<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, presentó ayer en el Consejo de Asuntos Generales de la UE (CAG) una nueva propuesta adaptada de España para el cambio del régimen lingüístico europeo y la oficialización del catalán, el euskera y el gallego en el seno de la Unión Europea a fin de intentar evitar el anunciado veto de Letonia y Lituania y mantener vivo el debate para futuras reuniones.</strong></h4> Desde el mismo comienzo del CAG, celebrado en Luxemburgo, <strong>Letonia y Lituania se mostraron abiertamente en contra de la propuesta argumentando que el cambio del régimen lingüístico tendría un gran “impacto político” en sus países, en los que existe una importante minoría que habla ruso</strong>. No obstante, los dos países bálticos no se opusieron a que continúe el debate a nivel técnico en el seno de los Veintisiete después de constatar que alrededor de una decena de Estados miembros seguían dispuestos a seguir discutiendo sobre el coste o el encaje legal de la propuesta española “sobre la base de un trabajo técnico más detallado”, según informaron fuentes de la UE a la agencia Europa Press. Finalmente, <strong>el Consejo de Asuntos Generales acordó ayer “seguir ocupándose de este asunto”</strong> a la espera de que la Comisión presente su análisis sobre las implicaciones económicas de la solicitud española, “en cooperación con las demás instituciones de la UE”, y de que se presente una posterior “propuesta adaptada”. <strong>“Hoy (por ayer) hemos avanzado para que la propuesta española sea la propuesta de los 27”</strong>, aseguró Albares, con un tono muy optimista, durante la rueda de prensa posterior al Consejo. “Hoy hemos logrado que la inclusión del catalán, el euskera y el gallego en el régimen lingüístico de la UE esté más cerca”, añadió. <strong>El ministro en funciones presentó en Luxemburgo una propuesta adaptada española</strong> que incluye “las observaciones planteadas por algunos Estados miembros en la reunión del Consejo del pasado 19 de septiembre” y que él mismo ha “venido tratando bilateralmente con muchos de ellos a lo largo de esta semana”. “Por supuesto también responden a los comentarios que nos han hecho los países bálticos”, aclaró. A partir de estos contactos, explicó, la propuesta adaptada establece que <strong>“la reforma propuesta se circunscribe exclusivamente al caso de España”</strong>, teniendo en cuenta “la especificidad de España por la serie de condicionantes que reúnen el catalán, el euskera y el gallego y que las convierten en un caso único en la UE”, y, por lo tanto, que <strong>“otras lenguas no podrán ampararse en esta reforma si el Estado miembro no lo desea”. </strong> Asimismo, Albares informó de que <strong>España se ha comprometido a asumir los costes de traducción e interpretación de los tres idiomas en la UE</strong>. Con ese fin, aseguró, la Presidencia española del Consejo de la UE solicitó “el martes de la semana pasada informes de impacto presupuestario y material a los servicios de la Comisión”. “En cuanto recibamos la evaluación de la Comisión, formalizaremos lo que España ya ha indicado de asumir su financiación”, añadió. “Desde hace casi dos décadas, tenemos acuerdos administrativos financiados íntegramente por España en prácticamente todas las instituciones europeas para estos tres idiomas y nunca se ha planteado ninguna dificultad ni ningún problema en su financiación”, indicó. “Solo la Comisión puede establecer el coste exacto, porque es la única que conoce cuál es exactamente el coste, pero, desde luego, <strong>las estimaciones que tenemos son absolutamente asumibles por España</strong>”, afirmó. <h5><strong>“No hay vetos”</strong></h5> <strong>“No voy a descubrir los posicionamientos nacionales de todos los Estados miembros, pero sí diré que ningún Estado se ha opuesto a que se circule esta propuesta adaptada”</strong> e incluso “varios países han manifestado explícitamente su apoyo a nuestros planteamientos”, aseguró Albares. <strong>“No olvidemos que esta decisión se tiene que tomar por unanimidad, y cuando se habla de unanimidad no importan los votos, importan los vetos, y no hay vetos”</strong>, añadió. “Hemos concluido, sin oposición de ningún Estado miembro, que se circulará esta propuesta adaptada por las vías habituales”, manifestó. “He indicado también que la facilidad de encontrar traductores e intérpretes hará muy sencilla su introducción en el régimen lingüístico, dado que no son lenguas minoritarias, sino que tienen un amplísimo número de hablantes”, explicó Albares. “En el caso del catalán, por ejemplo, hay más de diez millones, más que muchos idiomas que hoy son oficiales en la UE”, agregó. Respecto a la polémica que surgió tras el CAG de septiembre por la propuesta de Albares de comenzar con el catalán y hacerlo más adelante con los otros dos idiomas, el ministro en funciones precisó que el objetivo de aquella “aplicación gradual” era “facilitar la aprobación de la reforma lo antes posible”, pero aseguró que <strong>“la reforma es para los tres idiomas en igualdad de condiciones y con las mismas consecuencias para los tres”</strong>. “De hecho, la propuesta de hoy (por ayer) es para los tres idiomas”, advirtió.