<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La Asociación de Diplomáticos Españoles, (ADE) ha expresado “su preocupación y su disconformidad” con el nombramiento de dos embajadores “políticos” ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York y ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París.</strong></h4> <strong>“Reconociendo la competencia y la discrecionalidad del Gobierno en materia de nombramiento de titulares de Embajadas, y en la línea de comunicados anteriores emitidos con distintos gobiernos, queremos manifestar nuevamente que somos contrarios a los nombramientos de Embajadores denominados ‘políticos’, es decir, no pertenecientes al cuerpo de funcionarios de la Carrera Diplomática”,</strong> declaró la ADE, una asociación profesional de carácter sindical que representa a cerca del 70% del total de miembros de la Carrera Diplomática española, en una nota de prensa. <strong>El pasado martes, el Consejo de Ministros nombró a dos miembros del anterior gabinete de Pedro Sánchez al frente de sendas embajadas ante organismos internacionales. Héctor Gómez, exministro de Industria, Comercio y Turismo, será representante permanente ante la ONU, en Nueva York, y Miquel Iceta, exministro de Cultura y Deporte, será el nuevo representante de España ante la UNESCO.</strong> Con ambos nombramientos, el Gobierno de Pedro Sánchez mantiene la política que desarrolló en la pasada legislatura de situar a algunos antiguos ministros al frente de Embajadas de España en el extranjero, principalmente ante organismos multilaterales. En el caso de Héctor Gómez, se trata del primer representante permanente ante la ONU en Nueva York de origen político, y, por tanto, no diplomático, desde la llegada de la democracia en España. “<strong>Resulta particularmente inquietante que estos nombramientos se hayan producido en las Jefaturas de Misión ante la ONU y la UNESCO</strong> (en esta última es el tercer nombramiento político en apenas cinco años), dos puestos especialmente técnicos y sensibles, sobre todo en la actual coyuntura geopolítica, a los que tradicionalmente acceden diplomáticos de contrastada valía profesional en el ámbito de las relaciones internacionales y, especialmente, en el complejo mundo de la diplomacia multilateral”, prosiguió la ADE. <strong>“Con estos dos nuevos nombramientos, ya son cuatro Representaciones Permanentes (OEA en Washington, OCDE y UNESCO en París y Naciones Unidas en Nueva York) las que tendrán a Embajadores políticos, sin trayectoria internacional relevante alguna, con la merma para la imagen del país que eso supone, especialmente con nombramientos que afectan simultáneamente a varias organizaciones internacionales”</strong>, prosiguió. La exministra de Sanidad Carmen Montón es la actual embajadora en la Organización de Estados Americanos (OEA) y el economista y exdiputado socialista Manuel Escudero es el actual embajador ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Aparte, la que fuera ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, es la actual embajadora en la Santa Sede. <strong>“En nuestras Embajadas se gestionan asuntos de enorme importancia para los intereses de España y sus ciudadanos en el exterior, por lo que su dirección no debería ser encomendada a personas que carecen de la formación y experiencia profesional en el trabajo diplomático”</strong>, advirtió la Asociación. “Como la ADE ha recordado repetidas veces, los funcionarios diplomáticos tienen la formación técnica, la experiencia acumulada y la competencia profesional necesarias para tratar estos asuntos y para desempeñar las jefaturas de Misión Diplomática con total eficacia y con plena lealtad al Gobierno de turno en defensa de los intereses de España y de nuestros conciudadanos”, añadió. “Confiamos, en consecuencia, que, en aras del interés general, para los futuros nombramientos de embajadores se vuelva a confiar esta importante responsabilidad exclusivamente en miembros de la Carrera Diplomática”, concluyó.