<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha cesado al director de la Oficina de Gibraltar, Javier Benosa, que el pasado 3 de noviembre escribió un artículo en el diario El Mundo, en el que expresaba sus críticas a la proyectada Ley de Amnistía que preparaba el Gobierno de Pedro Sánchez.</strong></h4> <strong>La destitución de Benosa,</strong> que llevaba poco más de nueve meses en el cargo<strong>, era esperada</strong> desde el mismo momento de la publicación y se produce ahora, en un momento particularmente sensible para las negociaciones sobre el futuro de Gibraltar, tras la salida del Reino Unido de la UE. El diplomático, que<strong> tenía rango de subdirector general</strong> será enviado a otro destino dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores. El artículo de Javier Benosa no tuvo un seguimiento público por parte de sus compañeros, aunque muchos le expresaron privadamente su respaldo. Sólo <strong>un numeroso grupo de embajadores retirados difundió un comunicado en la misma línea crítica que Benosa</strong>, mientras en la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) se produjo un gran enfrentamiento entre quienes pedían manifestar su apoyo a Benosa y quienes consideraban que se trataba de un asunto político en el que no debían entrar. <strong>La decisión adoptada por Albares se produce sólo unos días después de que se haya producido el nombramiento como embajador en Bosnia de Juan José Sanz, hasta ahora delegado especial del Ministerio de Asuntos Exteriores en el Campo de Gibraltar</strong>, una figura que actúa como “antena” del departamento para conocer sobre el terreno la realidad de la colonia y de la zona colindante. De esta forma, <strong>dos de los principales responsables de los asuntos de Gibraltar dejan su puesto al mismo tiempo,</strong> aunque, por distintos motivos. El nombramiento de Sanz como embajador estaba decidido hace meses y se encontraba a la espera de que el Gobierno dejara de estar en funciones. La destitución de Benosa es consecuencia directa de la publicación de sus críticas públicas a la ley de amnistía para los implicados en el procés independentista, en un artículo en el que echaba en falta la reacción de sus compañeros de carrera, que durante mucho tiempo tuvieron que defender en el extranjero el relato contrario a la versión falsa de los independentistas. Desde el Ministerio de<strong> Asuntos Exteriores se argumenta que los cambios “estaban decididos desde hace tiempo”</strong> y que se afrontará la <strong>etapa final de las negociaciones de Gibraltar “con un nuevo equipo”.</strong> El ministro Albares debe nombrar pues a las personas que ocuparan las vacantes que dejan Juan José Sanz y Javier Benosa, aunque el principal responsable de la negociación es el secretario de Estado de Unión Europea, <strong>Pascual Navarro, de quien depende la Oficina de Gibraltar.</strong> Según pudo saber<em> The Diplomat</em> de fuentes solventes, las posiciones mantenidas, tanto por Benosa como por Sanz, eran más críticas con los planteamientos que se hacen en las altas esferas del Ministerio, más proclives a aceptar las demandas británicas para facilitar pronto un acuerdo que permita suscribir un texto entre la Comisión Europea y el Reino Unido, que haga posible la idea de “prosperidad compartida” en la zona. Precisamente, a partir de hoy, el Ministerio tendrá que ocuparse de lo que suceda con el <strong>pescador de la Línea de la Concepción Jonathan Sánchez</strong>, que ha anunciado su intención de no comparecer ante un tribunal de Gibraltar que le acusa de faenar en las aguas que rodean el Peñón. La Secretaría General de Pesca ha respondido a las preguntas del pescador, señalando que se trata de aguas de soberanía española, a pesar de que las autoridades gibraltareñas aseguran que se trata de “aguas territoriales británicas de Gibraltar”. Sánchez pide la protección del Gobierno español, porque teme que si la próxima semana decide volver a pescar en la zona pueda ser detenido por desacato.