<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, prepara un amplio paquete de relevo de embajadores, que afectará, a partir de enero, a alguna de las representaciones diplomáticas más importantes, como las de Estados Unidos, Marruecos, Alemania, Portugal o Argelia.</strong> Una vez confirmado al frente de la diplomacia española, una de las tareas que tendrá que afrontar Albares es la de los cambios al frente de algunas Embajadas, en las que los titulares habían visto prorrogada su estancia tanto por estar España en un periodo de interinidad como por ocupar nuestro país la Presidencia del Consejo de la UE. Albares ya comunicó a algunos de esos embajadores, antes incluso de que fueran convocadas las elecciones generales del pasado 23 de julio, que seguirían en sus puestos durante todo el semestre de Presidencia, a pesar de que llevaban ya un tiempo que superaba el habitual de estancia al frente de una Embajada, que, en el caso de las más importantes, es de cuatro años. Así sucedió, por ejemplo, con los embajadores en <strong>Berlín, Ricardo Martínez</strong>, que ocupa el cargo desde octubre de 2018; en <strong>Argel, Fernando Morán</strong>, que está en el puesto desde septiembre de ese mismo año; o en <strong>Lisboa</strong>, donde <strong>Marta Betanzos</strong> está desde agosto de 2018. También fue nombrado en el verano de hace cinco años el actual embajador <strong>en Washington, Santiago Cabanas</strong>, quien, además llegará la edad de jubilación en marzo de 2024. El caso más atípico es de <strong>Ricardo Díaz-Hochleitner, que está al frente de la Embajada en Rabat desde junio de 2015 y que, además cumplió los 70 años, es decir la edad de jubilación, el pasado 30 de junio.</strong> También siguen en sus puestos pese a haber llegado a la jubilación los embajadores en <strong>Etiopía, Manuel Salazar; y en la República Democrática del Congo, Carlos Robles Fraga.</strong> En cualquier caso, los nombramientos para las embajadas más relevantes tendrán que ser abordados por Albares con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Particular interés hay por conocer quiénes serán los elegidos para ir a Rabat y Argel, en un momento en que España trata de volver a la normalidad en las relaciones con Argelia y acaba de conceder el plácet para un nuevo embajador argelino en Madrid, veinte meses después de que el presidente de ese país, Abdelmadjid Tebboune, retirara al anterior, en protesta por el giro dado por el Gobierno español en relación con el Sáhara Occidental. Otra de los puestos importantes que deben ser cubiertos es el de <strong>Representante Permanente ante Naciones Unidas, en Nueva York</strong>, vacante desde que <strong>Agustín Santos</strong>, lo dejara para concurrir en las listas electorales de Sumar. Este nombramiento podría llegar incluso antes de que concluya el año, ya que no se necesita plácet, como sucede con los embajadores en los distintos países. Entre los aspirantes a ocupar alguna de estas Embajadas estarán los actuales secretarios de Estado, la mayoría de los cuales han expresado su deseo de salir al extranjero, lo que hará que Albares tenga que remodelar la cúpula de su Ministerio. La actual secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, <strong>Ángeles Moreno</strong>, sonó hace tiempo como posible sustituta de Santiago Cabanas en Washington, lo que la convertiría en la primera mujer embajadora de España en Estados Unidos, aunque también podría serlo en Naciones Unidas, un puesto para el que, igualmente, ha circulado por el Ministerio el nombre de<strong> Enma Aparici</strong>, actual directora general del Departamento de Asuntos Exteriores en Gabinete del Presidente del Gobierno. En cuanto a <strong>Juan Fernández Trigo,</strong> secretario de Estado de Iberoamérica, su destino natural podría ser algún país iberoamericano, pero las Embajadas en las capitales más importantes, como México, Brasilia o Buenos Aires están ocupadas desde no hace mucho tiempo. Otro posible destino sería Lisboa, aunque en el Ministerio se apunta a que también el secretario de Estado de la Unión Europea,<strong> Pascual Navarro</strong>, tendría interés en ser embajador en Portugal. De todos modos, estos movimientos no son más que rumores que circulan por el Departamento que dirige José Manuel Albares, que, al parecer, no tiene intención de tomar decisiones hasta que concluya la Presidencia europea. Solamente se espera que en las próximas semanas se proceda al nombramiento de once embajadores, que ya tienen concedido el plácet, y que habían sido elegidos antes de la celebración de las elecciones del pasado 23 de julio. Si, como se espera, no se producen cambios, los nombramientos serán los siguientes, como ya informó <em>The Diplomat</em>: <strong>Juan José Sanz, en Serbia; Carmen Cano, en Vietnam; Gabriel Sistiaga, en Bangladés; Álvaro Albacete, en Libia; Guillermo López Mac-Lellan, en Etiopía; Teresa Orjales, en Mozambique; Javier Conde y Martínez de Irujo, en Guinea Ecuatorial; Carmen Díaz Orejas, en República Democrática del Congo, Ángel Carrascal, en Guinea Conakry; Antonio Guillén, en Mali; y Gloria Mínguez, en Níger.</strong>