<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno de Pedro Sánchez va a esperar a lo que decidan la UE y la OTAN antes de implicarse en la operación lanzada por Estados Unidos para garantizar la seguridad del tráfico marítimo en el Mar Rojo, horas después de que el Departamento de Defensa norteamericano incluyera a España entre los países participantes en la operación. Para dar ese paso, el Ejecutivo debería buscar la aprobación del Parlamento, lo que probablemente le obligaría a buscar los votos del PP ante el previsible rechazo de algunos de sus socios de investidura.</strong></h4> <strong>El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin</strong>, anunció ayer el lanzamiento de la operación <em>Guardián de la Prosperidad</em> a fin de garantizar la seguridad del tráfico marítimo en el Mar Rojo frente a “la reciente escalada de ataques imprudentes de los hutíes desde Yemen”, que “amenazan el libre flujo comercial, ponen en peligro las vidas de marineros inocentes y violan el Derecho Internacional”. “Se trata de un desafío internacional que exige una acción colectiva” y, por ello, “hoy anuncio el establecimiento de la <em>Operación Guardian de la Prosperidad</em>, una nueva e importante iniciativa de seguridad multinacional bajo el paraguas de las Fuerzas Marítimas Combinadas y el liderazgo de su Fuerza de Tarea 153, que se centra en la seguridad en el Mar Rojo”, prosiguió. “La operación <em>Guardian de la Prosperidad</em> reúne a varios países, entre ellos <strong>el Reino Unido, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Seychelles y España</strong>, para abordar conjuntamente los desafíos de seguridad en el sur del Mar Rojo y el Golfo de Adén, con el objetivo de garantizar la libertad de navegación para todos los países y reforzar la seguridad y la prosperidad regionales”, añadió Austin. No obstante, fuentes gubernamentales indicaron ayer a <em>The Diplomat</em> que <strong>la participación en las misiones está supeditada a las decisiones de la UE y la OTAN y, por tanto, España no se implicará de forma unilateral en una misión militar de este tipo. </strong>En este sentido, España solo se implicaría en el caso de que la UE modificase los objetivos de la Operación Atalanta, que opera en aguas de Somalia próximas a Yemen, o de que la OTAN decidiera implicarse en esta operación a través de alguna de sus flotas permanentes en las que participa España. Las mismas fuentes mostraron cierta<strong> sorpresa por la rapidez con que Austin mencionó a España entre los países de la operación sin esperar a que se tome una decisión al respecto.</strong> <strong>Lo cierto es que cualquier decisión en este sentido debería pasar antes por el Parlamento</strong>. Teniendo en cuenta el más que probable rechazo de algunos de los partidos que apoyaron a Sánchez durante la votación de investidura, <strong>todo apunta a que el Gobierno podría verse obligado a buscar los votos del PP</strong> en un momento tan convulso y polarizado como el que vive la actual política interna española. “Una vez más, Pedro Sánchez compromete a nuestras Fuerzas Armadas en una operación militar internacional”, declaró ayer el presidente del PP, <strong>Alberto Núñez Feijóo</strong>. “Considero la decisión correcta, pero de nuevo lo hace sin informar al Parlamento, ninguneando a las instituciones e ignorando los procedimientos democráticos”, añadió a través de su cuenta oficial en la red social X.