<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El quince por ciento de los europeos son capaces de comunicarse en idioma español, que se ha convertido en la cuarta lengua de la UE por número de hablantes nativos, después del alemán, el italiano y el francés, y por el número de personas que la tienen como segunda lengua extranjera, según revela el Anuario 2023 <em>El español en el mundo</em>, elaborado por el Instituto Cervantes.</strong></h4> <strong> </strong> <strong>El español es la segunda lengua del mundo por número de hablantes nativos (con cerca de 500 millones) y es el segundo idioma de comunicación internacional</strong>, indica el informe, presentado ayer en la sede del Instituto en Madrid. Si a esa cifra se añaden los más de 23 millones de alumnos que estudian español como lengua extranjera y los más de 76,4 millones de usuarios del idioma con competencia limitada, <strong>la cantidad total es de casi 600 millones de personas, lo que equivale al 7,5% de la población mundial</strong>. “Somos la segunda lengua del mundo después del chino mandarín”, declaró durante la presentación del acto <strong>el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.</strong> “Compartir el idioma con casi 600 millones de personas en el mundo nos acerca y nos permite participar en un espacio cultural diverso”, afirmó, por su parte, <strong>el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares</strong>, durante el cierre de la presentación. “Los datos son elocuentes y nos muestran que nuestra lengua es un patrimonio de un valor inmenso, un patrimonio que tenemos que aprovechar como una herramienta para crear vínculos más estrechos entre países, en estos momentos en que la paz se ve tan amenazada en Gaza o en Ucrania”, manifestó. Por ese motivo, <strong>“el fomento del español constituye uno de los ejes claves de la política exterior que dirijo y, por eso, una de las primeras decisiones como ministro fue incorporar la dimensión del español en el mundo dentro del Ministerio”</strong>, declaró Albares ante los asistentes, entre quienes se encontraban el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, y la Comisionada Especial para la Alianza por una Nueva Economía de la Lengua, Cristina Gallach. En todo caso, el informe advierte de que, <strong>aunque la comunidad hispanohablante crecerá en términos absolutos en los próximos cincuenta años, su peso relativo irá disminuyendo progresivamente de aquí a final de siglo, debido, fundamentalmente, a un descenso de la natalidad en los países hispanohablantes</strong>, que cederán definitivamente el testigo a otras regiones del planeta, como el África subsahariana o Asia central y meridional, como motores del crecimiento de la población mundial. En 2100, solo el 6,4 % de la población mundial podrá comunicarse en español. El informe dedica un capítulo especial a <strong>Estados Unidos</strong>, que en 2060 será el segundo país con más hispanohablantes del mundo, después de México. Las estimaciones realizadas por la Oficina del Censo de los Estados Unidos hablan de que, ese año, habrá 111 millones de hispanos distribuidos por todo el país. Eso supondrá que el 27,5 % de la población norteamericana, casi uno de cada tres residentes en Estados Unidos, será hispana. <h5><strong>La UE</strong></h5> “Hay un dato que es, quizás, menos conocido, pero que cobra mucha relevancia en estos momentos en los que somos Presidencia en el Consejo de la UE: el español es ya la segunda lengua extranjera más estudiada en educación superior en la Unión, después del inglés”, destacó Albares. <strong>“Unos 76 millones de europeos se pueden comunicar en nuestro idioma; ésa es la fuerza de nuestra lengua común”</strong>, añadió. Al respecto, el Anuario indica que el <strong>español es la cuarta lengua de la UE por número de hablantes nativos (después del alemán, el italiano y el francés) y por el número de personas que la tienen como extranjera (después del inglés, el francés y el alemán).</strong> Concretamente, casi 45 millones de europeos hablan español como lengua materna (el diez por ciento de los 447 millones de habitantes de la UE), otros 25 millones lo usan como lengua extranjera y más de seis millones lo están aprendiendo. <strong>En total, unos 76 millones de europeos</strong> (<strong>alrededor del quince por ciento de la población total de la UE) son capaces de comunicarse en español con distinto grado de competencia en el idioma.</strong> En el plano institucional, el español se utiliza como <strong>lengua de trabajo en el Consejo y en el Parlamento Europeo, pero no en la Comisión Europea, que cuenta solamente con tres lenguas de trabajo (inglés, francés y alemán), ni en el Tribunal de Justicia, cuyo único idioma de deliberación es el francés</strong>, si bien su lengua de procedimiento puede ser cualquiera de las veinticuatro lenguas oficiales de la Unión. Asimismo, <strong>la plantilla de intérpretes españoles es la tercera más grande de la Dirección General de Interpretación de la Comisión.</strong> Con todo, según el documento, <strong>la tendencia general en la UE es a limitar en la medida de lo posible el número de lenguas utilizadas en las instituciones comunitarias y “evitar así que el multilingüismo se convierta en una rémora para su funcionamiento”</strong>. En principio, esta limitación debería perjudicar al español, al menos en el ámbito institucional, pues implicaría una menor utilización de este idioma en los documentos oficiales y en las interpretaciones institucionales, pero <strong>“gran parte de los ciudadanos europeos” han optado por canalizar sus esfuerzos hacia el aprendizaje del español a causa de “su mayor proyección internacional”</strong> y porque “les resultaría más útil para comunicarse fuera de las fronteras de la Unión”. <strong>Algo similar se observa también en el caso del Reino Unido, donde el estudio del español ha experimentado un repunte considerable justo después del Brexit, en detrimento del francés.</strong> Aparte, en el seno de la UE el peso relativo del español como idioma materno se ha visto incrementado debido a la drástica reducción del grupo de hablantes nativos de inglés, que ha pasado del 13% a apenas el uno por ciento, aunque, como advierte el Anuario, “el funcionamiento actual de la UE hace prácticamente imposible que el inglés deje de ser lengua oficial de la UE”. Por todo ello, <strong>el 5,3 por ciento de los ciudadanos europeos han decidido incorporar al español como lengua extranjera “por encima de idiomas que cuentan con un porcentaje de población nativa superior, como es el caso del italiano”. </strong> En cuanto a <strong>la comunicación institucional europea a través de Internet</strong>, un análisis del número de visitas realizadas al principal portal de información de la Unión Europea revela un mayor empleo del español con respecto a otras lenguas con un número de hablantes nativos superior, como el alemán o el francés. <strong>El inglés y, en menor medida, el español están sobrerrepresentados en la red, en el sentido de que la proporción de visitantes que utilizan estos idiomas supera la de los usurarios procedentes de países de la UE donde estos idiomas son oficiales</strong>. Esto se debe probablemente a que muchos visitantes que eligen estos dos idiomas (en particular el inglés) se encuentran <strong>fuera de la UE</strong>, lo que muestra la mayor proyección internacional del español respecto del francés y del alemán. Por otra parte, <strong>el inglés sigue siendo, con diferencia, la lengua más estudiada, mientras que el español se disputa con el alemán la tercera posición, por detrás del francés.</strong> Las cifras de alumnos matriculados en asignaturas de lenguas extranjeras en los distintos ciclos de enseñanza primaria, secundaria y formación profesional durante el periodo 2013-2020 revelan una clara tendencia al alza en el estudio del español, sobre todo a partir de 2016. Por el contrario, <strong>el francés y el alemán parecen haber alcanzado su cota máxima de alumnos, ya que su número apenas ha variado en ese mismo espacio de tiempo</strong> <strong>y, de consolidarse la actual tendencia, el estudio de español superará al de alemán antes de que finalice esta década</strong>. De los 27 países que pertenecen a la UE, <strong>Francia, Italia y Alemania son los que cuentan con un mayor número de estudiantes de español</strong>. En <strong>educación superior</strong>, el español se sitúa en segunda posición después del inglés y por delante del francés y del alemán. Al respecto, el Anuario destaca que <strong>España es, con diferencia, el país que más estudiantes Erasmus acoge. </strong>Si se tiene en cuenta que, según los propios estudiantes Erasmus, uno de los principales estímulos para solicitar estas becas es el aprendizaje de otras lenguas, “el dato correspondiente al español indica el enorme interés que despierta este idioma entre los universitarios europeos”.