The Diplomat
Juan Bolívar Díaz, embajador de la República Dominicana, ha sido galardonado con el prestigioso premio People 10 en reconocimiento a su excepcional labor y dedicación en la promoción de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y la diversidad cultural.
El galardón, entregado en un acto que tuvo lugar el pasado martes 19 de marzo en Casa América, fue recibido por la ministra consejera, Carmen Amelia Cedeño, en representación del embajador Díaz, quien se encontraba en misión oficial en Valencia. El premio fue otorgado por la Asociación de Mujeres Empresarias Iberoamericanas (AMEIB) en conmemoración del Día de la Mujer en el marco del II Congreso Internacional «EUROES 21th CENTURY: Mujeres Europarlamentarias Españolas y Mujeres Latinoamericanas en su lucha contra la xenofobia y el racismo». Este acto reunió a una notable selección de líderes políticos, empresariales y de medios de comunicación, así como a invitados especiales de diversas embajadas y organismos internacionales.
Además del embajador Juan Bolívar Díaz, recibieron el premio Fuencisla Clemares Sempere, CEO de Google para España y Portugal; Paula Gómez-Angulo Amorós, concejal presidenta de la Junta Municipal de Distrito de Tetuán en Madrid; Ana María Choquehuanca De Villanueva, ministra de la Producción del Gobierno de la República del Perú; Narciso Casado Martín, secretario permanente de la CEIB y director general de CEOE Internacional; Amapola Blasco Marhuenda, directora general de Atención Humanitaria y del Sistema de Acogida de Protección Internacional del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España; Tomás Burgos Gallego, viceconsejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía; Bárbara García Torijano, consejera de Bienestar Social del Gobierno de Castilla-La Mancha; Andrés Allamand, secretario general Iberoamericano -SEGIB; Ana Dávila Ponce De León, consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid.
El galardón en esta ocasión estuvo representado por un Reloj de Arena, como “un recordatorio tangible de que el tiempo nunca se detiene y ello conduce a la persona a aprovecharlo en la toma de decisiones que favorezcan a toda la sociedad”.