<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Consejo de Ministros aprobó ayer la concesión del Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III al secretario general de la ONU, António Guterres, por su “defensa de la democracia, el multilateralismo y los derechos humanos”.</strong></h4> <strong>El Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III es la más alta condecoración civil en España.</strong> Su objetivo es recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a España y está reservado para miembros de la Familia Real, jefes de Estado y de Gobierno y ciudadanos españoles que estén en posesión de la Gran Cruz con más de tres años de antigüedad. <strong>“António Guterres ha brillado en su defensa por la democracia, el multilateralismo y los derechos humanos, manteniendo siempre su compromiso con el orden internacional basado en reglas y el respeto al derecho internacional, como se ha puesto especialmente de manifiesto en su actuación y declaraciones como secretario general de Naciones Unidas en las últimas semanas en la crisis de Gaza, en defensa del Derecho Internacional, el Derecho Internacional Humanitario y los derechos humanos de la población civil palestina”</strong>, declaró <strong>la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez</strong>, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. <strong>El pasado 24 de octubre, Antonio Guterres advirtió ante el Consejo de Seguridad de la ONU que “los ataques de Hamás no vienen de la nada” y que “los palestinos han estado sujetos a 56 años de asfixiante ocupación ilegal”</strong>. Ante esas declaraciones, <strong>el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, cargó contra él y pidió su dimisión</strong> y el embajador de Israel ante la ONU acusó a Guterres de haber perdido toda la moralidad e imparcialidad, además de estar tolerando el terrorismo. Un día más tarde, <strong>el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se sumó en Bruselas a la voz de Guterres para que haya un alto el fuego humanitario y trasladó su “cariño y respaldo” al secretario general de Naciones Unidas. </strong>“Creo que lo que está haciendo es alzar la voz de una mayoría amplia de las sociedades en el mundo que lo que quieren es una pausa humanitaria”, apuntó. Tras la polémica creada, <strong>António Guterres declaró que estaba “asombrado por las tergiversaciones” que “algunos” habían hecho con sus palabras y recordó que en sus declaraciones del martes había “condenado inequívocamente los actos de terror de Hamás en Israel, horribles y sin precedentes”</strong>, y que “nada puede justificar el asesinato deliberado, el secuestro de civiles ni el lanzamiento de cohetes contra objetivos civiles”. Asimismo, afirmó, sin retractarse de sus palabras ante la Asamblea, que “los agravios del pueblo palestino no pueden justificar los atroces ataques de Hamás”. António Guterres, nacido en Lisboa en 1949, fue <strong>primer ministro de Portugal entre 1995 y 2002</strong>, periodo “durante el que estrechó los lazos con España e hizo importantes contribuciones al proceso de construcción europea”, declaró la portavoz del Gobierno. Asimismo, fue <strong>Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de junio de 2005 a diciembre de 2015</strong> y asumió el cargo de <strong>secretario general de las Naciones Unidas el 1 de enero de 2017</strong>. Guterres fue también vicepresidente de la Internacional Socialista entre 1992 y 1999 y presidente entre 1999 y mediados de 2005.