Abdelmounim Aoulad Abdelkrim
Investigador de la Universidad Abdelmalek Essaedi (Tetuán)
En 1999, el rey Mohamed VI ascendió al trono en Marruecos sucediendo a su padre, Hassan II. Entre las cosas más importantes que había heredado el Rey Mohamed VI de su padre se encontraba su excelente acción diplomática y su eficiente política exterior. El Rey Mohamed VI, aunque más centrado en cuestiones internas, apostó por un reformismo dentro de la continuidad, y teniendo en cuenta en todo momento las variabilidades y cambios acaecidos a nivel mundial. Los principales objeticos de su Política Exterior eran mantener la presencia y la influencia que ha tenido Marruecos en la esfera internacional, para poder de esta manera defender sus intereses eficaz y eficientemente, sobre todo en lo que se refiere a la gran cuestión de su unidad territorial. Los “medios para alcanzar estos grandes objetivos [fueron] el buen gobierno, en que se conjuga la política interior (…) con una política exterior capaz de interactuar con las aceleradas mutaciones internacionales, a través de una óptima explotación del desarrollo democrático de Marruecos, del saldo de su civilización, de su particular ubicación geoestratégica – como socio internacional y polo regional – y de la vecindad, la moderación y la tolerancia.
”Podemos decir que durante el reinado de Mohamed VI, la Política Exterior marroquí ha experimentado algunos retoques en cuanto a los métodos y los medios de ejecución, una redistribución equilibrada y una diversificación de los ejes de acción, buscando siempre una plena integración de Marruecos en la comunidad internacional. Ese cambio de perspectivas se notó sobre todo desde 2017 con el nombramiento de Nasser Bourita como titular de Exteriores, teniendo las siguientes manifestaciones.
A. La vocación africanista
Durante el reinado de Mohamed VI, África pasó a ser asunto prioritario en la agenda externa marroquí. Con la voluntad de promocionar y reforzar la cooperación Sur-Sur, y el objetivo de terminar con la política de Asiento Vacante, Marruecos volvió a integrar la Organización para Unión Africana, el 30 de enero de 2017, tras 33 años de ausencia (1984), lo que se tradujo en una renovación de las relaciones respecto a ese espacio, entendido en Marruecos como “sustrato” donde el país hunde sus raíces. Los factores que justifican este giro en la Política Exterior marroquí son, primero, la voluntad de reforzar las posiciones de Marruecos respecto a la Cuestión de Sahara, y así cerrar caminos frente a las tesis defendidas la RASD dentro de la OUA; segundo, el control de los flujos migratorios y la lucha contra la criminalidad y el terrorismo y, tercero, está el factor económico, visto que Marruecos tiene en curso muchas inversiones públicas y privadas en países africanos.
B. La posición respecto a las cuestiones panárabes
Oriente Medio, Golfo Pérsico y la Península Arábiga siempre han constituido una de las prioridades de la Política Exterior marroquí. No obstante, con Mohamed VI en el trono se registraron algunos cambios sustanciales. La neutralidad respecto a las cuestiones de esa área fue una de las nuevas orientaciones de la Política. Marruecos se fue desvinculado paulatinamente de su papel mediador en los conflictos de esa zona, eligiendo marcar distancias respecto a esos temas.
A pesar de que Marruecos participó, en un primer momento, en la alianza militar que lideró Arabia Saudita, en 2015, contra las fuerzas hutíes en Yemen, rápidamente tuvo que reajustar su posición a esas nuevas tendencias, abogando, primero, por congelar su participación y anunciando, luego, su retirada definitiva de esa guerra en 2017. Marruecos tampoco quiso posicionarse respecto al conflicto estallado entre Arabia Saudita y Qatar en 2017.
Otro giro de tuerca considerable fue la decisión de Marruecos de normalizar sus relaciones políticas y diplomáticas con Israel. El 20 de diciembre de 2020, Marruecos e Israel firmaron una Declaración Conjunta en la que se comprometían a avanzar hacia “unas relaciones diplomáticas plenas, pacíficas y amistosas”. Fruto de este giro, Estados Unidos calificó de sólido y viable el Plan de Autonomía marroquí para el Sáhara, del mismo modo que Israel reconocía la soberanía marroquí sobre el Sáhara, el 17 de julio de 2023.
C. Pragmatismo, soberanía y autonomía en la toma de decisiones son los grandes principios que rigen la Política Exterior marroquí desde 2017 y que el Reino de Marruecos quiere imponer en sus relaciones con sus socios tradicionales. El 20 de agosto de 2022, en la conmemoración del 69° aniversario de la ‘Revolución del Rey y el Pueblo’, el monarca marroquí lanzó un llamamiento, exigiendo a los socios clásicos y nuevos de su país unas posiciones claras respecto a la cuestión del Sáhara, considerándola como un “criterio claro y sencillo con el cual se miden la sinceridad de las amistades y la eficiencia de las asociaciones”. Llamamiento que de momento parece dar buenos resultados, vistas las nuevas posiciones de EEUU, Israel y España respeto al conflicto en el Sáhara.
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