016; (3) por lograr un equilibrio adecuado entre solidaridad y responsabilidad incluso en términos superiores a lo inicialmente esperado; y (4) por introducir el principio de solidaridad obligatorio para todos los Estados. Por supuesto, dicho Pacto dista de ser perfecto (ninguna norma lo es) y no aspira a resolver todas las cuestiones que atañen el debate migratorio. Pero sí es un avance notable que se haya logrado un reparto más equitativo de la gestión migratoria. No obstante, varias oenegés han criticado dicho acuerdo, pues consideran que favorece los procedimientos en frontera o que no respeta los derechos de migrantes, si bien esta cuestión merecería ser tratada en un artículo aparte.

 

Próximos pasos

Se inicia un periodo de dos años para su entrada en vigor, y facilitar a los Estados miembros adaptar su marco normativo e institucional. Habrá que esperar, por tanto, para ver en qué términos se plasma tanto a nivel nacional como europeo y sobre todo confiar en que los socios europeos lo apliquen (sin olvidar que Polonia y Hungría votaron en contra).

 

Conclusión

El Nuevo Pacto de migración y Asilo, representa un logro conjunto de la administración española que introduce mejoras considerables en el marco normativo europeo, aunque por supuesto, dista de ser perfecto. Queda pendiente ver en qué términos se materializará y sobre todo que sea aplicado convenientemente por los países miembros. Constituye, por ello, un ejemplo claro de como el Reino de España ha logrado durante la Presidencia del Consejo, y gracias a nuestro trabajo conjunto como país, impulsar y mejorar el proyecto europeo. Como europeísta convencida, considero que es importante que los ciudadanos españoles seamos conscientes de una de nuestras grandes aportaciones al proyecto europeo, y de que España, día a día con su trabajo, contribuye a construir este gran proyecto europeo.

 


Begoña Ochoa de Olza Amat

Diplomática

Coordinadora en el Departamento de Protocolo de Presidencia del Gobierno. Diplomática de Carrera desde 2018, previamente ha trabajado cuatro años en temas de la Unión Europea en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación.

 

 

 

 

 

 

 

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