<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá mañana en Dubái con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para hacer un balance de las negociaciones sobre el acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y el Mercosur, en plena recta final las presidencias española y brasileña de los dos bloques.</strong></h4> El encuentro bilateral, para el que todavía no se ha fijado una hora, tendrá lugar en <strong>los márgenes de la vigesimoctava Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28),</strong> que comenzó ayer en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) y a la que asistirán ambos mandatarios. Asimismo, se producirá a solo cinco días de que se celebre en Brasilia la Cumbre de Mercosur, en la que Brasil transferirá la presidencia rotatoria a Paraguay. Por su parte, España inicia mañana el sexto y último mes de su presidencia del Consejo de la UE. Según informaron fuentes de Moncloa, <strong>Sánchez y Lula comparten una “voluntad política clara” a favor del acuerdo</strong> e incluso han mantenido varias conversaciones telefónicas con este propósito, la última a principios de noviembre. De la misma forma, en las últimas fechas ha habido contactos a nivel ministerial entre los dos países para repasar los avances e intentar impulsar el proceso de negociaciones. Durante el encuentro en Dubái, prosiguieron las mismas fuentes, Sánchez y Lula intentarán impulsar las negociaciones políticas necesarias para que se pueda concluir con éxito, ya que ambos gobiernos estiman que si no se llega a un acuerdo en estos momentos, en los que predomina una voluntad política favorable, podría ser difícil conseguirlo en el futuro. Al respecto, las citadas fuentes recordaron los recientes cambios de gobierno en algunos países de los dos bloques. El caso más relevante e imprevisible es la victoria del ultraderechista <strong>Javier Milei</strong>, quien tomará posesión como presidente de Argentina el próximo 10 de diciembre. No obstante, las mismas fuentes indicaron que <strong>el futuro Gobierno argentino ha dado señalas “razonablemente favorables” respecto al acuerdo UE-Mercosur</strong> y todo apunta a que no obstaculizará las negociaciones entre las dos partes. En declaraciones recientes, <strong>la futura ministra de Asuntos Exteriores argentina, Diana Mondino, aseguró que su país no se opondrá al acuerdo.</strong> El pasado mes de abril, durante su visita de Estado a España, Lula declaró que la Presidencia española de la UE y la Presidencia brasileña de Mercosur supondrían una “excelente oportunidad” para tratar de materializar el acercamiento entre ambas organizaciones en avances concretos. “Todos los países tienen sus intereses, pero hay que valorar que con el acuerdo se dará un escenario en el que ganamos todos, por lo que es importante alcanzar una conclusión”, afirmó. El pasado lunes, <strong>Pedro Sánchez mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Paraguay, Santiago Peña</strong>, en la que le trasladó el compromiso de España con el impulso de las negociaciones durante la Presidencia española del Consejo de la UE. En septiembre de este año, el presidente de Paraguay advirtió de que el acuerdo debería quedar cerrado a principios de diciembre porque, en caso contrario, podrían romperse las negociaciones y se correría el riesgo de que no se reanudasen. Por su parte, <strong>el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis</strong>, declaró recientemente que los dirigentes de la UE siguen “plenamente comprometidos para llevar el acuerdo UE-Mercosur hasta la línea de meta antes de que acabe el año”. Dombrovskis, quien abordó este asunto durante un almuerzo en Bruselas con los ministros de Comercio de los 27 Estados miembros, aseguró que se están registrando avances en los contactos técnicos para afinar el llamado “instrumento adicional” sobre sostenibilidad, uno de los grandes escollos para cerrar el acuerdo. El objetivo de Bruselas es conseguir una declaración adjunta entre las todas las partes implicadas que refuerce las salvaguardas en materia medioambiental. El acuerdo de Asociación entre Mercosur y la UE quedó cerrado en 2019 tras más de veinte años de negociaciones, pero todavía no ha entrado en vigor a causa de las discrepancias. De momento, Francia es uno de los principales escollos en el seno de la UE para que se llegue a un acuerdo, pero fuentes del Gobierno español han expresado su deseo de que cambie su posición. Aunque se consiga cerrar el acuerdo este mismo año, su entrada en vigor no será inmediata porque tendrá que ser aprobada por los Parlamentos de los distintos países, los 27 Estados miembros de la UE (además de la Comisión Europea) y los cuatro Estados miembros de Mercosur.