Juan David Latorre
Ayer martes la Embajada de Israel presentó en el Espacio de Igualdad Carme Chacón del Ayuntamiento de Madrid la exposición She’s gone, una muestra de arte protesta contra la violencia de género.
El acto contó con la presencia de la embajadora de Israel, Rodica Radian-Gordon; del delegado del Área de Gobierno de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández Sánchez, así como de la comisaria de la exposición, Keren Goldstein.
“El 25 de noviembre se conmemora el día de la lucha contra la violencia a las mujeres, señaló la embajadora israelí en su discurso. Esta lucha es una lucha no solo de género sino de derechos humanos.”
Rodica Radian-Gordon prosiguió señalando que “el fenómeno de violencia contra las mujeres y los niños dentro de la familia es, desgraciadamente, algo presente en todas sociedades, que ha sido considerado -y en muchos casos sigue siendo considerado- uno de los tabús de que no se habla en público. Así que se necesitaba mucho coraje y mucha sabiduría para entender que no se trata de una “condición femenina”, sino de un abuso de poder, en este caso dentro en el seno familiar más íntimo, en contra de los derechos básicos de la mujer como ser humano: un abuso a su oportunidad de tener una vida productiva con seguridad física razonable, de ser respetada y de vivir en dignidad.”
En concreto, sobre la instalación presentada la embajadora comentó: “La instalación She’s Gone no tiene fecha de caducidad. Ha sido creada en 2016 pero es más relevante que nunca. Las estadísticas de mujeres asesinadas por sus parejas siguen siendo tremendas en España, en Israel y en todo el mundo. Y es a través de obras de arte e instalaciones como la actual que tratamos de pasar el mensaje de la urgencia y la necesidad de actuar, de buscar todas las señales previas, de educar sobre la equidad de género, los derechos humanos y de enfatizar la obligación de no callar”.
Señaló la embajadora que la voluntad fue presentar She’s gone en noviembre de 2020 o 2021. “No lo logramos, por la pandemia. Lo retrasamos al mes de octubre de este año. Pero quizá no hay casualidades en este mundo, y es que hoy, que finalmente la presentamos, también se cumple exactamente un mes desde el terrible día del 7 de octubre en el cual vivimos un ataque bárbaro y salvaje a nuestros civiles de manos de los terroristas de Hamas. 1.400 personas fueron asesinadas aquel día y más de 240 fueron secuestradas.”
Rodica Radian-Gordon señaló que “estos días se hace un esfuerzo muy importante por investigar los crímenes de guerra cometidos por Hamas contra mujeres, niños y ancianos el día 7 de octubre. Específicamente, indicó, se está haciendo un esfuerzo para reunir y distribuir información auténtica, así como para conseguir pruebas de expertos y demostrar que Hamas cometió crímenes sexuales deliberados.”
Finalizó la embajadora su discurso subrayando que “no hay ninguna duda de que un hilo conductor corre entre el reconocimiento de la violencia de género como delito y el reconocimiento de la violencia de género sistemática como crimen de guerra y como crimen contra la humanidad. Solo en un mundo más igualitario, las niñas, las mujeres, y en general los individuos vulnerables, podrán conseguir un derecho tan básico como el de vivir con seguridad física y con dignidad». Estuvieron presentes en el acto los embajadores de Argentina, Uruguay, Mónaco y Australia.
La muestra es una instalación de prendas convertidas en testimonio silencioso de vidas significativas, llenas de esperanza y sueños que fueron arrebatadas de manera abrupta y violenta por sus parejas. Cada año, 47.000 mujeres y niñas en todo el mundo son asesinadas por sus parejas íntimas o por otros miembros de la familia. Algunos casos nunca han sido resueltos.
Las prendas de 22 mujeres asesinadas por sus maridos o parejas, pertenecientes a varias partes del mundo, diferentes religiones, culturas y clases sociales, conforman esta instalación, que lleva en sus pliegues la historia del dolor, de la ausencia y la orfandad de sus testimonios. Entre ellas se encuentra, por primera vez, la prenda con la que Ana Orantes hizo público su testimonio en televisión, y que a partir de ahora se sumará al resto de las prendas de la instalación como un alegato más contra la violencia de género.
La comisaria Keren Goldstein es una activista y directora israelí de cine documental que colabora activamente con instituciones públicas y privadas, trabajando en proyectos de sensibilización y concienciación sobre la violencia de género. En declaraciones a The Diplomat, declaró que “en Israel hay una media de 20 a 25 víctimas al año como consecuencia de la violencia de género, de las que el 40% son mujeres árabes. Tenemos que saber educar a nuestros hijos e hijas cómo gestionar su ira, su rabia y que se respondan a la pregunta: ¿Qué estás haciendo?”. Más información sobre la exposición en este enlace.