Rodrigo de Saavedra y Vinent, marqués de Villalobar, era embajador de España en Bélgica cuando Alemania invadió el país en 1914. Fue uno de los tres únicos representantes diplomáticos que no siguieron al gobierno belga al exilio en Francia. Junto al ministro de la Embajada de Estados Unidos, Brand Whilock, realizó una extraordinaria labor humanitaria, que continuó en solitario cuando Washington declaró la guerra a Alemania.