<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <strong>El Gobierno español guarda silencio ante el anuncio de la nueva visita que tiene previsto realizar a finales de esta semana a Gibraltar la Princesa Ana de Inglaterra, hermana del Rey Carlos III, pese a que, en otras ocasiones, España ha manifestado su protesta al Reino Unido por este tipo de visitas reales.</strong> El pasado 27 de octubre, la Oficina del Gobernador de Gibraltar hizo público un comunicado, anunciando que <strong>Ana de Inglaterra y su marido, el vicealmirante Timothy Laurence, realizarían una visita al Peñón los días 17 y 18 de noviembre.</strong> El motivo oficial es la participación en el <strong>Festival Literario</strong> que se celebra esos días en la colonia británica y del que la Princesa es presidenta de honor. <em>The Diplomat</em> pudo constatar entonces que <strong>la visita no es del agrado del Ejecutivo español,</strong> pero la respuesta oficial recibida desde el Ministerio de Asuntos Exteriores a la pregunta de si se iba a formular algún tipo de protesta a Londres fue que la reacción de España se haría llegar al Reino Unido «por los cauces habituales». Otras fuentes indicaron entonces que esa respuesta podría estar en función del programa que vaya a llevar a cabo Ana de Inglaterra en Gibraltar, algo que sigue sin conocerse en detalle. En cualquier caso, <strong>a sólo unos días para que se produzca la visita, el Ministerio de Asuntos Exteriores no ha presentado ningún tipo de queja al Reino Unido.</strong> <strong>Esa actitud contrasta con la mantenida en las últimas visitas de Ana de Inglaterra a Gibraltar -en 2004, con motivo de los 300 años de la presencia inglesa en el Peñón, y, posteriormente en 2009-,</strong> en las que sí hubo protestas formales a Londres. En 2009, participó a lo largo de tres jornadas en diversos actos, uno de ellos la inauguración del Princess Royal Medical Centre, un hospital bautizado así en su honor y construido sobre el istmo que une el Peñón con la Península Ibérica, territorio que España no cedió a la Corona británica por el Tratado de Utrecht, y del que el Reino Unido se apropió en el siglo XIX. Esa circunstancia provocó un mayor malestar en el Gobierno español, que entonces presidía José Luis Rodríguez Zapatero, calificó de “inoportuno” el desplazamiento y subrayó que era algo que hería la sensibilidad de la población española. Las estancias de miembros de la Familia Real a la colonia suelen tener como reacción la protesta española, aunque las autoridades británicas hacen caso omiso a esas quejas. Por el contrario, esas visitas son acogidas con gran satisfacción por el Gobierno de Gibraltar, que las ve como una consolidación de la soberanía británica sobre el Peñón. <a href="https://thediplomatinspain.com/2022/05/espana-protesta-al-reino-unido-por-la-visita-de-los-condes-de-wessex-a-gibraltar/" target="_blank" rel="noopener noreferrer">La última vez que España hizo llegar su malestar al Reino Unido</a> por la presencia de algún miembro de la Casa Real británica en Gibraltar fue en mayo del pasado año, cuando se supo que los Condes de Wessex tenían previsto viajar al Peñón para participar en los actos conmemorativos del 70 aniversario del acceso al trono de la Reina Isabel II de Inglaterra. El Gobierno español no precisó entonces si la protesta se hizo a través de una nota verbal o si fue convocado el embajador del Reino Unido en Madrid al Ministerio de Asuntos Exteriores, pero aseguraron a <em>The Diplomat </em>que este Departamento trasladó a las autoridades británicas su malestar por el anunciado desplazamiento al Peñón del hijo menor de Isabel II, el príncipe Eduardo de Inglaterra y su esposa, con motivo del Jubileo de Platino de la Reina. “España -dijeron entonces las fuentes consultadas- considera que la visita no resulta oportuna, en el marco del proceso de negociación para un futuro Acuerdo UE-Reino Unido sobre Gibraltar y de los acuerdos bilaterales entre España y Reino que son necesarios para la aplicación de dicho Acuerdo, que definirá unas nuevas relaciones entre Gibraltar y la Unión Europea”. El viaje de la princesa Ana de Inglaterra y su esposo se va a producir poco después de que Fabian Picardo haya renovado su mandato como ministro principal de la colonia, tras los comicios del pasado 12 de octubre, y cuando <strong>las negociaciones entre la Comisión Europea y el Reino Unido sobre el futuro del Peñón tras el Brexit</strong>, se encuentran congeladas, principalmente porque España -que tendrá la última palabra sobre ese posible acuerdo entre Bruselas y Londres- aún no ha formado un nuevo Gobierno después de las elecciones del pasado mes de julio.