<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, salió ayer al paso de las polémicas palabras del presidente de la COP28, el sultán Al Jaber, en las que </strong><strong>defendió los combustibles fósiles “a menos que se quiera devolver el mundo a las cavernas”. “No queremos volver a las cavernas, lo que queremos es un sistema de energía eficiente basado en energías renovables”, aseguró la vicepresidenta durante uno de los debates de la COP.</strong></h4> <strong> </strong> <strong>“No existe ninguna ciencia, ni ningún escenario, que indique que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que va a lograr los 1,5 grados centígrados”</strong>, declaró el sultán Al Jaber el pasado 21 de noviembre durante un debate por Internet con Mary Robinson, presidenta del grupo Elders y ex enviada especial de la ONU para el cambio climático. <strong>“Por favor, muéstreme la hoja de ruta para una eliminación progresiva de los combustibles fósiles que permita un desarrollo socioeconómico sostenible, a menos que quiera llevar al mundo de nuevo a las cavernas”</strong>, prosiguió. <strong>Las palabras de Al Jaber fueron recogidas por el Centre for Climate Reporting y reproducidas este domingo por el diario británico <em>The Guardian</em>, coincidiendo con la celebración en Dubái de la vigésimo octava Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28)</strong>. Además de presidir el COP28 en Dubái, Al Jaber es director ejecutivo de la petrolera estatal de Emiratos Árabes Unidos, Adnoc. Durante el mismo debate, Robinson afirmó que esta empresa “va a invertir mucho más en combustibles fósiles en el futuro” y el sultán la acusó de obtener sus informaciones de “medios tendenciosos y erróneos”. En España, la primera reacción procedió de <strong>la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien calificó de “lamentables” las declaraciones del sultán Al Jaber</strong> y advirtió, a través de la red social X, de que estas palabras “dan la razón a los que criticaron su nombramiento como presidente de la COP”. “El fin de la dependencia de los combustibles fósiles es condición para que la vida y el futuro del planeta sean posibles”, añadió. Por su parte, <strong>Teresa Ribera </strong>afirmó ayer, durante su intervención en el debate <em>Opening Event EU Energy Days: Powering Transition</em>, en el marco de la COP28 de Dubái, que “estamos aquí para cumplir con lo acordado en 2015 (en referencia al Acuerdo de París firmado en la COP21) y “lo que queremos es seguridad climática, lo que implica que no podemos ir más allá de los 1,5 grados centígrados por encima de la temperatura media preindustrial”. <strong>“</strong><strong>Y muy honestamente, esto es imposible hacerlo sin reducir sin un fuerte descenso del consumo de combustibles fósiles”</strong>, advirtió. <strong>“No queremos volver a las cavernas, lo que queremos es un futuro brillante, queremos seguridad en el suministro y prosperidad para todos, y, para ello, la mejor opción es un sistema de energía eficiente y basado en energías renovables”</strong>, aseguró. Tras el fuerte revuelo, el sultán Jaber matizó ayer sus declaraciones y aseguró en una rueda de prensa que sus palabras fueron <strong>“malinterpretadas”</strong>, que él cree y respeta la ciencia y que “todo en lo que ha trabajado y sigue trabajando esta presidencia está enfocado y centrado en la ciencia”. Asimismo, reconoció que es necesario reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero en un 43% para 2030 en el marco de los esfuerzos internacionales para alcanzar la neutralidad cero y limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados. El pasado viernes, <strong>el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez</strong>, advirtió, ante el segmento de Alto Nivel de la COP28, de la necesidad de mantener el aumento de la temperatura media global del planeta en el límite de seguridad del 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales, lo cual significa que “el pico del global de emisiones debe llegar al máximo en el año 2025, y éstas deben caer con fuerza en el resto de la década”. Para ello, incidió en tres medidas “imprescindibles”: triplicar la capacidad de generación de energía renovable de cara a 2030, doblar los objetivos de eficiencia energética esta misma década y “poner fin a la producción y consumo de combustibles fósiles para energía”.