<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <strong>La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, se ha convertido en la gran favorita en la carrera por la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) después de conseguir el apoyo decisivo de Bélgica. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya lo ha dado por hecho.</strong> Según informaron fuentes oficiales al diario digital <em>Político</em>, <strong>el ministro de Finanzas de Bélgica y presidente del Consejo de Gobernadores del BEI, Vincent Van Peteghem, va a proponer a sus homólogos de la UE la candidatura de Calviño </strong>para el cargo. <strong>La votación tendrá lugar el próximo viernes 8 de diciembre durante la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) en Bruselas. </strong>La nueva presidenta asumirá el cargo el próximo 1 de enero, en sustitución del alemán Werner Hoyer. Para la vicepresidenta española, esta candidatura era especialmente relevante <strong>tras sus fallidos intentos por dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la marcha de Christine Lagarde al Banco Central Europeo (BCE) y por presidir el Eurogrupo, formado por los ministros económicos de la zona euro.</strong> <strong>El apoyo de Bélgica otorgará a la vicepresidenta española la mayoría necesaria para optar al cargo.</strong> Para conseguir la presidencia del BEI se precisa el apoyo del 68% del capital del banco y de al menos 18 Estados miembros. Dado que la participación de cada Estado miembro depende de su peso económico en la UE en términos de PIB, para conseguir el cargo es imprescindible contar con el apoyo de las grandes potencias económicas de Europa y principales accionistas del banco, con sede en Luxemburgo: <strong>Alemania, Francia e Italia</strong>. España cuenta con el 11% del accionariado y estos tres países poseen el 19% cada uno. El Gobierno italiano había anunciado que apoyaría a la gran rival de Calviño, la vicepresidenta y comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, en caso de retirarse su propio candidato, el exministro italiano y vicegobernador del Banco de Italia, Daniele Franco, como así ocurrió. En cambio, el canciller alemán, Olaf Scholz, expresó su apoyo a Calviño durante la reciente reunión de los líderes socialistas europeos en España, a principios de este mes. Por su parte, Francia no se ha pronunciado públicamente en favor de ningún candidato. No obstante, aunque Margrethe Vestager pertenece a la misma familia política liberal del presidente Emmanuel Macron (Renovar Europa), la decisión de la comisaria de bloquear la megafusión ferroviaria entre la francesa Alstom y la alemana Siemens irritó al mandatario galo y la alejó del posible apoyo francés. <strong>Por tanto, la carta de Van Peteghem da a entender que Francia también ha decidido respaldar a la candidata española. </strong>Hasta ahora, el Gobierno belga se había abstenido de presentar un candidato único porque no había consenso entre los gobiernos, pero finalmente ha decidido dar este paso después de constatar que la ministra española, tras consultarlo con los Estados miembro, <strong>es la única candidata a la presidencia del BEI con apoyos suficientes para lograr ese consenso. </strong> Entretanto, <strong>el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dio ayer por sentada la victoria de Calviño. “En lo personal me va a costar, porque es una de mis más estrechas colaboradoras” </strong>y porque “ha sido una de las mejores ministras y ministros de Economía de este país”, declaró ayer durante una entrevista en TVE. Respecto a la persona que va a sustituir a Calviño, el jefe del Ejecutivo se limitó a decir que tiene “alguna idea”, sin más precisiones. <strong>El BEI, fundado en 1958 tras la entrada en vigor del Tratado de Roma que constituyó la Comunidad Económica Europea (CEE), constituye el principal brazo financiero de la UE y es uno de las mayores entidades de desarrollo a escala mundial. </strong>Si finalmente se confirma su victoria, Calviño se convertirá en la primera mujer al frente de la entidad desde su fundación (también lo hubiera sido Vestager, en todo caso).