The Diplomat
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha inscrito la trashumancia estacional en España y otros nueve países en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La inscripción tuvo lugar durante la décimo octava reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebró en Botsuana entre el 4 y el 9 de diciembre y en la que los 24 Estados miembros aprobaron la inclusión de 55 nuevas prácticas culturales en todo el mundo.
De estas, 45 figuran en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, seis en la Lista del Patrimonio Inmaterial de Salvaguardia Urgente y cuatro en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia. Con estas nuevas inscripciones, son ya 730 las prácticas culturales repartidas por 145 países que forman parte del patrimonio vivo de la UNESCO.
“La UNESCO ha inscrito la trashumancia estacional en España como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, destacó ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores en su cuenta oficial de la red social X. “La actividad trashumante ha generado un rico patrimonio cultural y etnográfico en todo el país”, añadió.
Concretamente, la UNESCO ha inscrito en la lista el pastoreo estacional del ganado en Albania, Andorra, Austria, Croacia, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Rumanía y España. “La trashumancia se refiere al movimiento estacional de personas con su ganado entre regiones geográficas o climáticas”, destacó el Comité. “Cada año, en primavera y otoño, pastores y pastoras organizan el movimiento de miles de animales a lo largo de los caminos pastoriles tradicionales”, prosiguió. “La trashumancia, una práctica ancestral, se deriva de un profundo conocimiento sobre el medio ambiente y conlleva prácticas sociales y rituales relacionados con el cuidado, la cría y el entrenamiento de los animales y la gestión de los recursos naturales”, añadió.
Otro aspecto destacado por la UNESCO es el desarrollo, en torno a la trashumancia, de “todo un sistema socioeconómico, desde la gastronomía hasta la artesanía local y las festividades, que marcan el inicio y el final de una temporada”. La trashumancia, afirmó, contribuye “a la inclusión social, fortaleciendo la identidad cultural y los vínculos entre familias, comunidades y territorios, al tiempo que contrarresta los efectos de la despoblación rural”. En 2017, el Gobierno español declaró la trashumancia como Patrimonio Cultural Inmaterial.
Aparte, el Comité incluyó también en la lista el conocimiento, la artesanía y las habilidades de producción artesanal de vidrio en Chequia, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría y España, una “práctica centenaria” que “ha dado forma a terminologías específicas, culturas festivas y funciones religiosas que aún conservan importantes significados culturales y sociales hasta el día de hoy”.