Debussy y su influencia es el título del concierto que la pianista francesa Ida Pelliccioli presenta el próximo viernes a las 20 horas en el Teatro del Instituto Francés de Madrid, y en el que, además, ofrecerá música de los compositores Rameau y Albéniz. Imprescindible reservar en este enlace.
Ida Pelliccioli nació en Bérgamo, Italia. Estudió en el Conservatoire de Région de Nice y en la Ecole Normale de Musique-Alfred Cortot en París. Durante sus estudios, Ida Pelliccioli recibió varias becas, entre ellas una de la Fundación Zygmunt Zaleski y una de la Fundación Albert Roussel. Ida Pelliccioli recibió un doble diploma en interpretación y pedagogía, en la Ecole Normale de París. Recibió orientación artística de Norma Fisher, que enseña en el Royal College of Music de Londres, Stephen Gutman, y es una de las pocas estudiantes del pianista cubano Jorge Luis Prats. Ella optó por evitar el circuito de competición internacional y, antes de convertirse en pianista a tiempo completo, recibió un diploma de doble Máster en la Universidad de la Sorbona, en literatura italiana y en historia de la Antigua Grecia, especializándose en la práctica de la música durante el período helenístico.
El programa del concierto pretende crear eco entre la música de Debussy y la música de dos compositores que la influenciaron. Por un lado, Rameau, que Debussy describió como el pináculo de la tradición francesa. Por otro lado, Albéniz, ejemplo de cómo Debussy encontró una importante fuente de inspiración para reinterpretar la música de tierras extranjeras. Los modismos españoles inspiraron parte de su música más animada.
Tres de las piezas elegidas en este programa están unidas por un mismo elemento de inspiración: el palacio de la Alhambra de Granada, en España. La Vega también recibió el nombre de Suite Alhambra, La Puerta del Vino hace referencia a la puerta del mismo palacio granadino. La principal fuente de inspiración de esta pieza fue una postal de la puerta, enviada a Debussy por su colega compositor Manuel de Falla. Y por último, Soirée à Grenade (1903) utiliza la escala árabe e imita el rasgueo de la guitarra para evocar imágenes de esta misma tierra y herencia. Masques (1904) también ha sido calificada de inspiración española, y completa esta selección de recreaciones de esta tierra que Debussy nunca visitó. Su España era una tierra inventada, una tierra de la imaginación.