<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>La situación política que vive España es motivo de comentario habitual en las últimas semanas entre los embajadores acreditados en nuestro país</strong>, especialmente cuando coinciden en alguna recepción de Embajada, según ha podido constatar <em>The Diplomat.</em> Una de las tareas de los representantes diplomáticos es informar a sus respectivas capitales de la marcha del país en el que están acreditados y, en el caso de España, según ponen de relieve algunos de ellos en conversaciones privadas,<strong> no les resulta fácil remitir una información que pueda ser comprendida.</strong> A los embajadores, especialmente, los del ámbito de la Unión Europea, según reconocen algunos a <em>The Diplomat,</em> les es complicado, por ejemplo, explicar cómo hasta pocas fechas España reclamaba la detención del ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, fugado a Bélgica, y ahora, miembros del Gobierno en funciones, acuden a Waterloo para reunirse con él en busca de su apoyo para continuar en La Moncloa. Los embajadores, tanto europeos como de otras zonas del mundo, <strong>han seguido con interés</strong> el desarrollo, la pasada semana, del fallido intento de <strong>investidura del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo</strong>, y se disponen ahora a hacer lo propio con la tentativa del <strong>candidato socialista, Pedro Sánchez</strong>, una vez que se produzcan las consultas que este lunes comenzó Su Majestad el Rey. Las preguntas <strong>sobre si Sánchez llegará a formar nuevo gobierno o será preciso ir a nuevas elecciones</strong> en enero han sido las más recurrentes durante las mencionadas recepciones. Otro de los elementos de preocupación para los embajadores europeos, tanto tras la convocatoria electoral del 23 de julio, como posteriormente, era el <strong>desarrollo de los actos del semestre de Presidencia española de la UE.</strong> Sin embargo, los comentarios de la práctica totalidad son que la situación de inestabilidad política no ha tenido una influencia en la celebración de las reuniones previstas, e incluso <strong>se han prodigado los elogios, tanto en público como en privado, hacia los organizadores de los actos.</strong>