The Diplomat
El PP denunció ayer en el Senado que el Gobierno ha cedido ante Marruecos a cambio de nada y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, acusó al principal partido de la oposición de no tener “ni sentido de Estado ni sentido común”.
Durante una sesión parlamentaria de control al Gobierno en el pleno del Senado, Pilar Rojo, del PP, afirmó que el resultado del cambio de postura de España respecto al Sáhara Occidental y el acercamiento a Marruecos ha sido un incremento en el número de inmigrantes irregulares y el incumplimiento del compromiso marroquí de abrir aduanas con Ceuta y Melilla.
Según Rojo, la “etapa nueva de amistad” con Rabat ha supuesto, “en realidad, uno más de los múltiples chantajes y humillaciones con los que Marruecos les está haciendo pagar sus errores y su debilidad desde que llegaron al Gobierno”.
En su respuesta, Albares lamentó la “obsesión antimarroquí” del PP y afirmó que al Partido Popular “no es que les falte sentido de Estado, es que les falta sentido común”. España, “como cualquier país del planeta”, debe intentar tener las mejores relaciones con los países con los que tiene frontera terrestre, advirtió. “Es una norma de política exterior, aunque veo que desconoce todo sobre lo que son políticas de Estado”, añadió.
Con su actitud, según el ministro, el PP está “dando la espalda” a “un socio clave para la lucha contra el terrorismo yihadista y la lucha contra la migración irregular”, a más de 21.000 millones de euros en intercambios comerciales, a 17.000 empresas exportadoras, “a los 17.000 españoles” que viven en el reino alauí, al casi millón de marroquíes que lo hacen en España y “a diez millones de españoles” que viven en Andalucía, Canarias y Ceuta y Melilla.
Albares recordó también que el expresidente del Gobierno José María Aznar nunca visitó las dos Ciudades Autónomas y Mariano Rajoy, también del PP, solo lo hizo en una ocasión, mientras que el actual jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha viajado tres veces a Ceuta y Melilla, en una de ellas para presentar un Plan Integral de desarrollo para ambas Ciudades Autónomas.