The Diplomat
El pasado miércoles 11 de octubre se inauguró en Marbella, en El Rastro la exposición Fascination, del artista haitiano Philippe Dodard. Una muestra organizada por Ana Tess Bejart, interiorista y escritora, en colaboración con el artista Julián Martín y la Embajada de Haití.
A la velada asistieron el embajador de Haití, Guy Lamothe, coleccionistas, diseñadores, arquitectos, apasionados de cultura y arte de toda España. El artista Philippe Dodard recibió a los invitados actuando en una original performance de pintura en vivo que involucró a todos los asistentes. Una música en vivo evocativa de los ritmos haitianos y un cóctel pusieron el broche de oro a la velada.
Philippe Dodard posee en su ADN colores intensos y poderosos, formas enigmáticas, símbolos misteriosos, duende, embrujo y fascinación. Empezó el artista en el ambiente de un estudio: Poto-Mitan, creado por Jean-Claude Garoute y Patrick Vilaire. A partir de entonces, la línea estuvo presente en su obra, ya fuera pintada, dibujada o esculpida. En la segunda mitad de los años setenta, Philippe Dodard se enfrentó a sus coetáneos, a sus galeristas, cada vez más numerosos, a la crítica incipiente y algo confusa que no tenía puntos de referencia, a su familia y al público en general.
Michèle Montas, una periodista que acababa de regresar al país, tomando nota del estado del arte en el país, comentó la existencia de un cierto tipo de pintura en serie “perezosa y rentable”. Esta observación podría aplicarse a la obra de Philippe Dodard, que llegó a ser un pintor de éxito. Afortunadamente, pronto se dio cuenta de que una carrera de éxito también podía significar un fracaso artístico. Fue un “momento de ruptura”, el comienzo de una época en la que el artista haitiano se dedicaría cada vez más a distintas disciplinas, hasta abandonar las artes plásticas para convertirse en poeta.
En la obra de Philippe Dodard se pueden encontrar a menudo referencias al cubismo y, más allá, a la estatuaria africana. Rara vez se atreve con la abstracción, prefiriendo las imágenes figurativas. Si bien es cierto que sus imágenes representan, la figura o figuras que ocupan el espacio no son reales, sino estilizadas. De este modo, siempre conservan su realidad.
El embajador haitiano señaló que “en los cuadros de Philippe, no podemos permanecer indiferentes ante esta cohabitación de dos fuerzas: las líneas y los colores, que el artista encuentra la manera de dominar para crear una obra de arte que merezca la pena. De hecho, la obra se mantiene unida a pesar de este ‘conflicto, que, sin embargo, nos obliga a abandonar la representación de los volúmenes y la precisión anatómica de las figuras, que se entremezclan entre sí y con formas diferentes, todas en el mismo plano. Más información del acto de la inauguración de la exposición en este enlace.