<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes concluyó a última hora de este miércoles con el compromiso de avanzar en la digitalización y la transformación tecnológica y seguir expandiéndose por el mundo con distintos modelos de presencia para promocionar el español. </strong></h4> Según informó el Cervantes en una nota de prensa, en el cierre de este encuentro, celebrado durante tres días en Asturias, se resumieron algunas de las propuestas presentadas por los 80 directivos en las reuniones grupales, que profundizaron en el diagnóstico del funcionamiento de la institución y aportaron fórmulas para introducir mejoras organizativas, laborales y de gestión. <strong>El director del Cervantes, Luis García Montero, y la secretaria general, Carmen Noguero</strong>, cerraron la cumbre anual del Instituto Cervantes, que se ha desarrollado en tres ciudades del Principado (Oviedo, Gijón y Avilés) y que contó con la presencia de la Reina Letizia el pasado martes. En un acto celebrado en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo, García Montero insistió en que <strong>el español “no puede ser solo la lengua de Cervantes o de Santa Teresa”</strong>, sino que debe consolidarse como una lengua potente y de prestigio internacional gracias a las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías y los apoyos públicos. A este respecto, <strong>agradeció el respaldo del sector público a la transformación tecnológica y la potenciación del español a través PERTE Nueva economía de la lengua</strong>, que contribuye a la puesta en marcha del Observatorio Global del Español y representa “una responsabilidad democrática que nos ayuda a pensar en cosas que pasan desapercibidas”. Asimismo, manifestó su alegría por la puesta en marcha del <strong>Observatorio del Español</strong>, adscrito al Instituto Cervantes, para decidir “cómo debemos apoyar la inteligencia artificial y el lenguaje de las máquinas para que no creen sesgos supremacistas”. También confirmó <strong>la vocación del Instituto Cervantes de seguir expandiéndose por el mundo “después de muchos años de parón”,</strong> con distintas formas de presencia según las necesidades de los diversos países o ciudades: los centros, las Aulas Cervantes, las extensiones o, últimamente, las cátedras Cervantes como las que se han puesto en marcha recientemente en universidades de Edimburgo (Escocia, Reino Unido) y Virginia (EEUU). Asuntos como la viabilidad económica de unos y otros modelos de presencia, sus plantillas, dependencia de universidades o su estabilidad se abordaron largamente en algunas de las numerosas reuniones de grupo que se celebraron estos días a puerta cerrada. En esas mesas de trabajo, los directores diseccionaron la situación actual del Instituto Cervantes, apuntaron carencias y propusieron posibles soluciones, con el objetivo final de mejorar el funcionamiento y los resultados a la hora de promocionar en todo el mundo la lengua española y la cultura hispanohablante. Entre otras múltiples cuestiones, analizaron la formación del personal en las nuevas competencias digitales, los diferentes modelos de cursos de español en línea, la situación laboral de los numerosos profesores colaboradores, el calendario de aplicación del Plan de transformación digital, que debería estar implementado a mediados de 2026; los nuevos perfiles profesionales relacionados con las actividades culturales, las fórmulas para incrementar la autofinanciación o las relaciones institucionales con las autoridades locales de cada país, con las embajadas de España o con los ministerios de Educación y de Cultura.