<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La Secretaría de Estado para la UE, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha defendido la posibilidad de ofrecer “fórmulas” de “integración anticipada” a los países candidatos que les permitan participar en “determinadas políticas” comunitarias antes de su adhesión propiamente dicha y apreciar “los beneficios” de su futura pertenencia a la Unión.</strong></h4> “La ampliación ha estado muchos años parada y, aunque podemos hacernos acusaciones mutuas entre candidatos y UE, no llegan buenas noticias y se nota cierto cansancio en los candidatos”, declaró <strong>Miguel Alonso Berrio, jefe de Gabinete del secretario de Estado para la Unión Europea, Pascual Navarro</strong>, durante la presentación del <strong><a href="https://fundacionalternativas.org/tag/informe-sobre-el-estado-de-la-union-europea-2023/" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><em>Informe sobre el estado de la UE 2023</em></a>, elaborado por la Fundación Alternativas y la Friedrich-Ebert-Stiftung.</strong> “Las decisiones históricas sobre Ucrania, Moldavia y parcialmente Georgia han puesto la ampliación muy destacada entre las prioridades dentro de la agenda europea, pero nos encontramos con grandes dificultades entre los candidatos para llegar a puerto y estar preparados”, prosiguió. Por ello, indicó, <strong>“hay una reflexión en la UE sobre cómo podemos acelerar el proceso de ampliación sin reducir las exigencias, y, al mismo tiempo, ofrecer a los candidatos algunos beneficios de la integración”.</strong> “En el debate entre integración y ampliación, que no necesariamente están ligados de una forma estricta, <strong>podemos preparar la ampliación anticipando de alguna forma cuestiones de integración</strong>, como puede ser una mayor presencia en debates institucionales, el refuerzo de las ayudas a los países candidatos para la adhesión o la integración en determinadas políticas, por ejemplo, en agencias especializadas de la UE”, explicó. “Hay fórmulas que permitirían a los ciudadanos ver los beneficios y que la ampliación va en serio”, agregó. No obstante, Alonso Berrio admitió que existen <strong>“problemas” para esa “integración previa a la ampliación”</strong>. Entre ellos, destacó las cuestiones relacionadas con la condicionalidad (técnicas, económicas, el respecto al Estado de derecho o la capacidad para gestionar los fondos europeos “de forma adecuada”), la disponibilidad de fondos para ayudar a los candidatos y “pagar la factura de la ampliación” o “el problema de la integridad del mercado interior”. “No podemos integrar a un candidato en política agraria o industrial porque al final son los mismos dilemas que tuvimos cuando estábamos negociando el Brexit: o eres miembro de la UE o no lo eres, o eres parte del Espacio Económico Europeo o no eres parte, no puedes elegir al azar dónde quieres estar integrado”, precisó. <h5><strong>López Garrido: cinco grandes retos para la próxima legislatura europea</strong></h5> Durante el mismo acto de presentación del informe, que tuvo lugar este pasado miércoles en la sede de la Representación de la Comisión Europea en Madrid, <strong>el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas y exsecretario de Estado para la UE, Diego López Garrido</strong>, afirmó que la legislatura que surja tras las elecciones europeas de junio de 2024 se deberá a enfrentar a “cinco desafíos concretos”. Uno de los más importantes, advirtió, es <strong>“la ampliación de la UE y, concretamente, la entrada de Ucrania”.</strong> “La cuestión de Ucrania es clave y ya veremos qué sucede en el Consejo Europeo de diciembre en Bruselas, veremos si aprueba claramente la formalización de la negociación de Ucrania para entrar en la UE”, afirmó. Precisamente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recomendó este pasado miércoles al Consejo Europeo que dé su visto bueno para empezar las conversaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia. Otros dos retos “fundamentales” de la próxima legislatura, prosiguió, son <strong>“la agenda económica”, con especial atención a la industrialización (“el gran objetivo de la UE, una prioridad de la Presidencia española y un tema capital en la agenda económica”) y la economía circular</strong>; y la <strong>“agenda social”,</strong> un asunto en el que la que la UE “está en la vanguardia del planeta y va por delante claramente de EEUU y China”, pero que todavía debe enfrentarse a <strong>los retrasos en materia de migración y asilo</strong>. A su juicio, es fundamental “que se logre avanzar en el Pacto de Migración y Asilo, sobre todo para los países mediterráneos”, pero “todavía no se ha conseguido satisfactoriamente” y sigue siendo un asunto “todavía exclusivamente de los Estados y sin un marchamo europeísta”. El cuarto gran reto, según López Garridos, es “la existencia en los Tratados de elementos enemigos de la integración europea”, <strong>como “la capacidad de veto de cualquiera de los 27 en cualquier decisión de la UE en política exterior, de seguridad y defensa o en materia fiscal”</strong>. “El veto en seguridad y fiscalidad”, advirtió, “está conectado con la ampliación, porque será imposible pensar que pueda subsistir el veto con 33 o 34 Estados en la UE”. El quinto y último reto, concluyó, es <strong>la autonomía estratégica abierta</strong>, “un importantísimo concepto de fondo que sobrevolará la política europea a lo largo de la próxima legislatura”. Por su parte, <strong>María Pallares, coordinadora de programas de la Friedrich-Ebert-Stiftung en Madrid</strong> y coordinadora del informe, explicó que, de cara a las elecciones europeas del año que viene, “subyacen dos preguntas”: cómo va a hacer frente la UE “a las policrisis, que se van complicando cada vez más, y a las diferentes transiciones mejorando al mismo tiempo la vida de los ciudadanos”, y “cómo afronta la UE la ampliación y su corolario, que es la reforma de los Tratados”. Todos estos retos, advirtió, pueden enfrentarse a <strong>“un Parlamento Europeo más complejo, y todo apunta a que será un Parlamento Europeo más euroescéptico”.</strong>