Julio García-Aquí Europa
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, reclamó ayer en Bruselas que se adopte ya una posición común a nivel de la Unión Europea sobre “cómo reducir o prohibir” las importaciones de gas ruso, incluyendo el gas natural licuado (GNL), “cuanto antes”.
A su llegada a la reunión del Consejo de Transportes, Telecomunicaciones y Energía, Ribera mostró su disposición a insistir en esta postura y recalcó que “necesitamos una posición común de Europa, y no de cara al futuro, sino lo antes posible”.
Concretamente, Ribera hizo referencia a la propuesta que presentó ayer la delegación lituana, en la que se insta a la Comisión Europea a presentar propuestas legislativas “urgentes” para garantizar el cese de las importaciones de gas ruso, a partir del 1 de enero de 2027.
“Hay un país que dice que deberíamos ser mucho más duros en las importaciones de GNL procedentes de Rusia y creo que lo que hemos visto por el momento es que necesitamos contar con una posición común”, apuntó la vicepresidenta.
Además, recordó que el paquete del gas incluye una disposición que permite los Estados miembro tomar medidas nacionales proporcionadas en términos de reducción de las importaciones de gas. No obstante, preguntada por los periodistas sobre la posible activación de esta cláusula en España, respondió: “¿y si lo prohíbo unilateralmente y llega a través de Francia?”.
Por ello, insistió en que “la única manera de avanzar es contar con una recomendación que venga de la Comisión” para encontrar “un enfoque común sobre cómo reducir o prohibir las importaciones procedentes de Rusia”.
“Hay una conciencia importante sobre la necesidad de seguir impulsado una reducción de la demanda”, añadió, por lo que espera también que las recomendaciones de la Comisión para mantener el descenso de un 15% en el consumo de gas se vayan “a adoptar sin ningún tipo de problema”.