Juan David Latorre
El pasado lunes, el Instituto Rumano de Cultura inauguró la exposición de patrimonio La blusa tradicional. La elegancia de las prendas en Rumanía en el Museo de Artes y Tradiciones Populares UAM (calle Carlos Arniches, 3-5), con el Museo Astra de Sibiu, bajo los auspicios de Embajada de Rumanía y el patrocinio de Ministerio rumano de Cultura.
En el acto estuvieron presentes Miguel Manso Silván, vicerrector de Campus e Infraestructuras de la Universidad Aunónoma de Madrid (UAM); Ana Isabel Díaz Plaza Varón, conservadora del Museo de Arte y Tradiciones Populares; Raluca Mihăilă, encargada de Negocios de la Embajada de Rumanía; Mirela Crețu- directora, responsable de la gestión de las colecciones del Museo ASTRA de Sibiu y las expertas Iulia Teodorescu, Elena Gãvan y Camelia Ştefan del Museo ASTRA.
Durante el acto, la directora del Instituto Rumano de Cultura, Maria Floarea Pop, señaló que “es nuestra responsabilidad perpetuar y transmitir a las siguientes generaciones el amor por la blusa rumana y por los símbolos tradicionales que completan nuestro patrimonio identitario y así el día 24 de julio considerado como el día universal de la blusa rumana”.
Seguidamente tomó la palabra Raluca Mihăilă, que manifestó: “Hemos conseguido poner en el punto de mira 138 piezas de patrimonio que constituyen un verdadero tesoro de nuestras tradiciones. Este acontecimiento es algo más que una simple presentación de nuestros trajes y camisas tradicionales, es un cuento vivo que nos habla de nuestras raíces comunes, de nuestros valores compartidos y de la belleza de la diversidad cultural. Es también una oportunidad para comprender y apreciar los fuertes lazos que unen a Rumanía y España, y para reforzar la amistad y el entendimiento mutuo”.
La exposición reúne blusas tradicionales de las colecciones del Museo ASTRA de Sibiu, exhibidas ya sea individualmente o en conjuntos de trajes tradicionales, pertenecientes al espacio multiétnico transilvano en diálogo con blusas de zonas limítrofes, desde finales del siglo XIX hasta el siglo XX. Durante este período, en el contexto político-cultural de búsqueda y definición de la identidad nacional, empieza el proceso de reconocimiento del estatuto patrimonial para el traje tradicional. Los trajes seleccionados destacan la importancia de los códigos de vestimenta de los portadores, con elementos de corte similares, pero tratados de manera diferente de una región a otra. El énfasis se pone en la elegancia del traje y en resaltar el estatus social del portador/portadora en un momento determinado de la vida. Las blusas se convierten en códigos no verbales con un fuerte impacto visual.