The Diplomat
El ministro israelí de Asuntos de la Diáspora y combate contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, afirma que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es «uno de los peores» líderes políticos del mundo y lo considera incluso «responsable» de que haya «más víctimas» en la Franja de Gaza y se retrase la liberación de los rehenes, por iniciativas como la de reconocer a corto plazo el Estado palestino, un «premio» para el terrorismo a su juicio.
Chikli, uno de los líderes internacionales invitados este fin de semana al evento político ‘Europa Viva 24’ organizado por Vox en Madrid, afirma en una entrevista a Europa Press que «líderes como Sánchez hacen que la guerra (en la Franja de Gaza) dure más», porque «anima a Hamás a seguir luchando y da «esperanza» a otros actores de la zona como Hezbolá o Irán.
El ministro insiste en que el presidente español tiene «la brújula moral rota» y le reclama mayor solidaridad hacia Israel ante «las peores masacres contra judíos desde el Holocausto», en alusión a los atentados perpetrados el 7 de octubre. Unas 1.200 personas murieron y 240 fueron secuestradas en estos ataques, que desencadenaron una operación militar en Gaza que suma más de 35.000, según datos del Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.
La lista de reproches incluye una supuesta falta de contundencia en la condena al ataque iraní de abril y la rueda de prensa ofrecida por Sánchez en el lado egipcio del paso de Rafá en noviembre y que, según Chikli, fue «contra Israel». Aspiraba, en su opinión, a «aprovecharse» de la liberación de los rehenes, hasta el punto de que no considera siquiera que Sánchez haya «visitado» Israel, porque «no basta con estar sólo físicamente».
De hecho, considera que su «amigo» Santiago Abascal fue «el único líder de un partido (español) que visitó el Estado de Israel después del 7 de octubre» y brindó un «claro mensaje de apoyo». A la pregunta de si Abascal sería de hecho mejor presidente que Sánchez, responde: «Eso es muy fácil».
El reconocimiento de Palestina
El ministro israelí advierte de que hablar de reconocer ahora a Palestina implica que «un Estado puede nacer a través del terrorismo y la violencia» -va en contra de las potenciales «fuerzas moderadas» palestinas, señala- e insta a Sánchez a «aprender más» para, por ejemplo, tener claro que la ideología islamista de Hamás equivale a la «yihad» que también defendían los terroristas del 11-M.
Asimismo, matiza que tampoco se puede alegar en este caso que «no se es pro Hamás sino pro Autoridad Palestina», porque los líderes de esta administración, responsable política de Cisjordania, no han condenado los atentados e incluso han llegado a describirlo como «una respuesta natural» a la ocupación.
«No podemos tener paz con una entidad que glorifica la yihad, la masacre de personas inocentes. No podemos firmar la paz con una entidad que paga dinero por cada terrorista» abatido por las fuerzas israelíes, afirma, para acto seguido apuntar que «tiene que haber un cambio profundo» antes de cualquier posible acercamiento. Recuerda la falta de avances tras los Acuerdos de Oslo: «No puedes coger a la bestia y convertirla en un príncipe».
Cree incluso que «ya hay una solución de dos Estados», entendiendo como tal el acuerdo de paz suscrito entre Israel y Jordania, donde «más del 70 por ciento de la población es palestina» en virtud de consideraciones coloniales derivadas del Mandato Británico, y pone en duda la reivindicación sobre Cisjordania, porque «los israelíes son los aborígenes de Judea».
«No me consta que haya ningún enclave arqueológico palestino en Judea y Samaria», ironiza, utilizando para ello el nombre bíblico de Cisjordania.