<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, participó ayer en Tirana en la Cumbre del Proceso de Berlín, en la que los líderes de España y de Kosovo volvieron a coincidir en un encuentro internacional por segunda vez en apenas diez días.</strong></h4> La cumbre del Proceso de Berlín -una iniciativa lanzada en 2014 por la entonces canciller alemana Angela Merkel para promover el diálogo político entre Albania, Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia- contó con la participación de <strong>la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.</strong> Entre los asistentes figuraba también <strong>el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti</strong>. Se trata de la <strong>segunda ocasión en menos de dos semanas en que Pedro Sánchez coincide con un líder de esta antigua provincia serbia</strong>, cuya independencia, autoproclamada en 2008, no ha sido reconocida por España ni por otros cuatro Estados miembros de la UE: Chipre, Grecia, Rumanía y Eslovaquia. <strong>El pasado 5 de octubre, Sánchez coincidió con la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani Sadriu, en Granada, con motivo de la tercera reunión de la Comunidad Política Europea</strong>. En aquella ocasión, la mandataria kosovar aseguró en rueda de prensa que la independencia de su país es “una realidad irreversible” y, por ello, animó a España a reconocerla, teniendo en cuenta el interés español por la prosperidad y la estabilidad de los Balcanes Occidental. En la reunión de ayer, Kosovo estuvo representado por Albin Kurti, quien, además de mantener un encuentro bilateral con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, intervino en la primera sesión de la Cumbre del Proceso de Berlín, dedicada a la integración de los Balcanes Occidentales en el mercado único y a la mejora de la convergencia con la UE. En su discurso, <strong>Kurti denunció el “ataque terrorista contra Kosovo” del 24 de septiembre -</strong>que se saldó con el asesinato de un policía kosovar a manos de un comando de serbios de Kosovo y con la posterior muerte de tres integrantes de este grupo armado en su enfrentamiento con los agentes-, cuyos autores “todavía deambulan libremente por Serbia a pesar de admitir públicamente su participación”, y aseguró que “este acto atroz fue patrocinado por Serbia, como lo demuestran pruebas irrefutables”. <strong>“Veinticinco años después de la campaña genocida, y después de tantas rondas de diálogo, Kosovo sigue amenazado con la invasión de Serbia”</strong>, declaró, citado por la web del Gobierno kosovar. En el mismo encuentro, <strong>Von der Leyen advirtió de que “es muy importante que Kosovo y Serbia reanuden la senda de la normalización de sus relaciones”</strong> porque esa es la “única vía” para “avanzar hacia el futuro y para que Kosovo y Serbia sean miembros de la Unión Europea”. Por su parte, <strong>Olaf Scholz advirtió de que “ya es hora de superar los conflictos que duran desde hace demasiado tiempo”</strong>. “La reciente escalada en el norte de Kosovo demuestra la importancia” de ello, añadió. Por su parte, Sánchez afirmó en Tirana que la Presidencia española del Consejo de la UE apoya plenamente el proceso de adhesión de los Balcanes Occidentales y aseguró que la Unión ayudará en la puesta en marcha de todas las reformas necesarias para materializar el Nuevo Plan de Crecimiento para la región, que la Comisión presentará antes de final de año. Asimismo, y <strong>sin mencionar expresamente a Kosovo, recordó ante el resto de líderes “dos objetivos principales” del Proceso de Berlín: “la resolución de cuestiones bilaterales pendientes y la reconciliación dentro de las sociedades de la región”</strong>, dos objetivos que “no son un fin en sí mismos, sino que sirven a un propósito claro: acercar la región a la Unión Europea”. En julio de 2022, durante una gira por los Balcanes Occidentales, Pedro Sánchez declaró en Belgrado que España apoya a Serbia “en lo que tiene que ver con Kosovo”. “Serbia y España son países amigos” a los que les “unen muchas cosas”, pero lo que más les une es “el convencimiento de la necesidad de garantizar el respeto del Derecho Internacional y la integridad soberana de los Estados, la integridad territorial de los Estados”, advirtió. Por ello, <strong>“España ha estado y va a estar al lado de Serbia en la defensa de estos principios y va a apelar siempre al diálogo entre las partes para resolver las diferencias, pero, evidentemente, hay que respetar la integridad territorial de las naciones y hay que respetar el Derecho Internacional”</strong>, concluyó.