<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Ministerio de Asuntos Exteriores se ha abstenido de informar sobre el número de submarinos nucleares que circulan por el Estrecho de Gibraltar porque se trata de “información clasificada” dentro del ámbito de la OTAN.</strong></h4> El pasado 5 de febrero, <strong>el Grupo Parlamentario Popular del Congreso de los Diputados</strong> registró una pregunta por escrito en la que recordaba que, <strong>“en una resolución emitida por el Consejo de la Transparencia, se ha dispuesto que el Ministerio de Asuntos Exteriores debe informar sobre el importante número de submarinos nucleares que circulan por el Estrecho de Gibraltar desde hace décadas”. </strong>Pese a esa resolución, prosigue el texto, el Ministerio se ha negado a responder a una “petición tramitada por un ciudadano particular” sobre esta cuestión. Por ello, el PP pregunta “cuáles fueron los motivos por los que se denegaron los datos, en primera instancia, al ciudadano particular” y, “en vista de la resolución del Consejo de la Transparencia”, si “procederá el Ministerio a facilitar el acceso a la información solicitada”. Por último, el PP recuerda que <strong>“España no cuenta con un plan específico de seguridad y de emergencia nuclear para la zona del Campo de Gibraltar, como sí tiene Reino Unido para Gibraltar”,</strong> por lo que pregunta al Gobierno si considera peligrosa “la presencia de submarinos nucleares en la zona del Campo de Gibraltar” y “cuándo prevé el Gobierno elaborar dicho plan específico”. En su respuesta, publicada el pasado 13 de marzo, el Ministerio de Asuntos Exteriores recuerda que “<strong>todas las comunicaciones relativas a la presencia de submarinos nucleares en Gibraltar, que se lleva a cabo a través de los canales establecidos de la OTAN, es información calificada, según los casos, como confidencial o reservado</strong>, lo que, según la Orden Ministerial 76/2006, de 19 de mayo, que aprueba la política de seguridad de la información del Ministerio de Defensa, impide su difusión fuera de los canales clasificados como Confidencial/NATO Confidential”. Además, prosigue Exteriores, “la Ley 9/1968 de secretos oficiales, modificada por la Ley 48/1978, establece que <strong>la información calificada como Reservado es materia clasificada, sometida a medidas de difusión todavía más restrictivas</strong>”. Por último, el artículo uno, apartado tres, del Acuerdo sobre la Seguridad de la Información entre las Partes en el Tratado del Atlántico Norte, establece que las Partes se abstendrán de utilizar la información clasificada “para fines distintos de los establecidos en el Tratado del Atlántico Norte y en las decisiones y resoluciones relativas a dicho Tratado”. “Todo ello justifica y motiva la invocación del artículo 14, letras a, b y c, de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, como <strong>causas para desestimar la petición de entrega de copia de una información que goza de la clasificación señalada</strong>”, concluye la respuesta. La organización ecologista <strong>Verdemar-Ecologistas en Acción ha denunciado reiteradamente la llegada al puerto militar de Gibraltar de submarinos nucleares británicos o estadounidenses para labores de reparación que “ponen en peligro a la población del Estrecho de Gibraltar”,</strong> por lo que ha reclamado que la zona <strong>“quede libre de artefactos de propulsión nuclear y otros buques que son auténticas bombas flotantes”. </strong> Concretamente, según la organización ecologista, desde que se reparara el ‘HMS Tireless’ en 2000-2001, <strong>“han pasado más de cien submarinos, y muchos de ellos con problemas”,</strong> como ocurrió en 2016, cuando el submarino nuclear de la Armada Real Británica ‘HMS Ambush colisionó con un buque mercante en el mar de Alborán, en el transcurso de unos ejercicios de entrenamiento. “No tenemos ni queremos un Plan de Emergencia nuclear, sino que se vayan”, advirtió Verdemar en mayo de 2023 con motivo de la llegada al puerto de Gibraltar de un nuevo submarino británico de propulsión nuclear, el ‘HMS Triumph’ a Gibraltar, que había estado “implicado en un incidente” en la base escocesa de Devenport, concretamente, un fallo de refrigeración que “provocó una alarma de accidente nuclear por el recalentamiento de los reactores de los submarinos”. En noviembre de 2022 llegó a Gibraltar el submarino estadounidense de propulsión nuclear ‘USS Rhode Island’, de la clase Ohio, sólo un mes después de que lo hiciera el ‘USS Florida’, lo que provocó las quejas del Gobierno español.