<strong>Luis Ayllón</strong> <h4><strong>Su Majestad el Rey abogó ayer por el establecimiento de “un alto el fuego duradero” en la Franja de Gaza, durante el discurso que pronunció en la tradicional recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en España.</strong></h4> <strong>El acto se celebró en el Palacio Real, con la asistencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.</strong> Los Reyes saludaron a cada uno de los representantes diplomáticos, y después, tras unas palabras del <strong>Nuncio de Su Santidad, monseñor Bernardito Auza</strong>, como decano del Cuerpo Diplomático, don Felipe pronunció un discurso en el que reconoció que nos encontramos en un contexto internacional “muy complicado”. Sus primeras palabras fueron para la guerra que se vive en <strong>Gaza</strong> y, tras condenar de manera “enérgica” el <strong>“execrable atentado terrorista”</strong> que sufrió Israel pasado 7 de octubre, señaló que <strong>“los rehenes deben ser inmediatamente liberados”</strong>. Acto seguido, añadió que <strong>“debe facilitarse al máximo el acceso humanitario para atender a la población palestina de Gaza y establecer un alto el fuego duradero”.</strong> Como ha hecho en otras ocasiones, el Monarca subrayó que España viene defendiendo <strong>la solución de dos Estados -Israel y Palestina- “con garantías de seguridad mutuas, plena independencia y fronteras reconocidas”.</strong> <strong>Entre los embajadores se encontraban la de Israel, Rebeca Radian-Gordon, que regreso recientemente a España</strong>, tras haber sido llamada consultas por su Gobierno en protesta por unas declaraciones críticas de Pedro Sánchez sobre la actuación israelí en Gaza; y <strong>el jefe de la Misión Palestina, Husni Abdel Wahed</strong>, quien sobre su traje llevaba la una tradicional kufiya, símbolo de la resistencia palestina. <h5><strong>Asistencia del embajador de Ucrania, ausencia del de Rusia</strong></h5> Asimismo, el Rey puso de relieve que se van a cumplir <strong>dos años desde la invasión de Ucrania por Rusia</strong>, que calificó de “injustificada e injustificable” y aseguró que España seguirá trabajando con sus socios europeos y considera que la fórmula de paz propuesta por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski es una base sólida para lograr esa paz. Las palabras del Rey fueron escuchadas con atención por e<strong>l embajador ucraniano, Sergei Pohoreltsev, pero no así por el ruso, Yuri Klimenko</strong>, quien, tras presentar sus Cartas Credenciales en abril del pasado año, fue invitado al igual que todos los embajadores acreditados, pero finalmente no ha acudido a la recepción ni tampoco ningún miembro de su Embajada. Refiriéndose a los conflictos de Gaza y Ucrania y al que viven otras regiones como el Sahel, el Rey señaló que es necesario <strong>“seguir abogando por la defensa inquebrantable de la Carta de Naciones Unidas y del Derecho Internacional, incluido el Derecho Internacional Humanitario”.</strong> <strong>No hubo, sin embargo, en el discurso del Monarca ninguna referencia directa a la situación que se vive en el Mar Rojo</strong> por los ataques de las milicias hutíes a los barcos que navegan por esa zona, ni tampoco a la operación que Estados Unidos quiere poner en marcha, y a la que España no se sumó. En cualquier caso, don Felipe calificó de “<strong>excelente” el estado de las relaciones con Estados Unidos,</strong> cuya embajadora se encontraba presente en el acto. También el Monarca dijo que España “<strong>seguirá participando en la disuasión y defensa colectiva en el flanco oriental</strong>, con un nuevo destacamento en Eslovaquia, asumiendo el liderazgo de la brigada multinacional de la OTAN en el pañis y con otro nuevo contingente en Rumanía. <h5><strong>América Latina, África y Asia</strong></h5> Como es habitual en este discurso de felicitación del año a los embajadores, el Rey hizo un repaso a las distintas áreas geográficas consideradas de especial interés para España. Así en el caso de Iberoamérica dijo que nuestro país seguirá trabajando por completar la red de acuerdos que unen a la UE con <strong>América Latina.</strong> Al propio tiempo, destacó que el español es uno de los mayores activos que tienen tanto España como la comunidad de hispanohablantes y aseguró que “la Corona tiene un compromiso permanente con la difusión del español a nivel internacional”. Indicó que <strong>África</strong> es también una prioridad para la política exterior española, que -dijo- mantiene "un enfoque cercano, constructivo y con visión de futuro" en especial con los países del Sahel y de África Occidental y está plenamente "comprometida con su estabilidad y prosperidad". En cuanto a <strong>Asia</strong>, manifestó que "se consolida como nuevo escenario prioritario de nuestra política exterior, por su gran importancia económica y su relevancia geopolítica", y citó a países como India, Japón y <strong>China, cuyo embajador, Yao Jing, no pudo estar presente en la ceremonia, porque aún ha podido presentar Cartas Credenciales ante el Rey.</strong> Por el mismo motivo, <strong>no asistió el embajador de Argelia, Abdelfetá Daghmun,</strong> que llegó recientemente a España, diecinueve meses después de que el Gobierno de su país decidiera la retirada del embajador que estaba entonces en Madrid, en protesta por el giro dado por el Gobierno español en relación con el Sáhara Occidental. Su representación la ostentó el encargado de Negocios. <strong>Tampoco hubo alusión alguna del Monarca al contencioso del Sáhara ni a Marruecos, cuya embajadora, Karima Benyaich, sí estaba presente.</strong> No obstante, don Felipe no dejó pasar la ocasión para abordar el drama de la <strong>inmigración</strong>, buena parte de la cual procede de las costas del Norte de África. En este sentido, el Rey subrayó que la inmigración en un reto complejo al que se enfrenta Europa, “para el que sólo se pueden encontrar soluciones -dijo- desde un enfoque integral y horizontal de cooperación”. “Es imprescindible -sentenció- un diálogo constante entre los países de origen o tránsito y los de destino si se quiere alcanzar el objetivo común de garantizar flujos migratorios ordenados, regulares y seguros”. Don Felipe enfatizó también<strong> el compromiso de España en la lucha contra el terrorismo, y tras recordar que en marzo se cumplirán 20 años de los atentados yihadistas en Madrid</strong>, afirmó que “las víctimas del terrorismo deben ocupar un lugar central en las políticas de los Estado”. Añadió que España trabajará para la celebración de un nuevo Congreso mundial en nuestro país, que dé continuidad al celebrado en Nueva York en 2022. Antes de concluir, <strong>el Rey tuvo unas palabras de elogio para el expresidente de la Comisión Europea Jacques Delors</strong>, fallecido el 27 de diciembre y por el que ayer se decretó día de luto oficial en España. Tras señalar que Delors "fue ejemplo de la mejor Europa, la de la ampliación, de la libertad de circulación, del mercado único, de la cohesión territorial “don Felipe no dudó en afirmar que fue “un amigo de España al que nunca olvidaremos”.