<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha afirmado que el proceso electoral en Rusia estuvo “muy alejado de unas elecciones democráticas con las garantías necesarias” y advirtió de que España y la UE no conceden “ninguna legitimidad” al “simulacro de elecciones” en los “territorios ucranianos ocupados militarmente”.</strong></h4> <strong>“Ha habido un simulacro de elecciones en territorios ocupados militarmente de Ucrania”,</strong> declaró el ministro a su llegada a la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, que se celebró ayer en Bruselas El proceso electoral presidencial en Rusia, organizado entre el 15 y el 17 de marzo por el Gobierno del presidente Vladimir Putin, estuvo <strong>“muy alejado, por decirlo diplomáticamente, de lo que consideramos en la UE y en España unas elecciones democráticas con las garantías necesarias y, por supuesto, no concedemos ninguna legitimidad ni se puede derivar ningún derecho de los procesos que se hayan podido dar en territorios ucranianos ocupados militarmente”</strong>, advirtió. Albares se adhiere, por tanto, la <strong>postura de la UE,</strong> que ha denunciado, en un comunicado, que los comicios se han desarrollado “en un ambiente restringido para los políticos de la oposición, los medios de comunicación independientes y otras voces críticas con el régimen” y en un contexto “de censura incluso para aquellos candidatos que se oponían a la guerra ilegal de agresión de Rusia contra Ucrania”. La Unión condena, además, las elecciones celebradas en los territorios de Ucrania que “han sido ocupados por Rusia temporalmente: República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol, así como en partes de las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson”. “Estas elecciones también suponen una violación del derecho internacional por parte de Rusia, incluida la Carta de las Naciones Unidas y de la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania”, advierte la UE, que “piden a Rusia que respete las fronteras y la soberanía internacionalmente reconocida en Ucrania” y reafirma que no reconocerá “el valor de estas elecciones en los territorios de Ucrania que han sido ocupados, que considera nulas y sin la capacidad de poder producir ningún efecto legal”.