<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>El Real Madrid trata de que el Estadio Santiago Bernabéu sea elegido como escenario de la final del Campeonato Mundial de Fútbol de 2030 organizado conjuntamente por España, Portugal y Marruecos, pero echa de menos el apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez</strong>, según aseguran en el entorno de la entidad blanca. La designación del campo que acogerá la final del Mundial se ha convertido en <strong>una cuestión diplomática</strong>, porque hay muchos intereses en juego, y no sobra ningún apoyo. A priori, <strong>el nuevo Santiago Bernabéu es el favorito para ser el elegido. El propio presidente de la FIFA, Gianni Infantino, es partidario</strong> de la opción del estadio de Chamartín, pero <a href="http://El Real Madrid intenta que el Estadio Santiago Bernabéu sea elegido para la final del Mundial 2030, pero echa de menos el apoyo del Gobierno" target="_blank" rel="noopener noreferrer">según viene advirtiendo El Debate,</a> las <strong>presiones para que sea Marruecos quien se lleve la final le llegan no sólo del país magrebí, algo que resulta lógico, sino también de Francia</strong>. El presidente galo, <strong>Emmanuel Macron, está haciendo campaña activamente para que el partido se celebre en el Estadio de El Mansouri, en Beslimane</strong>, a pocos kilómetros de Casablanca. Con el respaldo de Macron, el rey Mohamed VI presenta la oferta de unas instalaciones que podrán acoger a <strong>115.000 espectadores</strong> y cuyas obras -con un coste estimado de 500 millones de euros-<strong> comenzarán en 2025, con idea de concluirlas en 2028,</strong> sólo dos años antes de la cita mundialista. A nadie se le escapa que el interés de Macron no es gratuito, por el volumen económico que el proyecto moverá y las oportunidades de negocio que se presentan para empresas francesas. <strong>El Santiago Bernabéu,</strong> una vez concluida su reforma, tendrá una capacidad de <strong>83.000 espectadores</strong>, por encima de los 80.000 que exige la FIFA para la celebración de la final, y está casi terminado. Como Portugal no dispone de campos tan grandes, ni proyecta ampliar los del Benfica o el Oporto, <strong>la disputa es cosa de dos, con la diferencia de que mientras la opción marroquí cuenta con una presión activa en el ámbito diplomático, la del Estadio Santiago Bernabéu, por la que aboga el Real Madrid no tiene, al menos públicamente, el respaldo del Gobierno de España.</strong> Según las informaciones firmadas por <em>Tomás González-Martín en El Debate</em>, en la pasividad del jefe del Ejecutivo español influye el deseo de no enfrentarse ni a Marruecos ni tampoco a los independentistas catalanes que le sostienen en el Gobierno. Estos, mayoritariamente ‘culés’, ansían la final del Mundial en el Nou Camp y, antes que ver como se celebra en la capital de España, prefieren que tenga lugar en el país magrebí.