Eduardo González
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró ayer en el Congreso de los Diputados que “España está preparada para reconocer al Estado palestino” y recordó al Partido Popular que, en su último programa electoral, defendía la solución de dos Estados, pero se ha olvidado de ella porque “su política internacional la marca José María Aznar”. Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, le aseguró que su partido defiende los dos Estados, pero “no unilateralmente”, y le acusó de estar “cegado por ansias de protagonismo” en lo relativo al conflicto de Oriente Próximo.
Sánchez compareció ante el pleno del Congreso de los Diputados para, a petición propia, informar del Consejo Europeo Ordinario celebrado los días 21 y 22 de marzo de 2024 y para, a petición del PP, dar cuenta de cómo se organizó su reciente viaje oficial a Marruecos. No obstante, como era de esperar, la comparecencia y sus réplicas se convirtieron en un debate sobre la totalidad de la política del Gobierno, tanto internacional como nacional.
“Les pido mirar más allá de nuestras fronteras”, manifestó Sánchez en el inicio de su primera intervención. “Nuestra vecindad es cada vez más inestable y conflictiva, la UE está rodeada de países en guerra, que han padecido golpes de Estado y que han virado hacia formas más autócratas, la guerra de Ucrania pone en jaque la seguridad alimentaria, la violencia y la miseria sigue azotando otras zonas, como Siria, y se está produciendo uno de los desastres humanitarios más deplorables de este siglo en Gaza”, prosiguió. “La respuesta absolutamente desproporcionada al ataque de Hamás echa por tierra décadas de derecho humanitarios y amenaza con desestabilizar Oriente Medio”, agregó.
Por ello, Pedro Sánchez insistió en “la solución de dos Estados”. “Se abre paso nuestro llamamiento al reconocimiento del Estado palestino, y daré continuidad a esto con una ronda de visitas”, explicó, en referencia a los desplazamientos que efectuará en los próximos días a varios países europeos (Polonia, Noruega, Irlanda, Eslovenia y Bélgica) para concertar el momento para reconocer a Palestina. “No podemos ayudar a la comunidad palestina si no les reconocemos como Estado, y España está preparada para reconocer al Estado palestino”, añadió.
Posteriormente, y en su primera contrarréplica al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, Sánchez recordó que el último programa electoral del PP proponía “trabajar para la resolución del conflicto israelí-palestino, con la solución de los dos Estados”, pero “ahora el señor Aznar ha decidido que no y el señor Feijóo baja la cabeza y asiente”, en referencia a las palabras del expresidente del Gobierno José María Aznar en las que calificó de “absurdo” el Estado palestino. “Quien sigue marcando la política internacional del PP es José María Aznar”, hasta el punto de obligar a Feijóo a “traicionarse” y a traicionar a sus votantes, denunció.
Por otra parte, Sánchez, a pesar de una batería de preguntas formuladas por Feijóo sobre el cambio de postura respecto al Sahara Occidental, hizo una muy breve referencia a Marruecos para defender la relación de España con su vecino del sur en materia económica y migratoria y para destacar los últimos acuerdos entre ambos Gobiernos.
Pedro Sánchez también aprovechó su intervención para insistir en la necesidad de incrementar la inversión en Defensa y Seguridad, un aspecto que ha sido “desatendido” por la UE. “La UE registra un déficit de inversión en Defensa de 56.000 millones de euros, tenemos serias carencias en industria de Defensa”, lamentó. “Aunque (el presidente ruso, Vladimir) Putin no ha ganado la guerra tampoco la ha perdido y, si no aumentamos nuestro apoyo a Ucrania, el frente ucraniano puede retroceder posiciones esta primavera”, advirtió Sánchez. “Desde España no se oyen los bombardeos en Ucrania, pero sí las voces que nos piden ayuda”, agregó.
“Europa debe influir en la geopolítica para defender sus intereses y sus valores”, prosiguió Sánchez. “Para eso necesitamos reforzar nuestra capacidad de disuasión para poder ser respetados, para proteger ese proyecto de paz que es Europa”, aseguró. “España quiere jugar ese papel como la cuarta economía de Europa, por eso hay que aumentar nuestra inversión en Defensa, aunque apostamos también por la paz y la diplomacia”, manifestó.
En todo caso, Sánchez dejó clara su posición en contra del envío de tropas a Ucrania y de evitar cualquier escalada bélica, incluida la “escalada verbal”. “Debemos evitar las escaladas verbales: ni Tercera Guerra Mundial, ni envío de soldados ni economía de guerra, que causan miedo a nuestros ciudadanos”, agregó.
Respuesta de Feijóo
En su primera respuesta, Alberto Núñez Feijóo denunció que la política internacional de Sánchez “es igual que la nacional: llena de bandazos, dependiente de quien no debería, lleno de sospechas”, y reprochó al presidente del Gobierno que no le tenga informado sobre sus decisiones en materia de política internacional. “Informar lo han hecho todos los presidentes, menos usted. No consulta con la oposición ni con el Congreso”, aseguró.
Asimismo, preguntó a Sánchez sobre su “cambio de postura frente al Sáhara”, sobre los motivos por los que “no habla del régimen de Venezuela” y sobre el agradecimiento de “Hamás y los hutíes al Gobierno de España”. “¿Cree que alguien como usted, que practica la política más frágil y destructiva, está en condiciones de ofrecerse como garantía de algo? Habla de radicalismo y se une a los más radicales. ¿Cómo da lecciones de condena de violencia habiendo convertido a Bildu en el pilar de su Gobierno?”, prosiguió.
“Haga el favor de no escoger entre las atrocidades de nuestro mundo”, porque “entre víctimas inocentes no se hacen distinción: las hay en Israel y Gaza, en Rusia y en Ucrania, en Venezuela y en España hasta no hace mucho. Yo las tengo presentes a todas. ¿Y usted? ¿Y sus socios?”, continuó Feijóo. “Hace escasas semanas no condenó las prácticas del régimen de Maduro (…) Qué valiente es usted con los dictadores muertos y qué sumiso con los vivos”, proclamó.
En cuanto a la guerra de Ucrania, el líder del PP declaró: “Tiene más apoyo de mi partido que de sus socios actuales”. “Hay una guerra y nos jugamos mucho, estoy seguro de que muchos de sus socios frivolizan con esto”, afirmó. “España no puede ser un apoyo financiero para Rusia”, añadió, en referencia a la compra de gas ruso.
Asimismo, Feijóo aseguró que, en efecto, el programa electoral del PP defiende la solución de los dos Estados, pero “no de la manera que quiere hacerlo Sánchez, unilateralmente”, que puede “perjudicar” a los palestinos. “Usted está cegado por ansias de protagonismo y, una vez más, pone el titular por delante de las personas que dice defender”, le reprochó. “No le digo que no lo haga, sino que lo haga con otros países”, añadió.
Los socios piden romper con Israel
Entre el resto de las intervenciones, el líder de Vox, Santiago Abascal, se preguntó si “no habría sido más fácil que Marruecos fuera al Consejo Europeo en lugar de Sánchez, ya que la política exterior de España se dicta desde allí”. “¿Acaso alguien cree que Sánchez puede defender una postura internacional sin el visto bueno de Marruecos?”, agregó.
La crítica a Sánchez le llegó también de sus socios de Gobierno y de sus apoyos parlamentarios, que le pidieron una mayor dureza hacia Israel. La portavoz de Podemos, Ione Belarra; y el de Bildu, Oskar Matute, exigieron al jefe del Ejecutivo que España rompa relaciones diplomáticas con Israel.
Por su parte, Íñigo Errejón, portavoz de Sumar (socio minoritario del Gobierno de coalición), se dirigió directamente a Feijóo para asegurarle que su formación sí condena los atentados de Hamás, “no mientan”, pero “han muerto más de 33.000 palestinos, ¿ustedes condenan los muertos en Gaza?”. “Lo que vale para Ucrania, vale para Palestina, y lo que vale para Palestina, vale para el Sáhara, aunque en esto no estemos de acuerdo”, advirtió Errejón, que pidió a Sánchez que el reconocimiento de Palestina como Estado se haga “en sede parlamentaria y no en un mitin”. Errejón, además, reclamó un embargo total de compra y de venta de armas a Israel y la ruptura de las relaciones comerciales.
Asimismo, rechazó la economía “belicista” y se mostró en contra del aumento del gasto armamentístico. “La clase trabajadora no puede hacer un sacrificio para elevar el gasto militar. En Sumar no nos van a encontrar ahí”, concluyó. A este respecto, Sánchez le respondió que es “contradictorio” pedir “una UE autónoma y, a la vez, pedir que no se invierta más en defensa”.