<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) publicó ayer su segundo informe sobre interferencia y manipulación extranjera en el que recopila numerosos casos identificados por sus servicios y en el que avisa de posibles amenazas de cara a las elecciones europeas del 6 al 9 de junio, tras recoger distintos incidentes registrados en los comicios generales del 23 de julio en España.</strong></h4> En términos generales, <strong>la UE detectó 750 casos de manipulación e interferencia extranjera durante el 2023</strong>, esto es casi el doble de casos que el año anterior también en parte por la puesta en marcha de un marco común para estudiar y recoger pruebas de estos incidentes, informa <em>Europa Press</em>. Por países, <strong>Ucrania sufrió 160 casos registrados de interferencias extranjeras,</strong> mientras que Estados Unidos le sigue con 58. Polonia, 33, Alemania, 31, y Francia, 25, fueron los Estados miembros de la UE más afectados, <strong>con España registrando menos de 15.</strong> Respecto a casos contra instituciones, la UE fue la diana del 19 % de las interferencias contra organizaciones, seguida de la OTAN (15 %) y las Fuerzas Armadas ucranianas (14 %), si bien también medios de comunicación y agencias de noticias sufrieron ataques. La diplomacia europea señala d<strong>istintos tipos de amenazas relativas a la manipulación en un contexto electoral</strong>. Para empezar, los actores malignos pueden querer controlar la información y fijar la agenda durante el período electoral, a través de tácticas para desprestigiar a medios de comunicación, subraya el informe, que pone el acento en los intentos de limitar la participación a través de promover la abstención o impulsar el voto nulo con información engañosa. Otro incidente identificado por la UE es el <strong>intento de polarizar a la sociedad mediante el apoyo de algunas opciones o el ataque a posiciones políticas</strong>. Esto suele tener lugar a través de narrativas centradas en ataques personales o acusaciones falsas, así como teorías conspirativas. Entre estas tendencias también está la de atacar a la democracia como sistema político, insistiendo en la falta de garantías en el recuento o dando alas a presuntas irregularidades, en un intento de generar malestar o protestas. <h5><strong>Interferencia en España</strong></h5> <strong>La UE señala distintas maniobras de manipulación de actores estatales rusos identificadas en el contexto de las pasadas elecciones generales en España</strong>. Según explica el informe, el Gobierno ruso a través de Telegram sugirió a sus audiencias una serie de canales, vinculados a casos de desinformación rusa, para estar al tanto de los comicios del 23 de julio. El bloque europeo avisa de que <strong>un hacker ruso dijo tener filtraciones de autoridades españolas</strong>, algo que para la UE sugiere la creación de documentos «para intimidar a opositores y degradar la imagen de España y Europa» y recalca que pese a que «no afectaron al proceso electoral», «podrían utilizarse para alimentar las dudas sobre la integridad del sistema». Asimismo, la UE detectó que actores y canales recomendados por Rusia estuvieron implicados en una acción grupal en diferentes plataformas para difundir papeletas electorales españolas falsas con nombres de políticos rusos. Otro incidente registrado es la <strong>clonación de la página web de la Comunidad de Madrid</strong> en el que un mensaje alertaba de un posible ataque en colegios electorales con motivo de las elecciones por parte de la banda terrorista ETA, también atribuido a actores rusos.