<strong>RESUMEN</strong> <div class="intro-text"> <em>En las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre los norteamericanos asistirán a un "revival" del enfrentamiento entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump. No es lo que querrían, pero es lo que tendrán. Lo que demuestra el anquilosamiento del sistema electoral y político americano, que pide a gritos su actualización.</em> </div> <h5><strong>Nicolás Pascual de la Parte</strong></h5> <p class="p1"><span class="dropcap " style="background-color: #ffffff; color: #000000; border-color: #ffffff;">L</span><strong>as buenas novelas y los grandes relatos comienzan con una frase memorable. Fue el caso de Ana Karenina de León Tolstoi "todas las familias felices se parecen unas a otras, pero las infelices lo son cada una a su manera"; o la del preámbulo del Manifiesto Comunista de Karl Marx "un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo". Pues bien, el relato de las próximas elecciones presidenciales norteamericanas podría comenzar con "dos viejos pistoleros se dieron cita en OK Corral".</strong></p> <p class="p1">Resulta sorprendente, cuando no alarmante, que el sistema político norteamericano sea incapaz de renovarse y sólo pueda ofrecer a los electores de una sociedad pujante y dinámica la opción entre dos venerables ancianos que frisan los 80 años, por encima (Biden) o por debajo (Trump). Esta bipartidista gerontocracia, antaño destacado atributo del Partido Comunista Chino, evidencia una arteriosclerosis múltiple que aqueja el organismo de la gran República norteamericana, que distancia crecientemente a su clase política de su sociedad civil. Las causas que han conducido a esta situación son varias, y serán objeto de futuros análisis de <em>The Diplomat in Spain</em>.</p> <p class="p1">La relevancia innegable para la vida cotidiana de los habitantes del planeta, de las políticas llevadas a cabo por el inquilino de la Casa Blanca, han llevado a muchos a desear que todos los ciudadanos del mundo deberíamos participar de alguna forma en la elección de tan decisiva magistratura para la suerte de la Humanidad. Hasta que ese momento llegue o no, a los amigos de ese gran país solo nos cabe analizar los hechos y valorar las tendencias de fondo provenientes del otro lado del Atlántico con vistas a intentar anticipar acontecimientos y fijar posiciones.</p> <p class="p1">Las dos consecutivas victorias de Trump en las primarias de Iowa y New Hampshire, hazaña nunca lograda antes por ningún otro candidato republicano (y con más 50% del voto en ambos Estados), dejan prácticamente encarrilada la nominación del magnate durante la Convención republicana de Milwaukee. Si el perfil del Estado agrícola de Iowa, con una abrumadora población blanca de origen mayoritariamente alemán y de religión evangélica, lo convertía en una plaza fácil para Trump, no era ese el caso de New Hampshire, con mayoría de votantes republicanos moderados y la participación de numerosos independientes en las votaciones. Pero en ambos Estados sobrepasó ampliamente el 50% del voto, demostrando así su firme control del partido del elefante. Mensaje entendido por el gobernador de Florida De Santis, quien retiró su candidatura tras su fiasco en Iowa, pero no así por Nikki Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y ex Embajadora ante la ONU, quien se declaró presta a seguir en la carrera. La próxima estación será precisamente el 24 de febrero en su Estado natal de Carolina del Sur, donde un resultado adverso más que previsible será el clavo definitivo de su ataúd.</p> <p class="p1">La gran incógnita para las aspiraciones de Trump, que puso de manifiesto el resultado de New Hampshire, es por lo demás bien conocida: su dificultad por atraer a su campo el vector independiente y moderado del electorado, indispensable para su retorno a la Casa Blanca.</p> <p class="p1">Por su parte el Presidente Biden consiguió una arrolladora mayoría del 70% del voto en las primarias demócratas de New Hampshire a las que ni siquiera se presentó, debido a diferencias sobre calendarios electorales con el gobernador. Bien es cierto que lo tenía más fácil que su adversario republicano, pues en EE.UU. un Presidente que se presenta a su reelección suele contar con el cerrado apoyo de su partido. Biden, un presidente muy debilitado, cuestionado e impopular, cifra sus posibilidades de permanecer en la Casa Blanca a que su rival sea precisamente Trump y no otro, convencido de poder aglutinar detrás de él todo el voto anti-Trump del país.</p> <p class="p1">Aún queda mucha campaña por delante, pero dos viejos conocidos saben que tienen una cita al sol.</p> <hr /> <p class="p1"><b><img class=" wp-image-330102 alignleft" src="https://zen-hopper.82-223-81-17.plesk.page/wp-content/uploads/2024/05/Nicolas-Pascual-Parte.jpg" alt=" width="197" height="265" /> NICOLÁS PASCUAL DE LA PARTE</b></p> <h5 class="p1">Embajador de España</h5> <p class="p1"><i>Nacido el 21 de abril de 1959, Pascual de la Parte es Licenciado en Derecho e ingresó en 1987 en la Carrera Diplomática. Desde febrero de 2012 a 2017 ocupó el cargo de embajador Representante de España en el Comité Político y de Seguridad del Consejo de la Unión Europea (COPS). En 2017 fue nombrado embajador de España ante la OTAN y en 2020 embajador en Misión Especial para la Ciberseguridad y las Amenazas Híbridas, del Ministerio de Asuntos Exteriores, desempeño que ha llevado a cabo hasta finales de 2023.</i></p> <p class="p1"><i>También ha sido secretario en la Embajada de España en Irlanda y subdirector general adjunto de Coordinación Comunitaria para Asuntos Técnicos, y para Asuntos Aduaneros y Comerciales de la Unión Europea. Fue vocal asesor en el Gabinete del Presidente del Gobierno y en 2004 fue destinado a la Unidad Política de Alerta Rápida de la Secretaría General del Consejo de la Unión Europea. Fue también embajador de España en la República de Honduras.</i></p>