<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, inauguraron ayer en Madrid un acto conmemorativo por el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el que ambos defendieron la rendición de cuentas por los crímenes de guerra cometidos durante la invasión rusa en Ucrania.</strong></h4> “España tiene en su raíz la defensa y promoción de los derechos humanos y sociales y creemos firmemente que solo una UE que sea una firme defensora de los derechos humanos dentro y fuera de Europa puede ser verdaderamente un actor internacional estratégico a la altura de lo que esperan todos nuestros ciudadanos”, declaró Albares durante <strong>la Conferencia de Alto Nivel, organizada por la Presidencia española del Consejo de la UE y por el Servicio Europeo de Acción Exterior en la sede del Ministerio en Marqués de Salamanca. </strong>También intervino en el acto el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, <strong>Volker Türk.</strong> <strong>La Declaración de 1948</strong>, prosiguió Albares, permitió, por “primera vez”, disponer de “un instrumento internacional que reconocía una igualdad en dignidad y derechos a todos los individuos”, así como “la relación entre la paz y el respeto a los derechos humanos”, y, por tanto, establecer un “sistema de protección acorde a las aspiraciones que tenemos todos los que queremos una comunidad internacional justa”. Sin embargo, advirtió, <strong>“hoy,</strong> <strong>los derechos humanos de millones de personas, la democracia, los valores de tolerancia y respeto que han inspirado la Declaración y también nos han garantizado décadas de paz están amenazados en muchas partes del mundo”</strong>. Según Albares, <strong>“la agresión rusa contra Ucrania es un ataque frontal a los derechos humanos, a la Declaración Universal y a la Carta de las Naciones Unidas”</strong> y, por ello, “sin respeto a los derechos humanos no será posible una paz justa”. Por ese motivo, declaró, <strong>“España apoya a la Corte Penal Internacional” y respalda la creación de “un mecanismo de rendición de cuentas que garantice que las violaciones de derechos en la guerra de agresión contra Ucrania sean investigadas, como el crimen contra nuestra cooperante Emma Igual, y, sobre todo, que sus responsables últimos sean llevados ante la Justicia”. </strong> “Este ataque a la Carta de la ONU y la Declaración ha venido a sumarse a una serie de crisis que están poniendo en riesgo los importantes avances que hemos promovido los demócratas, los defensores del multilateralismo, los defensores de la cooperación entre Estados: <strong>el cambio climático, las crisis de seguridad, la amenaza terrorista, la inseguridad alimentaria creciente, el avance de la ultraderecha en Europa y en otras partes del mundo</strong>, nos interpelan sobre cómo defender aún con más fuerza la democracia y los principios básicos de la Carta de la ONU”, manifestó. Albares también advirtió de <strong>la “situación crítica” que viven los países del Sahel</strong> a causa de “la inseguridad, la amenaza terrorista, el retroceso democrático”, la inseguridad alimentaria y la emergencia climática, y denunció <strong>el “retroceso insoportable de los derechos de las mujeres y de las niñas en países como Afganistán o Irán”</strong>. En este contexto, el ministro en funciones aprovechó la mención al régimen de Teherán “para exigir, una vez más, <strong>la liberación por parte de Irán de Santiago Sánchez</strong>, injustamente retenido en ese país desde hace más de un año”. Sánchez fue detenido a principios de octubre de 2022 cuando se dirigía a pie a Qatar para asistir al Mundial de Fútbol y tras visitar la tumba de Mahsa Amini, la joven iraní que falleció bajo custodia policial después de ser arrestada por llevar mal el velo islámico. <h5><strong>Josep Borrell</strong></h5> Por su parte, <strong>Josep Borrell</strong> advirtió de que “los derechos humanos no son algo que podemos dar por sentado, es algo por lo que tenemos que pelear”. “A pesar de los logros alcanzados con la Declaración, todavía tenemos grandes problemas de desigualdad, extremismo, populismo, discursos de odio, el impacto catastrófico del cambio climático, el ritmo frenético al que avanza la tecnología, 100.000 personas que han tenido que abandonar sus hogares en Nagorno-Karabaj” a causa de la incursión militar azerí, declaró. “El mundo tiene que hacer algo, utilizar nuestros instrumentos políticos; hemos gastado 1.500 millones de euros para promover los derechos humanos y la democracia, pero tenemos que hacer más, mucho más, sobre todo por las generaciones venideras”, prosiguió. <strong>“No hay solución posible sin contar con la protección de los derechos humanos”</strong>, declaró. “Los jóvenes tienen que entenderlo, porque a lo mejor es que lo dan por sentado, en función de donde vivan, pero tienen que tener una visión más amplia del mundo, tienen que entender que la mayor parte de la humanidad sigue viviendo sin poder acceder a estos derechos que para nosotros son universales”, advirtió. <strong>“Vengo de Ucrania”</strong>, recordó Borrell, en referencia a su reciente visita al país y a su participación en el Consejo de Ministros de Exteriores celebrado este pasado lunes en la capital ucraniana. “He tenido la oportunidad de visitar un lugar cerca de Kyiv en donde, en dos días, asesinaron a 35.000 personas, y a mí lo que me impresionó no fue que asesinasen a 35.000 personas, sino toda la logística que se necesitó para asesinar a tantas personas”, advirtió, Esa logística “está en todas partes, es muy poderosa”, y está en manos de personas que “a lo mejor ordenan esta matanza y luego se ponen a escuchar a Strauss; no son bárbaros al margen de la civilización, estamos hablando de un poder que está en todas partes y puede volver y de hecho vuelve a Ucrania”, manifestó. Aparte, denunció, “para bloquear la exportación de cereales, para evitar que muchas personas puedan acceder a alimentos, (Rusia) ha puesto buques de guerra bloqueando el acceso de los alimentos”. “Están haciendo que millones de personas pasen hambre: eso es un crimen contra la Humanidad, y tenemos que ser conscientes de ello y denunciarlo cada vez que tenemos ocasión”, afirmó. Por otra parte, recordó Borrell, <strong>“la Declaración ha mejorado la rendición de cuentas y ha destacado el principio de que nadie es tan poderoso como para poder escapar a la justicia”</strong>. “¿Eso es así? Bueno, vamos a verlo, vamos a ver si realmente no hay nadie lo suficientemente poderoso como para escapar a la justicia”, se preguntó Borrell, en evidente alusión a Rusia. <strong>“Ahora mismo vemos que hay muchas personas muy poderosas que están cometiendo crímenes contra los derechos humanos y cuya comparecencia se está exigiendo en la Corte Penal Internacional”</strong>, recordó. Por otra parte, Borrell lamentó el recurso a la <strong>“no injerencia”</strong> como argumento de muchos Gobiernos para eludir las denuncias internacionales por violaciones de derechos humanos. “Me surge una y otra vez con las personas con las que me tengo que reunir en todo el mundo. ‘No vengas a decirme cómo tengo que gestionar mi casa, mi casa es mi casa’: esto es lo primero que a uno le dicen como Alto Representante cuando va a hablar de derechos humanos sus homólogos”, explicó. <strong>“Me dicen: ‘No es asunto tuyo’. Pues claro que es asunto nuestro, en todas partes, porque los derechos humanos no son un asunto nacional, los Estados no pueden esconderse tras la soberanía nacional”</strong>, advirtió.