<h6><strong>Eduardo González </strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participó ayer en Bruselas en un Consejo Europeo Extraordinario que se presumía largo y complejo y que concluyó mucho antes de lo que se esperaba, después de que el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, cediese ante el resto de los Estados miembros y aceptase la revisión del Marco Financiero Plurianual (MFP) y, por tanto, la puesta en marcha de una ayuda de 50.000 millones de euros a Ucrania para los próximos tres años.</strong></h4> <strong> </strong> <strong>“Se trata de una buena noticia para España, para Europa y para el pueblo ucraniano y la ciudadanía del mundo libre en general”</strong>, manifestó el presidente del Gobierno en la rueda de prensa posterior al Consejo. Este nuevo paquete de 50.000 millones de euros para Ucrania, declaró, “servirá para combatir el autoritarismo de Putin y proteger nuestras democracias”. A pesar de que todo apuntaba a que la Cumbre sería larga, poco después del inicio el <strong>presidente del Consejo, Charles Michel</strong>, informó a través de redes sociales de que los Veintisiete habían llegado a un acuerdo que “asegura una financiación firme, predecible y a largo plazo para Ucrania”. El MFP había sido apoyado por 26 de los 27 Estados miembros y vetado por Hungría en el Consejo Europeo de diciembre (el último de la Presidencia española). Orbán ha mostrado una actitud bastante díscola respecto a la guerra de Ucrania casi desde el principio, contribuyendo en ocasiones a retrasar la adopción de sanciones contra Rusia, aunque sin llegar a vetarlas. Pero en el caso del MFP, el primer ministro húngaro sí se había mostrado especialmente beligerante en represalia por la decisión de la Comisión Europea de congelar alrededor de 22.000 millones de euros procedentes de los fondos europeos de recuperación a causa de sus dudas sobre la calidad del Estado de derecho en Hungría. La revisión del Marco Financiero Plurianual asegura una financiación firme, predecible y a largo plazo para Ucrania, con un paquete de 50.000 millones de euros (33.000 millones de euros en forma de préstamos y 17.000 millones en forma de ayuda no reembolsable) para el periodo 2024-2027. Según lo acordado, una condición previa para el apoyo a Ucrania en el marco del Mecanismo es que el país siga manteniendo y respetando mecanismos democráticos efectivos, incluido un sistema parlamentario multipartidista y el Estado de derecho, y garantice el respeto de los derechos humanos. Asimismo, el Consejo Europeo celebrará cada año un debate sobre la aplicación del Mecanismo con vistas a proporcionar orientaciones y, en caso de ser necesario, el Consejo Europeo invitará dentro de dos años a la Comisión a que presente una propuesta de revisión en el contexto del nuevo MFP. <strong>El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski</strong>, celebró ayer el acuerdo y destacó que “es muy importante que la decisión la hayan tomado los 27 líderes, lo que una vez más demuestra la fuerte unidad de la UE”. “El apoyo financiero continuo de la UE a Ucrania fortalecerá la estabilidad económica y financiera a largo plazo, que no es menos importante que la asistencia militar y las sanciones a Rusia”, añadió a través de la red social X. <h5><strong>Ayuda militar</strong></h5> <strong>Aparte, los líderes europeos mostraron ayer su intención de seguir proporcionando apoyo militar “oportuno, predecible y sostenible” a Ucrania “el tiempo que sea necesario”, destacó Pedro Sánchez</strong>. Esta ayuda se canalizará a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz y de la Misión de Asistencia Militar de la Unión Europea, así como mediante el fortalecimiento de la industria europea de defensa. “Vamos a seguir dotando a Ucrania del material necesario para defender su territorio, sus instituciones y su población frente a la agresión rusa”, aseguró el presidente del Gobierno. En su próxima sesión de marzo de 2024, el Consejo Europeo volverá a tratar la cuestión de la seguridad y la defensa, incluida la necesidad de que Europa aumente su preparación global en esta materia y siga reforzando su base tecnológica e industrial de defensa con vistas a garantizar una industria europea más resistente, innovadora y competitiva.