<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró ayer que España “no se opone” a la puesta en marcha de una operación internacional en el Mar Rojo siempre y cuando sea distinta de la operación <em>Atalanta</em>, la misión liderada por España para combatir la piratería en el océano Índico, cerca de las costas de Yemen.</strong></h4> <strong>“España no se opone a que se cree ninguna otra operación, en este caso en el Mar Rojo”, declaró Sánchez durante la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros del año. </strong>“Lo que sí que hemos trasladado a nuestros aliados, tanto de la OTAN como de la Unión Europea, es que consideramos que la Operación <em>Atalanta</em> no tiene las características ni es la naturaleza de la operación que se exige que se necesita en el Mar Rojo”, advirtió. “En <em>Atalanta, </em>lo que se está haciendo ahí es luchar contra un fenómeno particular de la piratería y en el Mar Rojo la situación es completamente distinta, el riesgo es diferente y evidentemente la naturaleza del desafío es distinta. No tiene nada que ver una operación con otra”, prosiguió. “Estamos dispuestos y abiertos a que efectivamente se plantee esa operación por parte de los aliados, tanto de la Unión Europea como de la OTAN, pero evidentemente no sobre el marco o en el marco de una operación como la Operación <em>Atalanta</em>”, añadió. Sánchez recordó también “algo que me parece muy relevante porque en unas horas voy a partir a Irak, mañana (por hoy) voy a estar con las tropas españolas desplegadas en Irak”. “España es dentro de la Unión Europea, el primer país que participa en más misiones militares de paz en el marco de la OTAN y, si no somos el cuarto, somos el quinto dentro de la OTAN”, afirmó. “Por tanto, el compromiso de España con la OTAN y con la Unión Europea es total, es absoluto, pero entendemos que el paraguas, el marco sobre el que tienen que operar una y otra operación no son los mismos y eso es lo que hemos hecho saber al resto de aliados”, agregó. El pasado 19 de diciembre, <strong>el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin</strong>, anunció el lanzamiento de la operación <em>Guardián de la Prosperidad</em> a fin de garantizar la seguridad del tráfico marítimo en el Mar Rojo frente a “la reciente escalada de ataques imprudentes de los hutíes desde Yemen”, que “amenazan el libre flujo comercial, ponen en peligro las vidas de marineros inocentes y violan el Derecho Internacional”. “La operación <em>Guardian de la Prosperidad</em> reúne a varios países, entre ellos el Reino Unido, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Seychelles y España, para abordar conjuntamente los desafíos de seguridad en el sur del Mar Rojo y el Golfo de Adén, con el objetivo de garantizar la libertad de navegación para todos los países y reforzar la seguridad y la prosperidad regionales”, añadió Austin. Fuentes de Moncloa reconocieron a <em>The Diplomat</em> que les había causado cierta sorpresa la rapidez con que Austin mencionó a España entre los países de la operación sin esperar a que se tomase una decisión al respecto. Tras el anuncio de EEUU, España advirtió de que solo se implicaría en esta operación si cuenta con el apoyo de la UE y la OTAN y que no actuaría unilateralmente, pero el Ministerio de Defensa fue posteriormente más lejos y anunció que España no participaría en la misión y pidió una misión europea “nueva y específica”. En otro comunicado posterior, Defensa aseguró que no existe ningún veto de España a una misión de la UE en el Mar Rojo y que nuestro país “es y será siempre un aliado serio y fiable, comprometido con la UE, la OTAN y la ONU”. “El compromiso de España y sus Fuerzas Armadas con la paz es total y absoluto”, agregó. Asimismo, insistió en que cualquier operación de seguridad marítima en el Mar Rojo “tiene que ser una misión específica con entidad propia en la que participen las Fuerzas Navales de los países europeos que lo deseen y no una mera extensión de la operación <em>Atalanta</em>”. <strong>La posición española no gustó en Washington y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sacó a relucir el tema en una conversación telefónica que mantuvo el viernes con Sánchez.</strong> En un comunicado, la Casa Blanca informó de que ambos mandatarios habían destacado “la importancia de garantizar que el conflicto en Gaza no se expanda en la región” y habían incluido “la condena de los continuos ataques hutíes contra buques comerciales en el Mar Rojo”. En cambio, <strong>los rebeldes hutíes han elogiado “la negativa de España a dejarse arrastrar por las mentiras estadounidenses y británicas en materia de navegación marítima”.</strong> El elogio de los rebeldes yemenís no ha agradado al Gobierno de Pedro Sánchez, según pudo constatar <em>The Diplomat</em> en fuentes diplomáticas, habida cuenta de las consecuencias negativas que ha tenido para su imagen el aplauso de Hamas a la posición de Sánchez sobre Gaza.