<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ofreció ayer al resto de líderes de la UE la posibilidad de elevar el perfil político de la próxima reunión de la Unión por el Mediterráneo (UpM), que se celebrará el 27 de noviembre en Barcelona y en la que “Israel y Palestina se sentarán en igualdad de condiciones”, para “relanzar el diálogo euro-árabe” y evitar una escalada regional del conflicto de Oriente Próximo.</strong></h4> Sánchez participó ayer por videoconferencia en <strong>la reunión extraordinaria del Consejo Europeo</strong> convocada de emergencia para analizar la situación generada por los atentados terroristas de Hamás contra Israel y por la respuesta militar israelí en la Franja de Gaza. El encuentro comenzó con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas en Israel y Palestina y por los recientes atentados perpetrados en suelo europeo. Durante la reunión del Consejo, los 27 coincidieron en la necesidad de mantener una posición “unida y firme” contra los ataques terroristas de Hamás y <strong>ratificaron el acuerdo de mínimos alcanzado el pasado domingo, que incluye el derecho que tiene Israel a defenderse dentro del derecho internacional y humanitario. </strong> Asimismo, <strong>expresaron su temor de que la guerra entre Israel y Hamás provoque una nueva escalada de atentados islamistas en Europa</strong> (tras el apuñalamiento de un profesor en Francia y el asesinato a tiros de dos aficionados de la selección de Suecia en Bélgica) y se comprometieron, en este contexto, a fortalecer la cooperación entre las fuerzas de seguridad de los Estados miembros y a combatir los discursos de odio. <strong>Los Estados miembros se comprometieron también a intensificar el diálogo con Israel y con todos los países de la región para evitar una escalada regional del conflicto y a reforzar la ayuda humanitaria a Palestina. </strong> Durante su intervención, <strong>la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen</strong>, advirtió de la necesidad de evitar la escalada bélica y aseguró que “todos” los líderes árabes con los que ha hablado “son conscientes de la importancia de la financiación de la UE y son conscientes de que este conflicto regional no puede escalar porque pondría en peligro la financiación de la UE a la región". En el mismo sentido, <strong>el presidente del Consejo Europeo, Charles Miche</strong>l, expresó el compromiso de toda la UE de “hacer todo lo posible para que el conflicto no escale a nivel regional porque sería un riesgo mucho mayor” y porque “el único país que se beneficia de una escalada en la región es Rusia”, y advirtió de la necesidad de luchar “contra el antisemitismo y la islamofobia” y de gestionar la vertiente migratoria del conflicto, sobre todo con Estados fronterizos como España o Italia o en terceros países como Egipto. <h5><strong>Pedro Sánchez</strong></h5> Por su parte, Pedro Sánchez reiteró, durante su intervención, que <strong>Israel tiene derecho a defenderse, pero advirtió que cualquier acción de defensa debe estar enmarcada “dentro del Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario”</strong>, en consonancia con la posición común adoptada este pasado domingo por los Veintisiete. El presidente del Gobierno en funciones advirtió también de que <strong>la prioridad absoluta en el corto plazo es proteger a los civiles y evitar que el conflicto escale y reiteró que “solo a través de la solución de los dos Estados se podrá frenar la violencia y solucionar de modo definitivo un conflicto que causa tanto sufrimiento”.</strong> Pedro Sánchez recordó también que <strong>el próximo 27 de noviembre tendrá lugar en Barcelona la próxima reunión de la Unión por el Mediterráneo. “En este foro, Israel y Palestina se sentarán en igualdad de condiciones, y tanto los europeos como los árabes nos sentaremos en torno a la mesa”,</strong> afirmó. “Es una buena oportunidad que tenemos que aprovechar”, afirmó. Por ello, el presidente del Gobierno propuso al resto de líderes europeos que se eleve el perfil político de esta cita para “utilizar esta plataforma para relanzar el diálogo euro-árabe” y ayudar a evitar una escalada regional del conflicto. El presidente Sánchez también anunció que la <strong>Cooperación Española aportará más de cuatro millones de euros adicionales a Palestina de aquí a final de año</strong>. “En 2023, llegaremos a 21,5 millones entre cooperación y ayuda humanitaria, lo que supone un 30% más que en 2022”, precisó. Asimismo, advirtió de la necesidad de garantizar la llegada de ayuda humanitaria a Gaza y de mantener los suministros esenciales en este territorio, especialmente de agua y de electricidad, y exigió la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, entre los que se encuentra el español<strong> Iván Illarramendi</strong> (según confirmó ayer el Ministerio israelí de Exteriores). <h5><strong>Más reacciones al comunicado de la Embajada</strong></h5> Entretanto, ayer siguió coleando en España la polémica generada por <strong>el comunicado de la Embajada de Israel</strong>, emitido el lunes, en el que calificaba de “inmorales” las declaraciones de “algunos miembros del Gobierno español” y acusaba a “ciertos elementos dentro del Gobierno español” de “alinearse con este terrorismo tipo ISIS”, en referencia a la posición de los miembros más izquierdistas del Gobierno de coalición respecto a la guerra de Israel contra Hamás. Horas después, el Ministerio de Asuntos Exteriores difundió una nota en la que señalaba que el Gobierno rechazaba “tajantemente” las “falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel sobre algunos de sus miembros” y advertía de que “no acepta insinuaciones infundadas sobre ellos”. <strong>El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, dio ayer por “zanjado” el “incidente puntual” con Israel</strong> y explicó, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que había <strong>hablado el lunes por la tarde con la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, para trasladarle su “profundo disgusto”</strong> <strong>por el “inamistoso” comunicado de la Embajada.</strong> Asimismo, recordó que cada ministro tiene su ·perímetro” y gestiona unas “políticas determinadas” y, <strong>“en lo que toca a la política exterior, es muy evidente que solamente hay dos voces autorizadas, la del presidente del Gobierno, por supuesto, y la del ministro de Asuntos Exteriores”.</strong> La polémica surgió, sobre todo, por unas declaraciones de l<strong>a ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra</strong>, en las que pidió que se llevase a Israel ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por los presuntos crímenes de guerra que se estarían cometiendo en Gaza. La propia Belarra volvió ayer a echar leña al fuego durante una entrevista en Catalunya Ràdio, en la que instó a “cambiar la narrativa” sobre la guerra entre Israel y Hamás y a que se reconozca que lo que está haciendo el Ejército israelí en Gaza son crímenes de guerra. Según Belarra, “nadie niega el dolor por las muertes de civiles israelíes”, pero Israel sí olvida “el dolor de los palestinos”. En medio de la polémica, <strong>el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo</strong>, advirtió ayer de que “no es el momento de tener un conflicto con Israel”, pero “lamentablemente ya lo tenemos”. “Yo lamento mucho que mi país tenga un problema diplomático con Israel y creo que el presidente del Gobierno debería de poner orden, aunque comprendo que los votos de Sumar y los votos de Podemos son determinantes para que siga de presidente de Gobierno”, manifestó. Por otra parte, el Ministerio israelí de Asuntos Exteriores confirmó ayer que <strong>el español Iván Illarramendi</strong> (de 46 años y natural de Zarautz), cuyo paradero se desconoce desde los atentados del pasado 7 de octubre en Israel, <strong>figura entre los 200 rehenes que mantiene Hamás en su poder. </strong>El pasado 9 de octubre, Albares informó de que había dos españoles “afectados” por el ataque de Hamás y dos días después confirmó la muerte de la española Maya Villalobo, de 19 años, que se encontraba haciendo el servicio militar en Israel. Illarramendi se encontraba con su mujer, de nacionalidad chilena, en Kissufim, un kibutz muy próximo a la frontera con la Franja de Gaza que fue asaltado por Hamás. .