The Diplomat
El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, afirmó ayer en Estrasburgo que la última cumbre UE-CELAC, celebrada el pasado mes de julio en Bruselas en el marco de la Presidencia española de la UE, sirvió para “desbloquear después de muchos meses” las negociaciones para el acuerdo de asociación entre la Unión y Mercosur.
La Cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada los días 17 y 18 de julio en Bruselas después de ocho años sin reunirse, supuso “un cambio cualitativo y cuantitativo de la relación” entre la dos regiones “complementarias” que suman, juntas, el 14 % de la población y el 21 % del PIB mundiales, afirmó Albares durante su intervención ante la Delegación del Parlamento Europeo para la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat).
No obstante, advirtió, la Cumbre de Bruselas no estuvo “diseñada” para “culminar” la negociación sobre el anexo medioambiental del acuerdo UE-Mercosur, pero sí permitió “desbloquear muchos meses de absoluto impasse”. Ejemplo de ello, recordó, fue la decisión de Mercosur de enviar, el pasado 14 de septiembre, una respuesta a la propuesta europea de incluir un anexo al acuerdo para blindar la lucha contra la deforestación y el respeto a los compromisos del Acuerdo de París contra el cambio climático.
Según Albares, “uno de los grandes motivos por los cuales hay que culminar ya el acuerdo con Mercosur es porque es la mejor forma de que América Latina, todos esos países de Mercosur y de América Latina, entren para siempre y sin posibilidad de retroceso en la lucha contra el cambio climático”. “Tenemos la suerte de tener en Brasil y como presidencia en estos momentos del Mercosur al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que tiene un compromiso claro con los acuerdos de París y con la lucha del cambio climático”, pero “mañana podría venir otra persona que fuera un negacionista”, destacó.
El ministro en funciones también advirtió de la necesidad de concluir los acuerdos comerciales pendientes con Mercosur, Chile o México (estos dos últimos pendientes de ratificación) a fin de conseguir un compromiso “a largo plazo” entre la UE y América ante el auge de China en la región y a fin de “garantizarles que hay un futuro a nuestro lado en torno a nuestros valores y en torno a nuestra visión de lo que es la acción multilateral. El presidente paraguayo, Santiago Peña, advirtió a finales de septiembre de que, si no se concluye el acuerdo antes del 6 de diciembre, Mercosur se retirará de las conversaciones y comenzará a negociar con países asiáticos.