Luis Ayllón
José Manuel Albares seguirá al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores, en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, cuya composición fue dada a conocer ayer y en la que se crea una vicepresidenta cuarta para la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Además, se confieren amplios poderes a Félix Bolaños, que suma las competencias de Justicia a su cartera de Presidencia.
Finalmente, Sánchez ha mantenido el mismo número de ministros -un total de 22 (12 mujeres y 10 hombres)- que tenía hasta ahora y ha formado un Gabinete continuista, que definió así, al presentarlo a los periodistas: “Conjuga renovación con permanencia, experiencia con juventud. De alto perfil político para una legislatura de alto perfil político. Personas capaces de gestionar para llegar a acuerdos y explicarlos públicamente».
El presidente del Gobierno es consciente de que no va a ser una legislatura fácil y que va a estar marcada por la ley de amnistía, que quiere sacar adelante para pagar a los independentistas catalanes la factura por su apoyo en la sesión de investidura.
Ese es uno de los motivos por los que Félix Bolaños, hasta ahora titular de Presidencia y Relaciones con las Cortes, se convierte en una especia de “superministro” al asumir también las competencias de Justicia. Bolaños reúne así competencias sobre los tres poderes -el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial- cuando en el horizonte apuntan posibles recursos desde los tribunales ante la ley de amnistía, cuya tramitación parlamentaria ya está en marcha.
Además, el presidente del Gobierno mantiene a las tres vicepresidentas: Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera; y añade una cuarta: María Jesús Montero, que seguirá también con su responsabilidad de Hacienda y que sale fortalecida en el nuevo Ejecutivo, después de haber sido capaz de sacar adelante en la anterior legislatura tres Presupuestos Generales del Estado en circunstancias complicadas.
La presencia de Calviño, no obstante, puede ser temporal, si logra su objetivo de ser elegida presidenta del Banco Europeo de Inversiones a partir de enero. Como la apuesta no es segura, Sánchez ha preferido mantenerla en el Gabinete como vicepresidenta primera.
Confianza en Albares
Por lo que respecta a la cartera de Asuntos Exteriores, como se esperaba, Sánchez mantiene a José Manuel Albares, que se puso al frente de la diplomacia española, en julio de 2021, en sustitución de Arancha González Laya, tras la crisis por la acogida en España al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
El presidente del Gobierno premia así la fidelidad de Albares a sus planteamientos en materia de política exterior, incluido el polémico giro dado en la posición sobre el Sáhara Occidental, en el que respaldó el plan de autonomía para el territorio propuesto por Marruecos y que provocó una crisis diplomática de casi veinte meses con Argelia.
Albares, que guarda una relación personal muy estrecha con Sánchez desde hace bastantes años, ha sido también el encargado de llevar a Europa la iniciativa de querer declarar lenguas oficiales el catalán, el euskera y el gallego, una de las exigencias de los independentistas, que, por el momento Bruselas tiene en el congelador.
El ministro tendrá que afrontar igualmente la reanudación de las negociaciones entre la Comisión Europea y el Reino Unido sobre el futuro de Gibraltar, tras el Brexit. Tras la formación de nuevos gobiernos tanto en España como en el Peñón, es previsible que se aceleren los contactos para alcanzar un acuerdo, acerca del cual España tiene la última palabra.
Junto con Albares, seguirán en sus respectivas carteras Fernando Grande-Marlaska, en Interior, pese a que, en muchos sectores se le daba como “quemado”; Margarita Robles, en Defensa; Luis Planas, en Agricultura; y Diana Morant como ministra de Investigación y que asume también Universidades.
También seguirá al frente de Educación, Pilar Alegría, que añade a sus competencias las de Deporte, después de que el presidente haya decidido separarlas de Cultura. Además, Alegría, que era la portavoz del PSOE será ahora la portavoz del Ejecutivo, en sustitución de Isabel Rodríguez.
Isabel Rodríguez deja pues, la portavocía y también la cartera de Administración Territorial, para asumir otra de nueva creación: la de Vivienda y Agenda Urbana.
Las novedades
De las competencias de Administración Territorial se hace cargo Víctor Ángel Torres, ex presidente de Canarias, que dirigirá un Ministerio con el nombre de Política Territorial y Memoria Democrática.
Otra de las novedades es la de Jordi Hereu, ex alcalde de Barcelona (2006-2011) y actual presidente de Hispasat, que será ministro de Industria. Hereu, que tendrá en su Departamento las competencias de Comercio y Turismo, ha estado los últimos diez años en el mundo de la empresa, y queda como el único representante del PSC en el Gobierno, por la salida de Miquel Iceta de Cultura.
También entra como ministro otro hombre de plena confianza de Sánchez: Óscar Puente, ex alcalde de Valladolid, que será el nuevo ministro de Transportes, y que fue el encargado de dar respuesta a Alberto Núñez Feijóo cuando este presentó su candidatura a presidente del Gobierno.
José Luis Escrivá pasa a ser ministro de Transformación Digital y las competencias de Seguridad Social estarán dirigidas por Elma Sáiz, que fue consejera de Economía y Hacienda en el gobierno autonómico de Navarra y ahora es concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Pamplona. La salida de Sáiz, que, con un perfil moderado fue la candidata socialista a la alcaldía de la capital navarra y quedó en tercer lugar, puede abrir el camino para una moción de censura contra la actual alcaldesa de UPN, Cristina Ibarrola. Bildu será quien la promueva, para sentar en el sillón de alcalde a Joseba Asirón, con el apoyo del PSOE. Sobre Sáiz recaerá la responsabilidad del traspaso de competencias de la Seguridad Social al Gobierno vasco, según lo acordado por Sánchez con el PNV
Por su parte, Ana Redondo, muy cercana a Óscar Puente y antigua secretaria de formación del PSOE en Valladolid, será la ministra de Igualdad. La cartera de Igualdad pasa, con ese nombramiento, a la esfera del PSOE, consumándose la salida de Irene Montero, la promotora de la polémica ley del “si es sí”, que Sánchez se vio obligado a enmendar.
La cuota de Sumar
Junto con Irene Montero, sale del Gobierno la otra dirigente de Podemos, Ione Belarra, que pierde su cartera de Derechos Sociales. De esta manera se confirma que la formación morada no obtiene ninguno de los Ministerios que le corresponderían a la cuota de Sumar y se abre un escenario en que los cinco diputados de Podemos pueden ponerle en algún momento las cosas difíciles a Sánchez en el Parlamento.
Dentro de esa cuota de Sumar, sobre la que decide Yolanda Díaz, al frente de Derechos Sociales y Consumo estará el que fuera uno de los fundadores de Podemos Pablo Bustinduy, que fue portavoz de ese grupo en la Comisión de Asuntos Exteriores y es hijo de la exministra socialista Ángeles Amador. Bustinduy dejó la política tras la ruptura entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, renunciando a ser cabeza de lista en las elecciones europeas de 2019, y regresó para formar parte del equipo de campaña de Yolanda Díaz.
Además, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, diplomático de carrera, ex miembro del Parlamento Europeo y uno de los principales apoyos de Díaz en su campaña, es el nuevo ministro de Cultura.
Por su parte, Mónica García, médico de profesión y diputada autonómica de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, donde ha tenido numerosos encontronazos con la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, tendrá a su cargo la cartera de Sanidad. No es descartable que se vaya a asistir a nuevos choques entre la ahora ministra y Ayuso porque la sanidad pública ha sido un caballo de batalla de la izquierda contra la presidenta y al frente ha estado siempre Mónica García.
Finalmente, la europarlamentaria y portavoz federal de Izquierda Unida, Sira Rego, llevará un nuevo ministerio de Infancia y Juventud. Su ascendencia palestina, por su padre, ha causado incomodidad en medios israelíes, donde se recuerda que el día en que se produjo el ataque de terroristas de Hamás, el pasado 7 de octubre, emitió un mensaje en el que, sin hacer ninguna referencia a ello, indicó que “Palestina tiene derecho a resistir tras décadas de ocupación, genocidio y exilio”.